Del Sony Xperia XZ3 al Xperia 1: esto es todo lo que ha cambiado en el terminal estrella de Sony para 2019

Sony tiene ante sí un panorama esperanzador pero también un difícil reto. Una vez se han mostrado sobre el tapete los modelos de sus principales contrincantes, el Sony Xperia 1 quiere contar con un hueco entre las preferencias de los potenciales usuarios que buscan hacerse con un _smartphone_ cargado con Android como sistema operativo.

Un modelo que busca iniciar una andadura y lo hace para empezar apostando por un cambio de nomenclatura. La famosa combinación de letras "XZ" que acompañó al emblema de Sony desde sus inicios desaparece y ahora la firma nipona pulsa el botón de reinicio en el Xperia X1, un nombre más atractivo que el de su antecesor. Pero ¿qué más aspectos han cambiado desde el modelo presentado hace unos meses, el Sony Xperia XZ3? Vamos a verlo.

Cambios en las especificaciones

Un diseño ligeramente evolucionado

Una vez entramos en faena, el diseño del Sony Xperia 1 experimenta una lígera evolución respecto a su antecesor. Y es que en no demasiado tiempo hemos pasado por tres líneas conceptuales básicas: de Omni Balance primero a Ambient Flow el año pasado y ahora llega The Ultimate Wide, un diseño estirado a lo alto y más estrecho de lo habitual.

Vemos como la empresa adopta una evolución enfocada a consolidar un cambio de tendencia que desde Sony afrontaron con la necesidad perentoria para seguir estando en la zona alta en cuanto a fabricantes referencia.

La parte trasera ha perdido algo de la marcada curvatura en las esquinas, una modificación que sin embargo no impide que siga mostrando un brillante ejercicio de estilo. Puede que haya perdido parte de su personalidad, pero quizás ha ganado en facilidad a la hora de sujetarlo con la mano. No obstante, eso queda destinado a las pruebas que haremos.

En el frontal hemos visto cómo Sony apuesta por un crecimiento de la pantalla. De las 6 generosas pulgadas, ahora subimos el listón y llegamos a las 6,5 pulgadas. Más pulgadas y sobre todo más resolución, pues Sony adopta los famosos 4K en una pantalla que además sigue siendo OLED. Cambios que también llegan a la relación de aspecto, pues de los famosos 18:9 pasamos a 21:9. Esto es posible entre otros motivos por una reducción del marco inferior del frontal, que sigue la tendencia vista en otras marcas.

Procesador y RAM: subiendo el nivel

Si antes la carrera de los fabricantes para atraer usuarios era tirar de megapíxeles en la cámara, ahora toca tirar de RAM: cuanto más mejor y aunque no es bueno ser exagerados, los fabricantes están empezando a mostrar auténticos monstruos con 12 GB de RAM.

Sony no llega a tanto y en este Xperia 1 la cantidad de RAM sube a 6 GB desde los 4 GB con los que contaba el modelo anterior. Más RAM que busca sobre todo facilitar la gestión de la multitarea y lograr una mayor fluidez de un sistema operativo que no olvidemos, será Android Pie 9 de fábrica. No podíamos esperar menos.

En el procesador vemos la evolución lógica y desde el Qualcomm Snapdragon 845 damos el salto a su sucesor natural. El Snapdragon 855 es el modelo destinado a mandar en el catálogo Android de alta gama y sólo tendrá la sombra del Kirin de turno en los modelos de Huawei y del Exynos que Samsung montará en determinados mercados en el modelo estrella, el Galaxy S10 y sus variantes.

En relación con la capacidad de almacenamiento, es de agradecer que Sony haya mantenido la posibilidad de usar una tarjeta de memoria de hasta 512 GB que sirve para acompañar a una memoria interna que ahora parte de los 128 GB. Dobla la capacidad del Xperia XZ3, el cual partía de los 64 GB.

Cámaras y apartado multimedia

Sony ha sido un referente en la fabricación de sensores pero no tanto por la calidad final obtenida en sus cámaras, algo curioso cuando facilita los componentes para otros muchos fabricantes. Un apartado en el que vemos evolución y mientras que en el caso del XZ3 nos encontramos con una cámara frontal de 19 megapíxeles con capacidad para grabar vídeo Slow motion a 960 fps en FullHD, el Xperia 1 adopta la configuración multicámara tan de moda.

Veremos ahora cómo ha evolucionado este aspecto en el nuevo modelo. Sony se suma finalmente a la construcción sobre una cámara múltiple y sigue la tendencia del mercado (ojo que no siempre más quiere decir mejor). Un modelo que monta una triple cámara en la trasera con tres sensores de 12 megapíxeles para distintos usos: un angular (con apertura focal de 1.6 y tecnología dual pixel), gran angular y tele. El sensor principal hace las veces de un angular de 26 mm, el gran angular de 16 mm y el tele de 52 mm. Un sistema de cámaras que heredan soluciones como la cámara super lenta o el Dynamic Vibration System.

Por su parte la cámara frontal es de 8 megapíxeles y aquí Sony sí que se diferencia de otras propuestas de los rivales. Una cámara que no cuenta con autofocus.

Los clásicos extras

Por último, el Xperia 1 ofrece una continuidad en lo referente a otros apartados. La batería de 3.300 mAh sigue presente y habrá que ver cómo resiste el trabajo que le va a dar el mantener una pantalla 4K OLED que no es moco de pavo. Por muy bien gestionado que vaya el Snapdragon 855, esa pantalla dará mucha guerra.

Además mantiene la certificación IP68 lo que lo convierte en un terminal todoterreno incluso para los más activos, algo a lo que contribuye la protección Gorilla Glass 6 en la pantalla.

Cómo podemos ver, hay una evolución pausada en algunos campos y obligada y significativa en otros. Entre los primeros un diseño más depurado y la clásica optimización en _hardware_ por la que suelen apostar casi todos los fabricantes. Y más radical, la llegada de la cámara múltiple para ponerse a la altura de la competencia. Habrá que ver cuál es el resultado final para comprobar si el trabajo realizado por Sony ha valido la pena.