Fotografiando con móviles de dos, tres y hasta cuatro cámaras: qué objetivo elegir en cada situación

Los móviles, para superar la falta de calidad del zoom digital, empezaron a sumar más y más objetivos, con sus correspondientes sensores, para poder fotografiar el mundo con diferentes ángulos. El problema es que muchas veces elegimos uno u otro por inercia. Y no podemos olvidar que elegir un angular o un tele depende de muchas cosas. La clave es tener claro lo que queremos enseñar.

Los objetivos fotográficos muestran más o menos de la realidad según el diseño óptico. La disposición de las lentes de su interior marcan el ángulo de visión. Y siempre depende de la diagonal del sensor. Cuando nos referimos a un 14 mm o a un 300 mm siempre lo hacemos según la diagonal de un sensor de formato completo.

Pero no existe ningún semejante sensor, ya que sería imposible que alojara un objetivo de tales dimensiones. Tendremos que esperar a la evolución de las lentes líquidas para siquiera imaginarlo. Pero seguro que es más probable que avance el software antes que caer en sensores de semejantes dimensiones.

El mismo lugar, distinto objetivo, distinto resultado

¿Y por qué utilizamos una u otra focal? Muchos dirán que es porque con unos entra más información y con otros menos... Algunas dirán que unos alejan y otros acercan. Es una forma sencilla de verlo. Pero tenemos que acostumbrarnos a decir que simplemente muestran más o menos ángulo de visión. En realidad, los objetivos lo único que hacen es recortar.

Iso 32 1/500 f1,6 (fotografía recortada para simular un tele)

Lo que cambia todo es la distancia del objetivo al sujeto que estemos fotografiando. No os creáis que los objetivos deforman o aplastan la perspectiva. Los objetivos no tienen el poder de cambiar la realidad. Eso se lo dejamos a nuestra creatividad y a nuestras ganas de movernos.

Iso 32 14 mm 1/900 f2,4

Aquí vamos a ver que las posibilidades que nos ofrecen los móviles actuales multiplican por dos, tres o cuatro el resultado final de nuestros disparos. Y que no es lo mismo disparar con el angular que con el tele... Y por supuesto que no todos los retratos se hacen con el teleobjetivo o que los paisajes siempre con el angular.

Los diferentes objetivos de los teléfonos móviles

Es una maravilla que ya no dependamos del zoom digital, esa aberración que lo único que consigue es empeorar la calidad de nuestras fotografías. Para conseguir el mismo resultado, sin perder tanta calidad, solo necesitamos recortar. Esta es la gran ventaja y por lo que sirve también tener muchos millones de píxeles.

Ahora mismo, en los teléfonos móviles podemos encontrar hasta cuatro cámaras distintas, con distintos objetivos: angulares, normales y teles. Como hemos comentado, sirven, como reza la publicidad, para fotografiar paisajes o para hacer retratos. Lo mejor de todo es que no podemos limitarnos tanto. Al final usaremos uno u otro en función de nuestras necesidades.

  • Angulares: ofrecen un ángulo de visión que va desde los 180º (ojo de pez) hasta los 65º de un 35 mm
  • Normales: su ángulo de visión es similar al que nos ofrece uno de nuestros ojos
  • Teles: recorta considerablemente el ángulo de visión. Puede ir desde los 30º hasta los 2º de un 1200 mm

Las diferencias entre uno y otro se deben a las lentes elegidas para su fabricación. Por ejemplo, para un teleobjetivo fabrican lentes divergentes, que tienen al menos una cara cóncava. También influye la longitud del cuerpo.

El angular extremo distorsiona el primer plano

Lo mejor de todo es que, en un móvil, funcionan en conjunto en muchas ocasiones para conseguir un mejor resultado. Y suele ser útil para conseguir desenfoques en el modo Retrato, entre otras cosas. O para hacer un mapa de profundidad.

Si me alejo no hay distorsión

¿Y por qué mi teléfono dicen que tiene una distancia focal de 5,1 mm, por ejemplo? Porque depende de la diagonal del sensor. En los sensores FF la diagonal mide 46 mm, de ahí que se considere 50 mm como un objetivo normal. A partir de ahí se calculan el resto de los objetivos según el sensor al que estén destinados.

Esa focal de 5,1 mm puede ser una referencia perfecta para saber la superficie de nuestro sensor. Y sobre todo para darnos cuenta de que estamos ante algo muy pequeño. Por cierto, en un iPhone 13 tiene el mismo ángulo de visión que un 26 mm.

Las claves para elegir el objetivo adecuado para cada escena

Para simplificar siempre se ha dicho que el objetivo angular es para paisajes o que el tele es para retratos. Pero no es cierto. Todo depende de la distancia a la que estemos del objeto que queremos fotografiar.

Los paisajes quedan impresionantes con un tele, y un buen retrato se puede hacer sin problemas con un angular. Solo tenemos que vigilar la distancia al sujeto para cuidar la perspectiva. Como bien dice Guillermo Luijk:

Un objetivo angular, al proporcionar un mayor ángulo de visión hará que entre en el encuadre una mayor porción de escena, y será precisamente en los bordes añadidos donde más se notará la deformación causada por la perspectiva. Esta deformación aparente es consecuencia ineludible del hecho físico que tiene lugar cuando realizamos una fotografía: una escena tridimensional se proyecta de manera rectilínea sobre un plano (en este caso el plano del sensor). Los elementos que resulten más alejados del centro de la imagen aparecerán «estirados», y las líneas rectas convergerán de acuerdo a una perspectiva cónica.

Solo con alejarse y cambiar de objetivo el resultado es más natural y se ve lo mismo

Por este motivo, por la proyección rectilínea, tenemos que tener en cuenta ciertas cosas:

  1. Si nos colocamos muy cerca del objeto principal, el primer plano parecerá notablemente más grande que lo que vemos al fondo. Luego si queremos destacar algo que esté al fondo puede que no sea buena idea disparar con un angular.
  2. Por este motivo, si hacemos fotografías de grupo, puede que las personas que estén en los extremos de la imagen salgan más distorsionados que los del centro. Si queremos evitarlo lo mejor es alejarse y disparar con el tele.
  3. Pensamos siempre que un retrato es un primer plano. Y no tiene por qué. A veces podemos saber más cosas de la persona si nos alejamos e incluimos el espacio que le rodea. Y siempre alejar a nuestro modelo de los extremos con los angulares más extremos de nuestro móvil.
  4. No necesitamos enseñar todo el paisaje que vemos con nuestros ojos. Si hacemos la fotografía con el tele del smartphone, tendremos la facultad de cerrar el ángulo de visión de la imagen y por este motivo 'acercar' los objetos fotografiados. Es la mejor forma de destacar lo que está más lejos.
  5. Si queremos acercarnos a un objeto y no podemos porque la distancia a la que estamos nos lo impide o porque nuestro móvil no tiene teleobjetivo, lo único que tenemos que hacer es recortar la imagen posteriormente en cualquier aplicación. Así conseguiremos exactamente el mismo ángulo de visión que cualquier teleobjetivo. A cambio, la imagen será más pequeña.
  6. Y por último señalar un aspecto técnico importante. No todas las cámaras y respectivos objetivos ofrecen la misma calidad. Tendremos que averiguar cuál es el sensor principal de nuestra cámara y utilizar solo el objetivo que tiene para lograr la máxima calidad técnica posible.

Cuando te encuentres una lista de consejos como la que acabas de leer, intenta seguirla como referencia hasta que la domines. Y luego no te olvides de que solo son consejos, nunca reglas inamovibles. Será entonces cuando encuentres tu verdadero estilo.

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