El Chromecast es bueno, pero creo que el Google TV Streamer 4K va a ser mucho mejor. Estas son mis razones

Ha llegado el fin de una era: el mítico Chromecast se despide para dar paso a un sucesor que cambia de forma y de lugar. El nuevo Google TV Streamer 4K debuta hoy y sustituye la espalda de nuestro televisor para estar en el mueble tras esta clara evolución. Y eso no significa que el anterior Chromecast con Google TV haya muerto, seguirá recibiendo actualizaciones como la que aterriza desde hoy y trae importantes novedades.

Sea como sea, y aunque algunos se hayan quedado sin ese deseado modelo 'Pro', es una evolución con mucho sentido y personalmente pienso que va a dar mucho más de sí. Los motivos de este pensamiento están en sus propias características, que le permiten ir un paso más allá que el Chromecast. Y se antoja necesario para una Google que quiere estar en todos los rincones, también en el del salón.

Un hardware mejorado. ¿Adiós al lag?

No es que los últimos Chromecast con Google TV fueran lentos, pero tampoco son los dispositivos más rápidos con el SO de Google. De hecho, el rendimiento es mejorable con un par de ajustes, aunque el usuario no debería ir toqueteando para afinar un funcionamiento que con algunas apps, deja algo que desear.

Ahora, el nuevo Google TV Streamer llega con más potencia que nunca y a falta de pruebas, debería ofrecer un mejor desempeño navegando por la interfaz del sistema. Todavía más conociendo que su software incluye funciones nuevas como generación de imágenes e información a través de la IA de Google, Gemini. MediaTek pone el chip, un MT8696 que junto a los 4 GB de RAM (2 GB tenían los últimos Chromecast) marcarán el rendimiento.

El 4K asegurado sin pagar de más

Google ha desechado la dualidad que hasta ahora imperaba en la familia Chromecast: adiós a la versión 1080p. En la recta final de este 2024, era hora de que los usuarios no debieran pagar más para optar por una resolución que lleva años dominando los televisores para el hogar, incluso los más baratos.

Ahora no hace falta elegir: un mismo dispositivo sin importar la resolución de la pantalla a la que lo conectemos. Era hora de que Google diera este pequeño salto, dado que los contenidos también se distribuyen mayoritariamente en esta resolución: Netflix, Prime Video, Max y Disney+ son solo algunas de las plataformas compatibles con 4K.

Un mando "mágico" mejorado

Quizá el mando sea el aspecto con menos cambios, aunque trae uno muy sutil que es de gran utilidad: un botón "mágico" que podemos personalizar al gusto. ¿Que queremos un acceso rápido a otras aplicaciones? Lo tenemos. ¿Que somos de perder el mando entre los cojines del sofá? Tiene otro botón para localizarlo.

A pesar de que estéticamente no ha cambiado mucho, el nuevo mando es un motivo de peso para dar el salto, con pequeños aditivos que redondean un dispositivo que ya era muy competente.

Olvidar los problemas de WiFi es ahora más fácil

Hasta ahora, el Chromecast dependía del WiFi de nuestra casa para acceder a sus aplicaciones y contenidos. O en su defecto, de un adaptador para conectarle un cable Ethernet desde el router, algo que no muchos usuarios conocían. Ni hará falta que conozcan con el recién lanzado dispositivo de streaming: incluye un puerto Ethernet en su trasera, que además es Gigabit (soporta velocidades de hasta 1 Gbps).

Tener fibra óptica en mi casa tiene más sentido con el Google TV Streamer: podré aprovechar el 'giga' simétrico que ofrece mi operadora y que por WiFi lastimosamente no llegaba. En este cambio de TV Stick a TV Box, es el beneficio más claro que me empujará a su compra, sobre todo ahora que el juego en la nube va ganando peso.

Imagen de portada | Enrique Pérez para Xataka y Google

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