Vodafone ha presentado apenas hace unas horas su nuevo servicio Vodafone Pass, que ofrece no descontar los datos consumidos por algunas aplicaciones de redes sociales o de música y con ello, se ha abierto de nuevo el debate sobre cómo esto ataca de forma directa a la neutralidad de la red.
Pero Vodafone no es la primera operadora en aplicar el zero rating y en descontar a sus usuarios los datos que consuman de su tarifa siempre y cuando se utilicen las aplicaciones señaladas en ella. Otras operadoras como Orange o Symio también se subieron al carro hace tiempo pero, ¿cómo podría repercutir esto en el uso de Internet que conocemos hasta ahora? ¿qué sucede si las operadoras aplican ventaja a ciertas categorías de aplicaciones abocando a otras categorías a la discriminación?
Los efectos del zero rating en las aplicaciones móviles
Hemos entrado hablando de Vodafone y su nuevo servicio Pass, pero otras operadoras como Simyo, Freedompop u Orange también adaptaron sus tarifas al concepto del zero rating, práctica que queda en manos de cada regulador nacional y que se mantiene dentro de la legalidad, pero para muchos fuera de los márgenes éticos y muy lejos de cuidar el principio de neutralidad de la red.
En este sentido, las aplicaciones o categorías de aplicaciones ya establecidas como servicios populares (las que Vodafone está agregando a su zero rating) no se verán afectadas de manera negativa, ¿pero qué pasa con los nuevos servicios? Pues en el caso de Vodafone, las aplicaciones que quieran adherirse a sus categorías para poder estar en igualdad de condiciones con sus competidoras tendrán que depender de la operadora y del tiempo que conlleve dicho proceso.
En el caso del resto de operadoras que eligen las aplicaciones más utilizadas como reclamo para los usuarios, los nuevos servicios que quieran competir en su categoría tendrán que enfrentarse no solo a la reputación de gigantes como WhatsApp o Facebook, sino también a la gratuidad que el zero rating les otorga, lo que se traduce en luchar en una batalla en la que tienen todas las de perder.
Llegados a este punto concluimos que Vodafone es menos sangrante para la neutralidad de la red que el resto de operadoras que hemos mencionado al comienzo, pero aún así, ofrecer el zero rating aunque sea para una categoría completa, roba tiempo de uso al resto de categorías, ya que claramente la tendencia de consumo de los usuarios irá dirigida a las aplicaciones que no conlleven un goteo de datos con su correspondiente coste.
Los efectos del zero rating en los usuarios
A priori como decimos puede parecer algo fabuloso, está claro que el cuanto más a menor coste es de primero de marketing y que a nadie le amarga un dulce pero, ¿dónde queda nuestra libertad de elección? Pues es cierto que el usuario puede utilizar la aplicación que quiera, gastando o no, pero no deja de tratarse de una discriminación positiva que especialmente en segmentos de población de menor nivel adquisitivo (como la gente más joven), va a condicionar su modo de consumo.
Otro punto a tener en cuenta es la privacidad, y es que las operadoras necesitarán controlar el tráfico del usuario para poder tarificar, lo que supone un punto en contra más para el usuario y también a nivel ético.
Y hablando de tarifas, si este modelo de consumo se establece y aumenta la demanda, es posible que no tarden en subir los precios de tarifas menores en las que se incluyan las aplicaciones del zero rating elegidas por la operadora pero con tráfico de datos menor (por ejemplo de 1GB), lo que supone un claro ahorro para las telecos que ganarán más haciendo uso de algo que en teoría, debería ser libre.
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