Roaming, una palabra que lo mismo nos puede dar una alegría en un viaje (cuando es gratis) como un susto equivalente a cuando pulsabas el botón de Internet en tu Alcatel One Touch Easy, cuando no lo es. Nos acordamos del roaming cuando llamamos, pero lo cierto es que no debemos descuidar cuando nos llaman. Nos puede salir muy caro.
Dependiendo de tu operadora y del país en el que estés, responder al teléfono te puede salir carísimo, pagando hasta 3 euros por minuto. El asunto es todavía peor si la llamada en cuestión es además una llamada de spam.
Precaución, amigo viajero
A estas alturas todos hemos ya interiorizado que allá donde viajemos es mejor mantener el roaming de datos desactivado, aunque mantener la SIM encendida puede ser no solo útil, sino necesario. Al fin y al cabo, si mientras estás en el extranjero necesitas recibir algún código de verificación que te llegue por SMS, necesitarás tener la SIM operativa.
La buena noticia es que recibir SMS es gratis estés donde estés (otra cosa es enviarlos), pero el problema llega cuando alguien te llama. Responder a la llamada mientras estás en el extranjero te puede salir carísimo. Hasta más de 3 euros por minuto, sin contar el establecimiento de llamada.
El coste en cuestión depende de tu operadora y del país, pero la buena noticia es que generalmente no vas a tener que hacer cábalas: tu operadora te enviará un SMS indicándote las tarifas de roaming que se te aplican. Leélo detenidamente:
En el ejemplo anterior, recibir una llamada cuesta 0,84 euros por minuto, que no está nada mal. Una llamada de 5 minutos serán 4,2 euros y a poco que se extienda la cosa y hables por 15 minutos, te habrá costado 12,6 euros y eso que ni siquiera has llamado a nadie.
Quien está roaming se encarga de pagar el coste extra de hacer llamadas y también de recibirlas, lo cual tiene todo el sentido pues quien te llama no tiene por qué saber en dónde estás y tampoco se le avisa de ningún modo. No obstante, si ya te puede molestar que te llame tu primo para contarte un cotilleo mientras estás de vacaciones en una isla del Pacífico, imagínate cuando encima es una llamada de spam vendiéndote seguros o una nueva tarifa de fibra.
La regla general para evitar cargos extra es no responder al teléfono en el extranjero a no ser que sea extremadamente necesario. Si es un familiar o amigo, lo más probable que opte por mandarnos un mensaje con alguna aplicación de mensajería como WhatsApp, Messenger o similares.
Si es publicidad, lo más seguro es que seguirán insistiendo cada vez con un número distinto. La curiosidad mató al gato y puede ser tentador responder para ver qué quieren con tanta insistencia, pero es entonces cuando te puedes llevar la gran decepción de pagar para recibir una llamada que además es de publicidad.
Cuando el número es desconocido, a no ser que estemos esperando una llamada importante, nos sale más a cuenta no responder e intentar averiguar de quién es el número buscándolo en Internet o usando alguna aplicación de identificación de números, como TrueCaller, ListaSpam y similares.
Tan importante es no responder como no devolver la llamada, pues es todavía más caro. Si estás de vacaciones, y no tienes ninguna llamada importante pendiente, entonces sea lo que sea seguro que puede esperar a que vuelvas.
Ahora bien, si debes atender la llamada sí o sí y esperas que pueda ser algo larga, te puede salir más a cuenta usar un sistema de llamadas VOIP, como el de Skype, para devolver la llamada a un precio que sea mucho más asumible.
Foto portada | Danijela Prijovic en Unsplash