Con el auge de los dispositivos conectados, los wearables que incluyen desde relojes inteligentes a pulseras inteligentes de todo tipo, nuestras muñecas se han llenado de correas. Y muchas de ellas son de silicona. Mucho más baratas de comprar que las de tela o las metálicas, qué duda cabe, pero también con un mantenimiento algo más complejo. Pero no mucho, tranquilos.
Dice el refrán que "cada maestrillo tiene su librillo", y en el caso de las pulseras de silicona también se cumple, pues aunque con limpiarlas con agua de vez en cuando podemos mantenerlas relativamente bien, existen métodos concretos para tenerlas (casi) como el primer día. Vamos a ver esos métodos pues no son tan complejos como se puede pensar.
Recomendaciones en caso de que haya metal
Antes de limpiar nuestras correas de silicona hemos de tener en cuenta que en ocasiones llegan acompañadas de piezas de otros materiales. Con el plástico no hay problema pero si hay alguna pieza metálica en nuestra pulsera de silicona, como es el caso de los pasadores metálicos que la unen a la caja del reloj o de la hebilla de ajuste, es conveniente tratar de aislarlo del agua.
Cuidado con las piezas metálicas pues podrían corroerse u oxidarse
Para esto podemos cubrir esta parte con film transparente, asegurándonos de que el agua no pueda entrar, o bien tratar de mantener estas partes fuera del agua ya que el método que vamos a usar para limpiar las correas implica que las tenemos que sumergir. En todo caso, si estos componentes son de plástico no correremos riesgo de que se corroan u oxiden.
Con todo, lo lógico es que salvo por el pasador, que es siempre metálico en todas las correas, el resto de componentes sean metálicos únicamente en correas de tela, cuero o enteramente metálicas. Si nuestra correa es de silicona, lo lógico es que la hebilla sea de plástico y no tengamos que preocuparnos de que se deteriore durante el mantenimiento.
Desmontaje e inmersión en agua tibia
El primer paso es, lógicamente, separar la correa de nuestro reloj o pulsera. Si estamos ante una pulsera tipo Mi Fit de Xiaomi o tipo Band, bastará con que extraigamos la pieza inteligente central, la que porta la pantalla, para tener la correa libre para su mantenimiento. Si estamos en el caso de un reloj o de otro tipo de pulsera, deberemos desprender la correa aflojando los pasadores que la unen a la caja. Bastará con la uña o, si es necesario, que nos ayudemos de un destornillador plano pequeño o de un cuchillo sin afilar (por la salud de nuestros dedos).
Una vez la correa está separada de nuestro reloj o banda cuantificadora, debemos sumergirla en agua tibia, aunque es más recomendable que el agua sea caliente para que permanezca a buena temperatura durante más tiempo. Llenaremos un recipiente con agua caliente (no hirviendo, esto no es un quirófano) y añadiremos unas gotas de lavavajillas o detergente líquido. Sumergiremos la pulsera en este agua entre 10 y 15 minutos para que la suciedad comience a reblandecerse y así sea más sencillo limpiarla.
Una vez hemos hecho esto, tomaremos un cepillo de dientes, un cepillo de limpieza de relojes o bastoncillos para las orejas y, también con unas gotas de lavavajillas o detergente líquido, frotaremos la pulsera de forma suave por todas las partes para así retirar la suciedad en la medida de lo posible. Si la pulsera tiene algún tipo de grabado o surcos, nos esmeraremos más en ellos para extraer la suciedad incrustada en ellos.
Una vez hemos acabado de frotar todas las partes de la pulsera con nuestro cepillo o bastoncillo, volveremos a sumergirlo en agua caliente o tibia durante otros 15 minutos para que termine de desprenderse la suciedad y para que los restos de jabón o detergente queden en el agua. Después bastará con que sequemos la correa hasta que no quede resto de humedad y volvamos a armar nuestra pulsera o reloj inteligente.
Y una vez limpia, unos consejos de mantenimiento
Además de proceder a limpiar las correas de nuestro reloj o pulsera inteligente de forma regular (cada pocas semanas, por ejemplo) hay algunos consejos de mantenimiento que os vendrán bien para alargar su vida útil y no tener que estar comprando reemplazos cada dos por tres. Salvo que queráis ir variando de estilo y nos importe hacer estos cambios, claro estará.
En primer lugar, es conveniente no someter a la pulsera a tensiones innecesarias como torsiones o pliegues forzados. Estirar nuestra pulsera de silicona puede hacer que ésta se deforme, perdiendo su estética por un lado y su capacidad de fijación por otro. También es recomendable que, si tenemos varias, las guardemos en sitios separados de pulseras u otros objetos metálicos. Así evitaremos arañazos.
Aunque las pulseras de silicona están para lo que están, es bueno saber que el exceso de luz solar directa hace que pierdan elasticidad. Si pasado un tiempo notáis la pulsera más rígida de la cuenta, es posible que se deba a una gran exposición al sol. Si salís a correr a pleno sol con vuestra pulsera o reloj inteligente está claro que la exposición a la luz solar no puede evitarse, pero siempre es recomendable llevarla cubierta el mayor tiempo posible.
Por último, evita el contacto de la pulsera con productos químicos fuertes o abrasivos. Por ejemplo, los productos que se utilizan para limpiar piscinas, o bien aguafuerte (salfumán) o aguarrás en los productos de limpieza que solemos tener en casa. Si vais a usarlos, quitaos antes la pulsera o el reloj para evitar decoloraciones y deterioros innecesarios. Siguiendo estos consejos y con un mantenimiento regular, la pulsera os debe durar más tiempo.
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