Así han evolucionado los smartphones de la familia Z de Sony

El primer smartphone de la familia Xperia Z llegó a las tiendas el 25 de febrero de 2013. Sí, hace casi exactamente un año, pero estos doce meses han bastado a Sony para transformar aquel primer terminal en el «cabecilla» de toda una familia de la que actualmente, después del anuncio en esta edición del MWC del Xperia Z2, forman parte cinco smartphones de diversos formatos.

Sony ha apostado por diversificar su familia tope de gama con el objetivo de atraer al mayor número posible de clientes, en una maniobra muy similar a la realizada por Samsung con sus terminales Galaxy. El tamaño de la pantalla de los Xperia oscila entre las 4,3 pulgadas del Z1 Compact y las 6,4 pulgadas del Z Ultra, pero todos ellos comparten una configuración que, en el momento de su llegada al mercado, se había apoderado de los componentes más avanzados disponibles.

Curiosamente, el único modelo de esta familia que nació ligeramente «desfasado» fue el primero, el Xperia Z original. Cuando llegó a las tiendas, a finales de febrero del año pasado, HTC ya había presentado su HTC One, equipado con un procesador Snapdragon 600, y Samsung no tardó mucho en dar a conocer su Galaxy S4, que también incorporaba un chip Snapdragon 600 de cuatro núcleos.

Aunque el Snapdragon S4 Pro del Xperia Z es un microprocesador muy capaz aún hoy, las CPU de dos de sus rivales Android más directos lo superaban claramente, a pesar de que estos tres terminales y otros de un nivel similar llegaron al mercado con un margen de solo dos o tres meses. Desde este punto de vista, el nacimiento del primer Xperia Z quedó algo ensombrecido, pero su calidad constructiva, rendimiento global y diseño, entre otros factores, le permitieron salir bien parado y mantenerse como el representante de la familia hasta la llegada del Xperia Z Ultra el pasado mes de septiembre.

Del Xperia Z al Z2, pasando por el Z1

El Xperia Z1, el smartphone destinado a reemplazar al primer Xperia Z, llegó a las tiendas en octubre del año pasado con una configuración que pretendía subsanar las pocas carencias que tuvo el modelo original. La más evidente de todas ellas era su procesador, que pasó del Snapdragon S4 Pro, que pertenecía a una generación anterior de los SoC de Qualcomm, al mucho más capaz Snapdragon 800. Aunque ambos chips tienen cuatro núcleos, este último utiliza una microarquitectura más avanzada (Krait 400) y es capaz de trabajar a una frecuencia de reloj mayor (2,3 GHz frente a los 1,5 GHz del S4 Pro).

La pantalla del Z1 tiene el mismo tamaño e idéntica resolución que la del Xperia Z, 5 pulgadas y Full HD (1.920 x 1.080 puntos), pero su calidad de imagen es sensiblemente mayor gracias a la utilización de las tecnologías Triluminos y al motor de procesamiento X-Reality, derivado directamente del que Sony implementa en sus televisores.

La cámara frontal de ambos smartphones es idéntica, pero la trasera del Z1 tiene un sensor Exmor RS con más resolución (20,7 megapíxeles frente a los 13 del modelo original), y, además, también una arquitectura óptica y un software de gestión más elaborados. Por otro lado, la memoria principal y la capacidad de almacenamiento de ambos terminales son las mismas, 2 y 16 gigabytes respectivamente, pero el Xperia Z solo puede ampliarse utilizando tarjetas micro-SD a 32 gigabytes, mientras que el Xperia Z1 puede alcanzar mediante esta misma vía los 64 gigabytes.

También debemos valorar que la introducción de toda esta tecnología en el Xperia Z1, y, sobre todo, de una batería de mayor capacidad (3.000 mAh frente a los 2.330 mAh del Xperia Z) provocaron que este smartphone sea algo más voluminoso y pesado que su predecesor. En la tabla que tenéis un poco más abajo, en este mismo post, podéis encontrar todos los detalles de ambos smartphones.

Pero, como previmos cuando Sony presentó el Xperia Z1, este smartphone no ha ocupado durante mucho tiempo el trono de esta familia. Como sabéis, el pasado lunes Sony dio a conocer oficialmente el nuevo Xperia Z2, que aventaja al Z1 en varios apartados clave. El más evidente es su pantalla, que, aunque emplea la misma tecnología, tiene una diagonal ligeramente mayor (5,2 pulgadas frente a las 5 del Z1). Eso sí, su resolución es la misma, Full HD (1.920 x 1.080 puntos), por lo que la densidad de puntos por pulgada del Z2 (424 ppp) es ligeramente inferior a la del Z1 (441 ppp).

Su procesador también ha evolucionado, por lo que el Z2 incorpora el reciente Snapdragon 801, que, aunque tiene los mismos cuatro núcleos Krait 400 y la GPU Adreno 330 del Snapdragon 800, aventaja a este último en algunos apartados interesantes. Entre otras mejoras, el 801 permite integrar en los smartphones sensores de imagen más rápidos y de mayor tamaño, su rendimiento durante el postprocesado de las fotografías es mayor, ofrece una productividad algo mejor al manipular gráficos complejos, puede acceder a la tarjeta micro-SD con más rapidez e incorpora hardware dedicado que permite soportar Dual SIM.

Más características interesantes del Xperia Z2. Incorpora 3 gigabytes de RAM, frente a los 2 gigabytes de sus predecesores; la capacidad de su batería se ha incrementado hasta alcanzar los 3.200 mAh (aunque seguimos sin tener la opción de sustituirla), graba vídeo 4K, y no solo Full HD, como sus predecesores; y, lo que es más curioso, es un poco más estrecho, fino y ligero que el Xperia Z1.

El gigantón de la familia: el Xperia Z Ultra

Este smartphone llegó a las tiendas algo antes que el Xperia Z1 con el objetivo de «plantar cara» a las propuestas de gran formato de otros fabricantes, como los Galaxy Mega de Samsung. Su característica diferenciadora es, cómo no, su enorme pantalla con tecnología Triluminos de 6,4 pulgadas y resolución Full HD (342 ppp). Tiene 2 gigabytes de memoria principal, igual que los Xperia Z y Z1, y su procesador es un Snapdragon 800 (MSM8974) como el de este último terminal.

Eso sí, su cámara trasera es más «floja» que la de los Xperia Z, Z1 y Z2, pues tiene un sensor Exmor RS de «solo» 8 megapíxeles, inferior incluso al de 13 megapíxeles del Xperia Z original. Dado el tamaño de su pantalla es evidente que sus dimensiones tienen que ser considerables (179 x 92 mm); sin embargo, es inusualmente fino gracias a sus muy razonables 6,5 mm de grosor. Si queréis conocerlo a fondo podéis echar un vistazo a este otro post.

Y el «peque» de la gama: el Xperia Z1 Compact

La última incorporación a la familia Xperia Z, hasta que llegue el Z2 a las tiendas, ha sido, precisamente, este Z1 Compact. Su configuración es prácticamente idéntica a la del Z1 original: SoC Snapdragon 800 con cuatro núcleos de Qualcomm (MSM8974), 2 GB de RAM, 16 GB de almacenamiento interno ampliables mediante una tarjeta micro-SD y cámara trasera con sensor Exmor RS de 20,7 megapíxeles.

Las principales diferencias entre el Z1 y el Z1 Compact residen en la batería de este último, que tiene una capacidad de 2.300 mAh frente a los 3.000 mAh de su «hermano mayor». Y, cómo no, su pantalla. El panel Triluminos integrado en este modelo tiene un tamaño de 4,3 pulgadas, y no de 5 pulgadas, como el Z1 original. Además, su resolución no es Full HD, sino 1.280 x 720 puntos, aunque su densidad de 342 ppp debería ser suficiente para una pantalla de este tamaño. Si queréis conocerlo a fondo podéis echar un vistazo a este otro post.

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