Siendo Android un sistema de código abierto, uno de los temores de Google es que los fabricantes de terminales lo adapten tanto a su gusto que quede irreconocible o, peor aún, sea incompatible con aplicaciones para este sistema operativo. Es una de las razones por las que algunas funcionalidades están limitadas en los teléfonos que llevan el logo de Google.
Como ejemplo, el HTC Magic que distribuye Vodafone no incluye ningún cliente de Exchange y deberemos descargar una desde el Android Market si queremos usarlo. Pero otra versión del Magic libre que se vende en algunos países si que lleva soporte para Exchange integrado. A cambio, no incluye el logo de Google.
Es evidente que Google no quiere que se asocie su nombre a determinados cambios que se hagan en el sistema operativo. Algunos fabricantes y, sobre todo, operadoras van a querer personalizar mucho los tele, hasta el punto de que de Android solo quedará un recuerdo (y esperemos que soporte para aplicaciones).
Por suerte, en muchos casos es posible utilizar las adaptaciones realizadas por algunos fabricantes, siempre que tengamos los conocimientos técnicos necesarios. Como ejemplo, en el G1 es posible instalar un nuevo método de entrada que incluye autocorrección para el teclado físico, así como mejoras en el teclado virtual en pantalla.
Así pues, aunque Android sea libre, en muchos casos el control ejercido por Google puede limitarlo, aunque con el montón de fabricantes que están implementando este sistema operativo en sus teléfonos esta será una cuestión que dejará de tener bastante importancia en breve.
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