Dos nombres que no tardan en aparecer al hablar de cualquier conversación sobre privacidad en la red son servidores proxy y VPN, a veces usados de forma intercambiable, aunque lo cierto es que son muy distintos entre sí.
Si te debates entre si te conviene más un servidor proxy o una conexión VPN, aquí intentaremos aclararte en qué se diferencian entre sí y cuál te conviene más según para qué tienes pensado usarlos.
Qué es un proxy
Un servidor proxy hace de intermediario entre nuestro dispositivo e Internet, de modo que nosotros nos conectamos a él y él es el que se conecta a los servidores web y nos envía la información de vuelta. Como consecuencia, nos sirve para ocultar nuestra dirección IP y poder saltarnos bloqueos geográficos, como páginas censuradas.
Hay varios tipos de servidores proxy, desde los que se pueden configurar en la conexión a Internet a los que funcionan desde una página web, por lo que generalmente tienen un ámbito más limitado que las conexiones VPN, que afectan a todo el tráfico de Internet.
Una diferencia fundamental es que los servidores proxy no están cifrados de serie, de modo que no tienen la ventaja añadida de la privacidad frente a las conexiones VPN. De hecho, como la mayoría de servidores proxy son gratis, te arriesgas a que tus datos sean capturados por el servidor proxy.
Qué es una VPN
Una conexión VPN es algo más compleja que un servidor proxy, y además tienen muchos más usos. En cierto modo es también un servidor que hace de intermediario entre tú y los datos, aunque en este caso los datos pasan por un túnel cifrado, lo cual evita que pueden ser interceptados a pesar de que alguien esté espiando la conexión a Internet.
Las VPN son más robustas que un servidor proxy, especialmente si son de pago, y además suelen ofrecer mayor rapidez y -en el caso de los servicios comerciales- dejarte elegir entre servidores de varios países, lo cual te permite usarlas para acceder a contenidos de streaming que no están disponibles en tu país.
Las conexiones VPN se configuran con un cliente VPN que afecta a todos los datos y nos permiten entre otras cosas conectarnos a la red del trabajo o añadir una capa de seguridad en nuestras conexiones a Wi-Fi públicos.
En qué se diferencian
Con todo esto, tenemos la siguiente tabla con las distintas diferencias y semejanzas entre un servidor proxy y una conexión VPN. Básicamente, un proxy puede hacer algunas de las funciones que puedes llevar a cabo con una VPN (abrir una web censurada y ocultar tu dirección IP), pero sin cifrado y probablemente a menor velocidad.
VPN | Proxy | |
---|---|---|
Ámbito | Afecta a todo el sistema | Normalmente, una app |
Cifrado | Sí | No |
Precio | De pago (cuota mensual) y gratis | Normalmente son gratis |
Velocidad | Normalmente buena en los de pago | Suele ser mala |
Estabilidad | Normalmente estables | Los servidores públicos se caen con frecuencia |
Oculta la IP | Sí | Sí |
Para todo el tráfico | Normalmente sí | Algunos solo sirven para tráfico HTTP y no HTTPS |
Teniendo en cuenta todo lo anterior, este es el resumen de cuándo te conviene usar una conexión VPN, ya sea gratuita o de pago, y cuándo te puede valer simplemente con un servidor proxy gratuito:
Te conviene un proxy: si simplemente vas a abrir una página web que no te carga por estar bloqueada, censurada o por un error puntual con tu página web, o si necesitas ocultar tu IP de forma muy concreta.
Te conviene más una VPN: para cualquier otro supuesto que necesite un uso más intensivo, con mayor velocidad de descarga, mayor control sobre la dirección IP o el país o para conectarte a la red del trabajo.