De Palm OS a Windows: el cementerio de los sistemas operativos para móviles

De Palm OS a Windows: el cementerio de los sistemas operativos para móviles

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De Palm OS a Windows: el cementerio de los sistemas operativos para móviles

El mundo de la tecnología está plagado de cadáveres, ya sea en forma de dispositivos, aplicaciones, estándares o sistemas operativos. Se trata de un sector que evoluciona a un ritmo vertiginoso y ni todos los productos que se lanzan cuajan, ni todos son capaces de aguantar el ritmo por los que van sobreviviendo. Es ley de vida o, mejor dicho, la ley tecnológica. Porque si algo ocurre en el mundo tecnológico es que no existe la piedad ni la memoria.

Hoy el mundo móvil está dominado por Android y por iOS, pero no siempre fue así. Hay móviles desde hace décadas pero todos los sistemas operativos desarrollados hasta hoy fueron cayendo por uno u otro motivo. Fracasados, fusionados, abandonados... y finalmente extintos. El último caso, el más reciente, es el de Windows pero ha habido más. Demos un paso por el cementerio de sistemas operativos móviles, el de los sistemas que no lograron pasar el corte y cayeron en la playa. Viajemos al mundo de la nostalgia.

Año 2007, la lápida de PalmOS

Palm Os

La primera gran muerte de un sistema operativo, pues aunque echando la vista atrás seguramente encontremos más exponentes, aún hay mucho cariño acumulado por el PalmOS que desapareció el mismo año en que aterrizó iOS. No fue por supuesto una muerte fulminante, ni tan siquiera causada por Apple de forma directa o indirecta. Simplemente no supo adaptarse a los nuevos tiempos que se avecinaban, y en 2007 se consumó lo inevitable.

Nacido en 1992 de la mano de Jeff Hawkins, Donna Dubinsky y Ed Colligan, Palm llegó por primera vez a bordo de la Zoomer, un dispositivo fabricado Casio. Su historia estuvo plagada de terminales que aún despiertan nostalgia, como la Palm Zire, la Palm Treo o la Palm One. Buenos años para un sistema operativo precursor de los actuales smartphones que fracasó hasta tal punto que su responsable acabó optando por Windows Mobile.

El primer gran caído, nacido de HP y cuya marca ahora tiene TCL. Aunque es improbable que llegue a renacer.

El cierre definitivo se produjo con una venta de acciones en el citado año 2007, el momento en el que el sistema operativo llegaba a su fin y, sólo un año después, era acompañado por la propia división de PDAs del fabricante, pues Ed Colligan anunciaría en 2008 que se finalizaba el desarrollo de dispositivos. Hoy la marca Palm está en manos de TCL, pero parece improbable que el sistema operativo vuelva a la vida. Hablaríamos, en todo caso, de terminales. Probablemente con Android.

Año 2010, hasta aquí llegó Maemo

Maemo

No puede decirse que Nokia pusiese todos los huevos en la cesta de Symbian hasta sus últimas consecuencias. Los finlandeses exploraron nuevos caminos en varias ocasiones, todas con idéntico resultado. Uno de esos caminos fue el que les condujo al desarrollo de Maemo, un proyecto iniciado en el año 2005 y que llegaría a su fin cinco años después, pese a que contó con una nueva versión en el año 2011, una versión menor, con correcciones del sistema y que sólo llegó al Nokia N900.

Y este N900 fue posiblemente el dispositivo más interesante nacido a la sombra de Maemo, un terminal que ha demostrado mucho después ser capaz de correr versiones de otros sistemas con una apabullante solvencia y que se convirtió en la piedra angular de muchos desarrolladores. El N900 llegó al mercado cuando ya moría el año 2009 y se actualizó hasta dos años después, curiosamente con dos versiones distintas para dos sistema operativos. Recibió mejoras en Maemo e hizo lo propio en MeeGo, del que ahora hablaremos brevemente.

Nokia no sólo fue Symbian. También fue Maemo y Meego.

En febrero del año 2010, Nokia e Intel oficializaron la presentación del futuro sistema operativo MeeGo, una fusión de Maemo con Moblin que podía correr sobre el mismo hardware sin modificaciones. Fue, de facto, la sentencia de muerte para un Maemo que acaba embebido en un sistema operativo cuyo recorrido sólo duró un año más. De hecho, no le dedicaremos mucho más tiempo. MeeGo nació en 2010 y murió en 2011, un parpadeo en materia tecnológica. Nokia cerraba así cualquier camino hacia la evolución y se consagraba a un Symbian cuyos días también estaban contados.

El fatídico 2012 en que dijimos adiós a Bada y a Symbian

Bada

Mientras que el Samsung de Bada había visto la luz por primera vez en el año 2010, y trató de sobrevivir en pleno cambio de paradigma propiciado tanto por iOS como por Android, ambos ya en circulación, la muerte de Symbian sí puede considerarse como la del primer sistema para pre-smartphones, o smartphones, dependiendo de a qué experto se consulte. Ambos sistemas cayeron el mismo año, un fecha negra para marcar en el calendario.

Bada fue un sistema operativo, aunque en Samsung siempre se le consideró como una plataforma de desarrollo, que nunca contó con el apoyo completo por parte de los coreanos. Durante sus dos años de vida tuvo que compartir cartel con Android, e incluso con Windows, y finalmente fue abandonada. Algo parecido a lo que le ocurrió a Nokia con Symbian, que compaginaba su sistema con Maemo y posteriormente con MeeGo, para finalmente abrazar definitivamente a Windows.

Sin duda, el annus horribilis en cuanto a sistemas operativos. 2012, la muerte de Symbian y Bada.

Ambos fabricantes siguieron adelante con otros proyectos. Samsung se volcó entonces en el desarrollo de Tizen mientras que Nokia ya estaba inmersa en su colaboración con Microsoft y Windows, una colaboración que acabaría con la absorción de la división móvil de Nokia por parte de los de Redmond, y posterior resurrección de la marca ya de forma independiente. Un mal negocio, visto con perspectiva, y que ya en su momento suscitó no pocas dudas. Google quiso que Nokia llevase Android y no lo consiguió. No hasta años después y con una nueva Nokia, la Nokia en manos de HMD.

Año 2013, WebOS se pasa a las pantallas gigantes

Web Os

No puede decirse que WebOS haya muerto como tal, pero sí que desapareció de la faz de la tierra de los smartphones. Y su camino no fue menos curioso que el de su extinción. Un sistema nacido en manos Palm, comprado por HP y que ha acabado en el ecosistema de productos de LG integrado en... televisores. Efectivamente, un sistema operativo móvil que finalmente fue reconvertido para mover smart TVs.

WebOS no murió sino que huyó hacia terrenos más tranquilos, como las Smart TVs de LG

La desaparición de WebOS se produjo en dos fases, pues de forma paralela nació Open WebOS, una plataforma de código abierto que quedó en manos de HP, de la que no se volvió a hablar y cuyo destino transitó de forma paralela al del sistema operativo del que partió.

Hoy, como decimos, WebOS vive en el interior de las smart TVs de LG y cumple sus funciones como cualquier otro, aunque será difícil olvidar que se ideó para estar presente en el cada vez más en auge mercado de los smartphones. Su desaparición fue una más para abrir camino a iOS y Android, los actuales dominadores. Pues el último bastión de la competencia, Windows, también ha fracasado.

En 2016 desapareció Firefox OS, aunque no importó demasiado

Firefox Os

Aunque no fue exactamente en 2016 cuando decidió pasar a mejor vida sino que aún tuvo algo de actividad en el año 2017. 2016 fue el año en el que se comunicó su desaparición, cuando contaba con el apoyo de varios fabricantes y operadores. Un listado que incluía nombres como Telefónica, ZTE, Alcatel o LG, que prestaban su marca para fabricar dispositivos con este sistema operativo basado en la web y que no llegó a buen término.

Prometió mucho de lo que no cumplió y nunca fascinó ni atrajo suficiente atención. Firefox OS murió sin haber hecho demasiado ruido.

Mozilla echó el cerrojo a Firefox OS en el mes de mayo de 2016, aunque se siguieron aceptando aplicaciones en su Marketplace hasta 2017. Un sistema operativo que se anunció en el MWC de Barcelona del año 2013 y que proponía algo tremendamente interesante que nunca llegó a cuajar: un sistema operativo con aplicaciones basadas en HTML5 para así facilitar su compatibilidad y su desarrollo.

Un conocido refrán castellano dice que "entre todos la mataron pero ella sola se murió". Y tal vez fueron las apps las que dictaron la sentencia para un sistema operativo al que siempre le faltó lo básico, las mencionadas apps. El golpe mortal, la apatía de los desarrolladores de WhatsApp. La no presencia de la app que ya entonces era sinónimo de mensajería entre móviles hizo de Firefox OS un sistema operativo fácilmente descartable, y cerró sus puertas. Firefox OS es, a día de hoy, parte del pasado de la industria móvil.

Windows para móviles, la última lápida

Windows 10 Mobile

La última de las bajas, consumada en este mismo mes de octubre de 2017, un paso inevitable en la dolencia que aquejaba a Microsoft en móviles desde hacía ya varios años. Windows en móviles ha fallecido y ha sido algo de muy poca importancia, pese al dolor de sus auténticos seguidores. Con una cuota mundial por debajo del 1%, Microsoft ha tirado finalmente la toalla con su sistema y seguirá por el camino de sus apps y servicios. Uno que, por ahora, le está funcionando bastante bien.

Windows llegó al mercado móvil en el año 2000, por aquel entonces recibía el nombre de Windows Mobile pero en sus 17 años de vida llegó a acumular un total de tres denominaciones. A medida que Microsoft avanzaba, el sistema se renombraba aunque no dejaba atrás los errores del pasado. Windows Mobile pasó a ser Windows Phone y, con la llegada de la décima versión a los ordenadores, finalmente se llamó Windows 10 for Mobile o, en castellano, Windows 10 para móviles.

La última lápida, la rendición de Windows y la confirmación de que nadie más toserá ni a iOS ni a Android.

Los errores en su desarrollo, los abandonos de teléfonos en el salto entre versiones y, a la postre, la falta de apoyos en forma de fabricantes que lo ofreciesen acabaron por derribar la apuesta de Microsoft, que no llegó a cuajar en ningún momento de sus 17 años de vida pese a provenir por parte del que todavía, a día de hoy, es un gigante del mercado tecnológico. 17 años de vida, los mismos que Symbian, y un destino similar. Sistemas que no aguantaron el paso del tiempo, que no supieron adaptarse y que no contaron con el apoyo necesario para seguir adelante.

Y hoy todavía hay candidatos a futuros miembros de este cementerio de sistemas operativos. Ubuntu Touch, o Ubuntu Phone, por ejemplo, todavía no ha certificado su fallecimiento pero sí permanece en estado latente. Sailfish trata de progresar sin apenas éxito y sólo la tozudez de Samsung mantiene con vida a un Tizen que no despega en móviles, ni parece que vaya a hacerlo nunca. Puede que no tardemos en volver a reunirnos aquí para despedir a alguno de ellos, pero difícilmente los recordaremos con el cariño que a algunos miembros del listado actual. Pero el carisma no es suficiente para seguir con vida en el mercado. Larga vida a todos ellos.

En Xataka Móvil | 11 fabricantes que probaron suerte con Windows Phone y se anticiparon a su adiós

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