Mientras muchos de nosotros no sabemos si nuestra empresa nos regalará al menos un buen turrón del duro para celebrar las venideras Navidades (si es que tenemos empleo, esa es otra), otras se portan a lo grande con sus empleados para envidia de todos los mortales de a pie.
Caso de Microsoft, que, en su reciente encuentro de empleados en Seattle, ha realizado un gesto de extraordinaria generosidad. Es habitual que se repartan productos entre sus empleados, pero lo que no es habitual es lo acontecido este año.
Cada empleado (a jornada completa, ojo) se ha llevado a casa nada menos que un Windows Phone 8, una Surface RT y un ordenador PC con Windows 8. En años anteriores Microsoft ha repartido Windows Phone 7 gratuitos entre sus empleados, pero nunca un pack tan completo como este.
No sabemos si este es un acto de generosidad desmedida de la compañía de Redmond, o un acto de contención intencionada de plantilla, a saber. Así es menos probable que sus empleados coqueteen con otras populares plataformas y entren, a la vez, de lleno en el uso de la nueva generación de sistemas de la compañía.
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