El ritmo al que avanza el mercado de teléfonos móviles tiene un par de consecuencias bastante localizadas: la obsolescencia programada y la fragmentación de los sistemas operativos. Tanto lo primero como lo segundo son cosas que ya existían antes de la predominancia de los smartphones pero con éstos se han acentuado, pues ahora lo exigimos todo mejor, más rápido y que dure más tiempo.
Así, en el mercado actual de la telefonía móvil, tenemos a tres sistemas operativos reseñables pese a que el tercero, Windows Phone, continúa perdiendo cuota de mercado y parece condenado a la extinción. Vamos a ver uno a uno cada sistema y posteriormente los compararemos en una única gráfica para ver cuál de los tres (Android, iOS o Windows Phone) es el más fragmentado. Aunque suponemos que ya sabréis la respuesta.
Android es Lollipop, y más versiones
En primer lugar nos enfrentamos a Android, el sistema operativo más fragmentado del momento. Y no lo decimos nosotros, lo dicen unas últimas estadísticas en las que vemos a Lollipop dominando en cuanto a porcentajes, con un 35%, seguido de KitKat y de Marshmallow con 19%. Como dato, Marshmallow es la última versión computable dado que Nougat está aún quitándose el envoltorio.
Los problemas de Android con la fragmentación están bastante localizados, y aún así son muy difíciles de solucionar. Decenas, literalmente, de fabricantes montando miles de configuraciones distintas y poca exigencia por parte de Google, su propietario, a la hora de controlar qué actualizaciones se deben ofrecer o qué sistemas se lanzan. En 2016 aún llegan móviles con Lollipop al mercado, un sistema de 2014.
Google solventó el problema de la seguridad llevándose gran parte del sistema de actualizaciones a Google Play Services, que continua avanzando a buen ritmo a pesar de que el propio sistema operativo no se actualice, pero aún así la fragmentación sigue siendo muy visible en un sistema operativo cuya cuota de mercado es, y parece que no variará en mucho tiempo, aplastante.
iOS es iOS 9
Y con toda la razón del mundo, pues estamos ante el sistema operativo con menor fragmentación de todos los comentados pero su última versión, iOS 10, llegó justamente ayer. Será interesante comprobar, en pocos meses, qué presencia tiene la última versión del sistema móvil de Apple en la última gráfica que muestra el propio fabricante. Datos de hace solamente 2 días.
En los datos vemos un 88% de cuota de iOS 9, una cuota menor de iOS 8, con sólo un 9% del total, y un 1% marginal para versiones anteriores del sistema. Tener el control tanto del hardware como del software hace que Apple pueda permitirse, también por política interna, mantener actualizados sus equipos durante mucho más tiempo. Entre 3 y 4 años, aproximadamente, prácticamente el doble que en Android donde la cifra ronda entre los 18 y los 24 meses.
Así, los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus, amén de las actualizaciones de los terminales anteriores que, como comentábamos, comenzaron ayer, ayudarán a que la última versión del sistema corra como la espuma entre los usuarios de la marca californiana. Mientras tanto, podemos decir que el iOS actual es iOS 9 y pequeños restos de terminales antiguos o no actualizados voluntariamente.
Windows sigue en la versión 8.1
Microsoft tiene a la vez un problema y una ventaja en su sistema de actualizaciones. El problema es que son lentas y muy espaciadas en el tiempo y la ventaja es la misma pero con otra lectura, tienen mucho más tiempo para expandirse entre sus terminales. De ahí que Windows 10 lleve ya unos meses entre nosotros, Anniversary Update incluida, pero Windows 8.1 siga al frente de todo con casi un 80% de su cuota.
En cuanto a la problemática de sus actualizaciones, podríamos decir que Microsoft se encuentra a caballo entre Android y iOS. No cuenta ni de lejos con el mismo número de terminales del primero pero sí se usa en distintos hardwares, aunque los de Nadella no permiten que su sistema se altere como sí permite Android, pero su control no es tan absoluto como el que tiene Apple sobre sus terminales.
Así que, visto cómo han avanzado anteriores versiones de Windows para móviles, suponemos que Windows 10 llegará a tener un porcentaje mucho mayor que el 14% que ostenta en estos momentos. Aunque el hecho de haber dejado a muchos modelos sin posibilidad de actualizarse hará que probablemente no volvamos a ver un dominio como el de Windows 8.1 en mucho tiempo.
Y ahora, todos frente a todos
¿Qué sistema de actualizaciones es mejor?
Como hemos visto hasta ahora, la gran ventaja en cuanto a controlar la fragmentación la tiene Apple por varias razones que hemos explicado anteriormente. En Apple controlan tanto el hardware como el software, no dependiendo de terceros a la hora de contar con drivers que puedan fallar en cuanto a futuras actualizaciones. Por no mencionar que su política de 3/4 años de soporte en software hace que cada versión se extienda mucho en porcentaje.
Android es una apisonadora, qué duda cabe, pero contar con la cantidad de fabricantes y configuraciones distintas con las que cuenta, además de una política de actualizaciones que no supera casi en ningún caso los dos años, provoca que las versiones antiguas tengan siempre más cuota que las nuevas. Los móviles antiguos dejan de contar cuando los clientes los desechan, no porque se actualicen.
Y el cierre lo tenemos con Windows Phone, que va lento pero sigue caminando y que, como comentábamos, tiene a su favor que las actualizaciones se espacian mucho en el tiempo, permitiendo así que su porcentaje de adopción crezca. ¿Qué sistema es mejor? Probablemente no haya ninguno mejor que el resto, simplemente es distinto. Como también es probable que muchos usuarios, alejados de los canales más techies, no den demasiada importancia a qué versión del sistema llevan instalada en su smartphone. A fin de cuentas, lo cambiarán al pasar uno o dos años por otro nuevo que será más rápido que el anterior.
En Xataka Móvil | Android e iOS se siguen beneficiando de la pérdida de cuota de Windows en móviles
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