Un router neutro aporta importantes ventajas frente al que instala la operadora. Puede mejorar incluso la cobertura WiFi
El router es un elemento indispensable para que la conexión a Internet llegue hasta nuestros dispositivos. Como es habitual, la operadora a la que contratamos para este servicio nos proporciona el equipo requerido y nos lo deja todo listo para su uso. Sin embargo, en ocasiones, los routers que usan las operadoras no cubren nuestras necesidades.
Ya sea porque la señal WiFi es débil, porque tiene algún fallo, o simplemente quieres experimentar con otras soluciones, siempre tenemos la opción de sustituir o complementar el router de la operadora con uno propio. Los routers neutros (así se denominan) nos dan más libertad, así que vamos contarte cómo podemos cambiarlo sin olvidar que puede ser un perfecto complemento.
Piénsalo bien antes de adquirir un nuevo dispositivo
Por regla general, las operadoras han probado suficientemente los equipos que proporcionan a sus clientes, así que debemos tener un buen motivo (o más de uno) para cambiar el router predeterminado. Igualmente, cada operadora tiene un portfolio de equipos, véase Movistar, Vodafone, Orange u otras empresas del sector como las del grupo MásMóvil, o Digi. Así que será cuestión de suerte, o tarifa elegida, que nos sirvan uno u otro.
Puede que estés experimentando algunos problemas como cortes en la conexión WiFi, paradas o cargas de buffer en servicios de streaming, desconexiones de dispositivos del hogar como cámaras, entre otros. Será ahí cuando empecemos a dudar de la fiabilidad del router que nos dejó instalado la operadora.
Otra razón para desecharlo puede ser que no cuente con tecnologías que son necesarias para tu uso particular, y ten en cuenta que el precio no es un factor determinante cuando pensamos en comprar uno: hay otros aspectos en los que fijarse.
Por ejemplo, podría ser que contemos con una conexión de fibra ultrarrápida, un router con WiFi 6 puede ser algo casi indispensable para aprovechar todo el ancho de banda. Tenemos otras alternativas si nuestro caso es que queremos amplificar la cobertura WiFi, como usar repetidores, PLCs, o simplemente un router barato y un cable. También, el mercado nos ofrece dispositivos especializados en algunas acciones, como implementar VPN por red.
Si tienes un router antiguo, puede que no tengas que gastar ni un euro
Llegado el momento en el que hemos decidido que debemos cambiar el router de la operadora, considera echar un ojo a los cajones donde guardas equipos antiguos porque tu router viejo aún puede salvar la situación.
Evidentemente si buscamos mejorar las características actuales, es poco probable que éste nos sirva, pero nunca debemos descartarlo pues podría ser que nos proporcione una mejor conexión.
En definitiva, tienes a un lado el problema o necesidad, y al otro las especificaciones de tu router viejo, sólo perderemos unos minutos en comprobar si este cumpliría la tarea que tenemos en mente. Si no conoces muy bien qué aspectos son importantes, hemos hablado anteriormente sobre qué tener en cuenta para saber si tenemos un router de calidad.
Puedes cambiarlo, pero lo recomendable es complementarlo
A pesar de que hayamos elegido adquirir un nuevo router, no todo será tan fácil como desconectar el de la operadora y conectar el recién comprado. En ciertas circunstancias, será complicado eliminar del mapa el original. Es verdad que los routers neutros no tienen porque venir preparados para ser compatibles con todos los servicios que proporcionan los ISP (Internet Service Provider, hablando claramente, la operadora).
El tema está en que la configuración del equipo es importante, tanto como para que tengamos o no conexión a Internet, o ciertas funciones no terminen de funcionar como deberían. Uno de estos elementos necesarios es el módem: si no cuenta con uno que soporte la conexión ADSL o no tiene posibilidad de conexión óptica, no nos servirá como sustituto. En estos casos, lo mejor será usarlo como acompañante. Ten en cuenta que otros servicios de las operadoras como la televisión o las llamadas VoIP, también requieren una configuración (que normalmente no comparten).
Por lo tanto, antes de fallar en el intento, contacta con tu operadora por si accedieran a compartir los datos necesarios. Será entonces cuando buscaremos un modelo compatible con todas las características, y lo que es más importante: con una configuración abierta al detalle. Será un proceso difícil, de ahí que la mayoría opte por usar los dos equipos simultáneamente. Necesitarás los parámetros y códigos de configuración, pero te adelantamos que si cuentas con llamadas a través de Internet, se complicará la empresa.
Ventajas e inconvenientes de cambiar el router de la operadora por uno neutro
Seguramente tus problemas se solucionen si has conseguido configurar el router y has elegido acertadamente. No obstante, como en cualquier otro campo relacionado con la tecnología, el cambio conlleva unas ventajas y unos inconvenientes.
Un router neutro recién comprado te ayudará a aprovechar las conexiones de fibra óptica con tecnologías como WiFi 5 y WiFi 6, incluso si optas por una solución de WiFi Mesh podrás disfrutar de una conexión más estable y mejor repartida. Por otro lado, un equipo que incorpore más antenas o sean de mayor calidad también auguran un buen acceso a Internet.
Siguiendo con las ventajas, un router neutro, por regla general, equipa un mejor hardware, con componentes internos mejor diseñados y con más memoria y capacidad para la transmisión de paquetes de datos de gran tamaño. Además, estos cuentan con configuraciones más abiertas y libres (con aplicaciones para configurarlo desde el móvil), por lo que no tendrás limitaciones impuestas por la operadora, dejando todo al gusto del usuario.
En el apartado de conexiones por cable, suelen traer mejores opciones , como puertos Ethernet Gigabit, e incluso el estándar a 2,5 GHz, útil para conectar NAS y otros dispositivos más demandantes.
No todo el oro reluce, y los inconvenientes o desventajas de usar uno propio comienzan con la complejidad que conlleva su puesta a punto. A pesar de que el router que has adquirido sea totalmente compatible con tu conexión, necesitarás los parámetros que tu operadora podría darte, aunque descartamos que esta vía sea apta para un usuario medio. En ningún caso hablamos de una conexión de "conectar y a funcionar", así que tenlo en cuenta.
Como segunda pega, tenemos el precio: mientras que la solución ofrecida por el ISP suele ser gratis, un router neutro tiene un coste a pagar y está directamente relacionado con la gama de productos que miremos (características, especificaciones, calidad, etcétera).
El proceso de configuración depende del tipo de conexión
Entramos en materia, pero primero debemos conocer como se gestiona nuestra conexión a Internet de manera resumida: generalmente, verás dos equipos que tu operadora instaló, un router y un pequeño dispositivo llamado ONT. Este último es el que suele recibir la conexión óptica de fibra, y el router se encarga de asignar las IPs a los diferentes dispositivos enlazados a la misma vez que reparte la señal WiFi.
Pues bien, tenemos dos vías posibles para abarcar tal empresa: conectar el router neutro al ONT (sustituyendo el router de la operadora) o bien conectarlo al proporcionado por el ISP, pero para ello será necesario usar el modo bridge.
Conexión directa a ONT
Este método sería la sustitución completa del equipo predeterminado, por lo que es el modo más eficiente. Pero para esto, la ONT debe estar separada del router (en ocasiones, viene incorporada dentro de él). Si en tu caso viene todo en un mismo equipo, deberás adquirir de forma separada una ONT y obtener los datos de identificación para que la conexión óptica funcione a la perfección.
Si por el contrario, ya tenemos una ONT independiente, necesitamos también que el router neutro soporte las redes virtuales (VLAN), y obtener datos importantes como la prioridad usada por la operadora. En algunas compañías como Orange, esto no será necesario, por lo que conectando el puerto WAN del router neutro al puerto RJ45 del ONT bastará.
Lo más sencillo: el modo puente
Como comentamos al inicio de esta sección, el modo bridge es tu aliado si pretendes complementar el router de la operadora. Este modo es perfecto si la ONT y el router van en el mismo dispositivo, pero igualmente válido para el caso contrario. Hemos hablado sobre esto en otras ocasiones, al comentar cómo mejorar la cobertura en casa.
Desde la configuración del router podrás hacerlo, localizando el nombre citado o bien su traducción al español (modo puente). Así, se convertirá en un simple módem que trasladará la conexión al router que hemos comprado. Es decir, el router de la operadora desactivará sus tareas de router, switch y punto de acceso para concedérselas al neutro.
No hay una configuración global que responda a todas las operadoras y equipos disponibles en el mercado, así que nos tocará ser un "manitas" y buscar toda esta información en la red. Una manera sencilla será contactar con el ISP que proporciona el servicio y preguntar sobre la disponibilidad de los parámetros y pasos necesarios.
Como hemos podido comprobar, sustituir el router de la operadora por uno propio nos trae grandes ventajas, pero el proceso puede resultar bastante complejo para usuarios que no sean expertos. Con un poco de paciencia y los conocimientos suficientes, podremos sacar el máximo provecho de nuestra conexión a Internet.
Imagen de portada | Pepu Ricca con Bing Image Creator
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