Acabábamos de cruzar de milenio, cuando una desconocida Xbox permitía a Microsoft firmar un ya vetusto acuerdo con Nvidia sobre aprovisionamiento de chips gráficos. Aunque luego acabase con Ati, y ésta absorbida por AMD. Pero el acuerdo Microsoft-Nvidia se mantuvo.
Nadie podría imaginar que bajo esos términos se escondían más detalles que ahora podrían permitir a Microsoft seguir posicionándose en el mercado de cara al futuro, de una forma que parecía impensable hace apenas unos meses. La realidad es que en apenas 8 meses hemos asistido a la presentación de Windows Phone 7, el acuerdo de colaboración con Nokia y la adquisición de Skype.
Además, sumamos a todo esto una tienda de aplicaciones como el marketplace que goza de una salud prometedora. Pues para poner la guinda al pastel, resulta que Microsoft tiene un derecho de veto sobre toda opción de participación de un 30% o más sobre Nvidia (cifrado en un mínimo de 3.400 millones de dólares). Esto le permitiría evitar posibles amenazas rivales y de camino asegurarse una posición dominante al entrar a formar parte de Nvidia parcialmente.
Es decir, que una vez tienen el sistema operativo, una marca de prestigio sobre la que invadir el mercado de terminales y la aplicación de mensajería y voz ip por excelencia, parece que sólo les falta tener influencias sobre la plataforma hardware del futuro, Nvidia Tegra. De hecho, hemos visto esta misma semana a Windows 8 sobre un quad core de Tegra 3.
Microsoft tiene un póquer de ases, sólo falta que sepa jugarlos en el momento adecuado. Sus cartas están marcadas para el éxito.
Vía | Xataka
Más información | GenBeta
Más información | InformationWeek