Poco a poco, la domótica se ha ido ganando un hueco en nuestros hogares. Los altavoces inteligentes como los Google Nest o los Amazon Echo han ido bajando su precio año tras año, permitiendo que más gente pueda acceder a ellos y convirtiéndose en el primer punto (y cerebro) de un hogar conectado. Sin embargo, puede que no te fíes mucho de ellos por cuestiones de privacidad, pero quieras montar un hogar inteligente.
La solución ahí está en los botones inteligentes. A continuación, te contamos qué son estos botones inteligentes, qué opciones tienes y alternativas para que, sin tener un altavoz inteligente, puedas disfrutar de todas las ventajas de la domótica. Además, también te contamos las dos claves principales que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu ecosistema.
Qué son los botones inteligentes
Esto es de cajón, pero un botón inteligente es… un botón, o un regulador, que está conectado a otro dispositivo de casa al que puede controlar de diferentes formas. Generalmente, funciona como un interruptor con una función de "encendido y apagado", pero también puede admitir un doble toque, una pulsación mantenida o un giro para controlar ciertos parámetros y funciones de un dispositivo concreto.
Se conectan al WiFi de casa, pero generalmente esto es algo que no pueden hacer por sí mismos, sino a través de un HUB o puente y también pueden conectarse a las aplicaciones matrices del móvil para enlazar el interruptor y el dispositivo inteligente fácilmente.
Un ejemplo muy concreto puede ser el de las bombillas y el interruptor. Si tenemos una bombilla inteligente con función únicamente de encendido y apagado, este interruptor puede funcionar como una llave de la luz normal y corriente, encendiendo y apagando la bombilla.
Sin embargo, si esa bombilla tiene diferentes niveles de intensidad o puede variar la temperatura, un interruptor con rueda sería ideal para poder controlar estas funciones. En el caso de algunos ecosistemas, podemos tener un botón para encender y apagar la tele (Samsung si el botón es compatible con SmartThings, por ejemplo) o encender un radiador como el de Xiaomi desde otra habitación.
En ese caso, si tenemos el radiador en el baño y sabemos que en una media hora nos vamos a dar una ducha, podemos tener un botón en el despacho o el salón que active el radiador para, sin tener que levantarnos, éste se encienda. También para el purificador de aire, por ejemplo. Son sólo unos ejemplos, pero aquí el límite es la imaginación y lo que permita el botón, su app y su capacidad de conexión.
Ecosistemas propios y sistemas abiertos
Y es que, aquí está la clave de estos dispositivos: no todos son compatible con… todos los dispositivos de casa. Por ejemplo, si tienes un ecosistema de Samsung, debes asegurarte de que el botón inteligente que compres es compatible con SmartThings. Es la app de la compañía y desde la que se controlan todos sus dispositivos inteligentes.
Es más fácil un botón con regulador de intensidad que entrar a la app o mandar a Alexa que ajuste el brillo
Xiaomi también tiene su botón, que se conecta a la app de la compañía, así como Tapo, que hace lo mismo. Estos dos, y otros, necesitan un dispositivo que funciona como puente. Esto es importante mirarlo antes de comprar cualquier dispositivo para un hogar inteligente porque el puente es el dispositivo que se conecta al WiFi y los botones inteligentes van conectados al puente.
Aparte, hay botones que sólo funcionan con los dispositivos de su ecosistema -marca-, por lo que si quieres algo más abierto, debes buscar que cumplan con el protocolo Zigbee y que, evidentemente, el dispositivo que quieres controlar con estos botones también sea compatible con Zigbee.
El SmartTag 2 de Samsung lleva incorporado un botón inteligente
El precio de los botones inteligentes
Y algo fundamental cuando hablamos de tecnología, siempre, es el precio. En este caso, los botones inteligentes no son excesivamente caros, pero como siempre, va a depender de la marca y las funciones. Y esto es algo que también va a determinar el ecosistema que tengas.
Por ejemplo, los de Ikea son algunos de los más baratos. Cuesta unos cinco euros y permite controlar algunos de los dispositivos inteligentes de la marca, como las bombillas y dispositivos que se conecten a la app IKEA Home Smart.
El de Xiaomi es el mi Wireless Switch que cuesta unos 12 euros, el de Tapo unos 16 euros y alternativas como el Sonoff son unos 24 euros, pero con SmartThings, IFTTT, ZigBee y compatibilidad con muchísimos dispositivos.
Hay muchos más modelos, pero como decíamos, es importante que te asegures siempre de cuál es su compatibilidad y de si necesitan un HUB. La mayoría de veces… sí, necesitarán el puente.
Alternativas a los botones inteligentes
Si crees que comprar varios botones inteligentes se va de precio, siempre puedes intentar hacer algo de "ingeniería" y bricolage tecnológico montando un sistema de etiquetas NFC en casa. No va a ser lo mismo y vas a necesitar el móvil, pero con un pack de etiquetas NFC (que son bastante económicas, con muchísimas piezas por menos de 20 euros), vas a poder juguetear con el móvil para, cuando las toques con la zona en la que está el NFC en tu teléfono, activen diferentes acciones.
Más que una alternativa, en muchos casos es un complemento. Y eso es lo interesante porque la principal alternativa a un botón inteligente es un altavoz inteligente, pero aunque tengas uno de estos, tanto los botones como las etiquetas NFC son interesantes. Te voy a poner un ejemplo que tengo en casa.
Encima del router, tengo una etiqueta NFC para que, cuando venga un invitado, pueda escanearla y se conecte al WiFi automáticamente. Tengo un altavoz inteligente en cada habitación de la casa, pero también varias bombillas inteligentes con intensidad regulable y, al lado de cada una de ellas (en las mesitas), botones con ajuste regulable. Tardo mucho menos girando la rueda que dando la orden a Alexa o Google de que ajuste la intensidad.
Así que, como ves, los botones inteligentes son un complemento fantástico a los altavoces inteligentes, pero si por lo que sea no quieres un Nest, un HomePod o un Amazon Echo en casa, también pueden ser una alternativa a estos dispositivos para crear un hogar conectado.
Imagen de portada | Ikea
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