Más allá de la tarifa de fibra o ADSL que tengas contratada, hay un elemento clave que distingue tener una buena conexión WiFi en casa o tener una de mala calidad: el router. De serie, las propias compañías te envían un router WiFi predeterminado que no siempre se adecua a tus necesidades, por lo que siempre es interesante conocer bien todas sus características.
En este post te contamos de qué forma puedes comprobar si tu router cumple las expectativas, pudiendo ver si es de más o menos calidad. Para ello hay varios apartados que consideramos los más relevantes y que en buena parte sirven para verificar si el aparato es realmente lo que necesitas o si, en su defecto, debes solicitar otro a la compañía o incluso comprar uno nuevo.
Localizar su manual de instrucciones podría serte de mucha ayuda
Ya sea para obtener información sobre su manejo o acceder a las especificaciones como tal, siempre es interesante tener a mano el manual de uso del router. Este lo podrás encontrar en la caja que te entregó la compañía al entregarte el router. Esta guía podría servirte además para comprobar algunos de los parámetros que vamos a ver en siguientes apartados.
El tipo de WiFi que admiten
El más reciente y avanzado tipo que nos encontramos en el mercado es el estándar WiFi 6E, el cual a grandes rasgos comparte gran parte de ventajas con el WiFi 6, solo que operando en bandas de 6 GHZ. No obstante, estamos todavía lejos de ver este tipo de WiFi como un estándar en los routers, por lo que es probable que el tuyo no lo admita.
Ahora bien, no tener WiFi 6E no es sinónimo de tener un mal router. También se puede admitir a día de hoy un router con WiFi 6, el cuál si que está empezando a estandarizarse en los routers más recientes. Y, aunque en menor medida, el WiFi AC (WiFi 5) puede seguir ofreciendo buenas velocidades de conexión, pese a sus más que evidentes diferencias con respecto al WiFi 6.
Aunque retomando el estándar del WiFi 6, conocido anteriormente con el protocolo 802.11ax, es a partir de este que encontramos ventajas como una velocidad hasta un 40% mayor que la del WiFi 5, incluyendo la posibilidad de ofrecer conexión en bandas de 2,4 GHz, 5 GHz y hasta 6 GHz en algunos casos, pudiendo obtener con ello una mayor optimización y eficiencia energética tanto del router como de los dispositivos que están conectados, dado que no todos exigen siempre de tener la mayor de las velocidades para cumplir su función.
Observa cuántos puertos tiene
Si únicamente vas a usar el router para tener conexión WiFi, seguramente te importe poco el número de puertos que tenga. Si nos ceñimos a lo estrictamente técnico, tener un router con más o menos puertos no determina que sea mejor o peor, aunque ayuda. Y es que la conexión mediante cable siempre es la más apropiada si queremos obtener la máxima velocidad y estabilidad en la conexión.
En el ya citado manual del router aparecerá el número de puertos y su tipo, pero basta con echar un vistazo a la parte trasera del mismo para comprobar cuántos puertos tiene. Lo habitual es encontrarse con entre dos y cuatro clavijas LAN Ethernet con capacidad de conectarse a una velocidad de hasta 1 Gbps. En los más avanzados, encontrarás tomas especiales de hasta 10 Gbps.
Luego, más allá de estos "clásicos" puertos, es posible que te encuentres puertos USB del tipo 2.0 o 3.0, puertos M2 e incluso lectores de tarjetas SD. Todos ellos están diseñados con el objetivo de que puedas conectar directamente al router otros equipos como impresoras, servidores u otros periféricos, pudiendo tenerlos a todos unificados bajo una misma red y automatizar muchos procesos.
Comprueba cuánto alcance y cobertura ofrece
La mejor forma de comprobar si el router te está proporcionando una buena señal en toda la casa es hacer diferentes test de velocidad a lo largo y ancho de la misma. Para ello podría servirte el móvil, desplazándote por cada estancia de la casa y comparando los datos obtenidos en las diferentes pruebas.
Es evidente que cuanto más cerca estés del router, se intuye una mayor velocidad. Ahora bien, encontrarse con diferencias muy grandes entre las estancias es un claro signo de que el router no tiene un buen alcance que permita tener buena cobertura en cada zona. Esto depende en buena parte de la posición del router y del número y orientación de las antenas del mismmo.
Eso sí, no deberías pensar siempre que una mala señal y baja cobertura se debe siempre al router. En la muchos casos se debe a los obstáculos que tenemos en casa y que dificultan el paso de la señal WiFI. Ante estos casos siempre puedes recurrir a métodos que mejoran la señal WiFi como orientar las antenas, elegir otra banda de conexión o incluso optar por comprar un repetidor WiFi que amplifique la señal en zonas determinadas del hogar.
Investiga su interfaz de usuario
Tal vez este sea el apartado menos determinante para saber si tu router es de mejor o peor calidad, pero tampoco es un aspecto menor. Todos los routers tienen su propia interfaz para configurarlos, ya sea a través de una aplicación para móvil u ordenador o accediendo vía web mediante la dirección IP.
En esta interfaz hay varias claves para saber si estamos ante un buen software o no. El primero de ellos es la cantidad de opciones que admite el router de forma predeterminada. No hay razones para andar tocando todas y menos sin conocimiento, pero dar al usuario el mayor número de posibilidades es siempre algo digno de agradecer.
De igual forma, que la interfaz sea intuitiva y visualmente agradable suma también varios puntos extra. Y es que puedes encontrarte con un router de muy buena calidad a nivel técnico y con muchas configuraciones, pero si su interfaz de manejo es tediosa podría suponerte un problema cada vez que quieras realizar algún cambio.
Resumen con lo más óptimo para un router en estos tiempos
En vistas de todo lo anterior, repasamos en este punto final cuáles deberían ser los requisitos mínimos a exigir en un router en pleno 2022. Siempre con una horquilla variable que vaya en función de tus necesidades, pero con estos mínimos aconsejados:
- Admitir WiFi 6 o una de sus variantes posteriores como el WiFi 6E debería ser ya un requisito mínimo a exigir en estos tiempos.
- Funcionar en bandas de 2,4 GHz y 5 GHz, muy al hilo de lo anterior y teniendo un plus más que considerable si el router admite bandas de hasta 6 GHz.
- Cuatro puertos Ethernet en los que, al menos uno de ellos, ofrezca una velocidad de conexión superior a 1 Gbps. Suma puntos que el router admita otras conexiones como las que ofrece un puerto USB 3.0.
- Al menos dos antenas que puedan posicionarse de múltiples maneras con el fin de facilitar el alcance de señal en toda la casa.
- Interfaz que ofrezca facilidad de uso y diferentes opciones, siendo más que interesante tener la posibilidad de acceder a ella desde el ordenador y desde el móvil.
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