No es ningún secreto que las ventas de los Xperia no son tan buenas como cabría esperar. Sony fue en su momento uno de los principales impulsores de múltiples dispositivos electrónicos pero con los smartphones no tiene una buena relación. Con buen rendimiento pero poco innovadores en general, salvo algún avance como la certificación que los convierte en sumergibles, la línea Xperia siempre ha estado algo perdida. No ha terminado de encontrar su sitio pese a que se cuentan entre los modelos con el diseño más cuidado del mercado.
Sus ventas en el último trimestre 2015 demuestran que la cosa no mejora con el paso del tiempo, es más bien al contrario. Las ventas se han reducido de 450 billones de yenes en el Q4 de 2014 a 385 billones de yenes en el Q4 de 2015. Curiosamente, los ingresos sí han aumentado. De hecho, se han multiplicado por 2,4 al alcanzar 24 billones de yenes en el Q4 de 2015. ¿Por qué? La explicación la ofrece la propia Sony.
Menos terminales pero con mayor valor añadido
Ésa es la explicación que aporta Sony en su informe público de beneficios. Habiéndose vendido menos unidades de smartphones durante el año pasado, la gran mayoría se centraron en sus líneas de gama alta. Los Xperia Z son los que han conseguido que la compañía mejore sus beneficios en un año en el que esperaban todo lo contrario. Reducir las gamas y olvidarse de los teléfonos baratos ha sido la clave.
La decisión se tomó en el seno de Sony hace mucho tiempo pero no ha dado resultados palpables hasta ahora. Reducir el catálogo de terminales ha permitido reducir costes de fabricación y, a su vez, reducir el presupuesto en publicidad. Es notorio que los teléfonos de gama baja de Sony han frenado drásticamente su llegada y el enfoque en la serie Z puede sacar a la división Xperia de los números rojos. A futuro, claro.
Encontrar un hueco para que Xperia crezca y sea rentable
En Sony se han dado cuenta de que tienen poco que hacer contra la gran mayoría de fabricantes de Android. Los teléfonos de gama baja llegan casi a diario desde China y lo inundan todo, capturando a su vez los beneficios. Así, la gama Z se postula como el futuro de los móviles de Sony y los nipones también ponen el ojo en la interoperatividad. PlayStation es una marca potente y una división rentable de Sony, y los Xperia pueden aprovecharse de ello.
La compatibilidad de los Xperia Z con las videoconsolas de Sony es bien conocida, como también está poco explotada. Esta sinergia entre divisiones, más ahora que Sony reagrupa todo lo relativo a PlayStation bajo el mismo techo, potenciará los Xperia en el futuro. Eso es, al menos, lo que esperan en las oficinas centrales de Sony.
Así pues, pese a las malas ventas en número de smartphones, Sony vuelve poco a poco a la senda de los beneficios. Aún tiene muy lejos llegar al lugar que se han fijado desde la propia compañía, pero la línea Xperia tiene un plan de futuro bastante claro, y los últimos resultados refuerzan la idea de que la cúpula de Sony ha acercado en esta ocasión. Los Sony Xperia siguen muy vivos y seguiremos disfrutando de ellos cada año. Menos modelos pero más competitivos. Es la clave del plan de los japoneses.
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