El año que acaba estos días ha sido uno de los más interesantes en lo que respecta a la evolución de las plataformas móviles. Lo demuestran los datos publicados por consultoras como Kantar Worldpanel ComTech, la división de investigación que estudia esa evolución en varios mercados clave.
Mucho se ha movido el mercado --con la consolidación de los protagonistas, eso sí--, y mucho más podría moverse en un 2014 plagado de incógnitas y en el que los pequeños proyectos tratarán de cobrar sentido por fin en un segmento en el que la competencia es más feroz que nunca.
2013 y la consolidación de Android
Los datos de Kantar en su último estudio sobre este segmento lo dejan claro: Android es dominador claro del mercado con un 71% de cuota de mercado en los 12 países analizados por esta consultora. Esa cifra varía de forma sensible si la muestra se extiende a otros países --según IDC, el porcentaje llega al 81%--, pero refleja la posición dominante de la plataforma móvil de Google.
Apple y su iOS siguen manteniendo una segunda posición relativamente holgada: los iPhone han demostrado seguir siendo uno de los pilares del negocio de Apple --probablemente más por el mercado de las aplicaciones que por estos smartphones en sí-- y según esos mismos datos 21 de cada 100 usuarios en esos 12 mercados dispone de un iPhone.
A partir de ahí aparecen los movimientos importantes: BlackBerry ha sido la gran perjudicada este año. La presentación de su nuevo sistema operativo y de nuevos smartphones no tuvo el impacto esperado, y en el tercer trimestre de 2013 --todos los datos de ese estudio corresponden a ese periodo-- mostró cómo BlackBerry ya solo puede presumir de un 1% de cuota en los países analizados. La tormenta que azota a la empresa no parece que vaya a amainar a corto plazo, pero habrá que concederle al menos el beneficio de la duda.
Mucho más interesante es la situación de Windows Phone, una plataforma que ha despegado definitivamente en 2013 gracias a la aparición de terminales muy bien valorados --El Nokia Lumia 520 es el mejor ejemplo-- y con prestaciones especialmente destacables para cierto nicho de usuarios --el Nokia Lumia 1020 es ese claro representante--. Esa buena marcha, especialmente notable en países como Italia, parece que podría ir a más el próximo año, y será interesante ver cómo impacta sobre esa evolución la compra de Nokia por parte de Microsoft.
En esos datos de Kantar había una franja a la que habría que prestar mucha atención en 2014: ese 2% de cuota correspondiente a "otras plataformas" será la que dará mucho que hablar el año que viene, que promete muchas sorpresas pero que podría significar de nuevo la consolidación de un mercado con tres grandes protagonistas.
Qué esperar de 2014
Siempre es interesante hacer un intento por sacar la bola de cristal y predecir el futuro de este mercado en los próximos meses. Muchos indicios permiten vislumbrar algunas cosas de forma más o menos clara, pero también hay muchas incógnitas en el panorama.
Entre los indicios, obviamente, está la fortaleza de Android, que probablemente mantendrá su cuota de mercado en 2014. No es probable que veamos grandes cambios en esas cifras --de apostar por algo, yo diría que en todo caso bajará ligeramente-- ya que la mayoría de fabricantes parecen seguir apostando por esta plataforma.
Donde sí es posible que haya movimientos más significativos es en el resto de plataformas. Especialmente en dos: iOS y Windows Phone. La alternativa de Apple ha sido un valor seguro durante años, pero la tendencia de esa cuota es la de mantenerse muy a duras penas, a pesar de vender más y más smartphones cada año. El problema, claro, es que se venden muchos más dispositivos basados con Android, lo que hace que Apple no pueda competir salvo en la gama alta en la que lleva posicionándose desde hace tiempo. Y como ocurrió en el mundo del PC, la gama alta cada vez es menos relevante en esa cuota global.
Ese es precisamente el hándicap que está aprovechando Windows Phone, una plataforma que ha ido de menos a más y que en algunos países incluso supera ya a iOS. El ecosistema de servicios y soluciones de Microsoft es al fin un valor seguro para muchos usuarios, y la cosa promete en 2014, con un Windows Phone 8.1 especialmente prometedor (¿quizá coincidente con la muerte de Windows RT?) y en la que Microsoft se volcará sin lugar a dudas en este terreno tras la adquisición de Nokia.
A partir de ahí la cosa se pone especialmente interesante para todos los que contemplamos el panorama desde la tribuna. Muchos pequeños (por el momento) actores quieren ser partícipes del pastel más jugoso de los últimos tiempos --pocas cosas mueven hoy en tecnología más dinero que la movilidad-- y cada uno ofrece su propia apuesta.
Analizaban la situación de esas alternativas recientemente en Quartz, donde curiosamente incluían a Windows Phone equiparandola a otras propuestas mucho menos desarrolladas.
Ahí tenemos a esos proyectos inspiradores, pero no por ello necesariamente dirigidos al éxito: Firefox OS, Tizen, Sailfish OS y Ubuntu son cuatro plataformas que han dado mucho que hablar durante este 2013, y es probable que al menos una de ellas --yo diría que dos, Firefox OS y Ubuntu-- tendrán especial sentido en 2014. La plataforma de Mozilla es la que a priori más promete por la cantidad de acuerdos y partners logrados, mientras que Ubuntu, lo admito, es mi debilidad personal, con una ambición (recordad esta palabra: convergencia) en la que sin duda se moverán otros grandes del mercado de la movilidad.
Tanto Tizen como Sailfish OS son propuestas valientes e igualmente inspiradoras, pero no veo a Samsung apostándolo todo a esa carta (que es más bien un plan B), ni a los fabricantes aliarse con Samsung en ese sentido. Sailfish OS, por inspirador que parezca, tiene unos recursos demasiado limitados para poder competir a no ser que se saquen de la manga alguna característica realmente diferencial.
Los mercados emergentes son la clave
Lo comentábamos ya en mayo de este 2013, y volvemos a incidir en ello para un 2014 en el que las más listas tratarán de conquistar a esos usuarios que aún no conocían este segmento y sus posibilidades. Los mercados emergentes llegan lógicamente más tarde que el resto a esta frenética evolución, pero lo hacen con un argumento contundente: su entidad.
La consultora IDC lo indicaba en junio: de los 1.700 millones de "dispositivos conectados" (smartphones, tablets y PCs) que se espera que se vendan en 2014, 1.000 millones irán a mercados emergentes.
Es ahí donde Android tendrá que ponerse las pilas: aunque han comenzado a aparecer algunos terminales de gama baja, los fabricantes siguen curiosamente muy centrados en las gamas media y alta, contribuyendo a una sobresaturación del mercado en la que la renovación de terminales ya no es tan frecuente o necesaria, al menos en apariencia.
La última edición de Android precisamente parecía tener en cuenta ese factor, y el proyecto Svelte de Android 4.4. KitKat está destinado a que esta plataforma corra bien incluso con recursos hardware limitados, pero de momento no hemos visto un caso práctico en el que esto se cumpla de forma clara. No hay productos que presuman de Android 4.4 y de Svelte. Curioso.
Apple y su obsesión por la gama alta --todavía sonrío al pensar cómo nos equivocamos todos al pensar que el iPhone 5C sería un iPhone barato-- lo dejan de momento fuera de ese segmento, y con ello Apple se pierde miles de millones de potenciales usuarios, algo que no parece provocar que la firma de Cupertino se despeine. Para alguien que como Apple maneja los márgenes de forma ejemplar, la cuota no es lo importante: lo importante es mantener su imagen de marca. Y puede que eso sea su último error fatal en el terreno de la movilidad.
Quien sí tiene papeletas en este caso es el resto de alternativas. Windows Phone, para empezar, ha demostrado que se puede lograr un terminal competitivo a bajo precio --el Nokia Lumia 520 ha sido el exitazo del año para esa plataforma--, y es más que probable que Microsoft, que no es tonta, siga aprovechando ese tirón para renovar esa gama. Será entonces cuando veamos qué pasa con Asha --Microsoft se ha hecho con la marca, pero no está claro que siga apostando por ella-- y con una Microsoft que está claro que le tiene muchas ganas al mercado de los móviles.
Pero como decíamos, es aquí donde las pequeñas pueden hacerse grandes. O al menos, dejar de ser tan pequeñas. Firefox OS lleva tiempo dirigiendo su propuesta a este mercado, y aunque la plataforma sigue estando algo verde, hay un factor que muchos siguen subestimando: HTML5 es (y será con más galones) el motor de Internet en los próximos años, y que éste sea el pilar de Firefox OS convierte a esta plataforma en una candidata a crecer, aunque solo sea porque es totalmente compatible con ese estándar. No solo eso: todos los smartphones que han aparecido con Firefox OS lo han hecho orientados a una gama muy baja --tanto que su interés en nuestro país ha sido aparentemente ínfimo--, y será el catálogo de aplicaciones y su aceptación en esos mercados emergentes el que determine si esta plataforma tiene o no recorrido.
Más dudas generan el resto. Ubuntu y Tizen apuestan por un modelo mixto, en el que se soporta tanto un SDK nativo como aplicaciones HTML5, pero la ya mencionada apuesta de Canonical por hacer que nuestro smartphone sea nuestro PC es para mi especialmente significativa. Si logran llevar a cabo de forma notable ese concepto --ya se sabe: del dicho al hecho hay un trecho--, estaremos ante una de las revelaciones del año. Tizen no tiene visos de convertirse en una gran apuesta de Samsung de momento ni siquiera en mercados emergentes, y Sailfish OS es, como comentábamos, demasiado limitada a nivel de recursos en materia de logística, distribución y fabricación, pero alianzas con algún fabricante podrían ayudar a esa alternativa.
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