¿Sufre la batería de un teléfono por cargarla todas las noches?

Las baterías son uno de los componentes más importantes de nuestro teléfono, de ellas depende que sigan encendidos y que tengan una autonomía decente, de ahí que sean las que acumulan más mitos en torno a ellas. Los tiempos de las cargas, los comportamientos que causan su degradación...

Uno de los más escuchados es el relativo a las cargas durante la noche. Acaba el día, dejamos el teléfono móvil sobre la mesita de noche y, automáticamente, lo conectamos al cargador para que recupere de nuevo toda su energía. Un comportamiento que va asociado habitualmente a que el teléfono no se desconecta hasta la mañana. Pero, ¿esto es realmente malo para la batería?

Érase un smartphone a un cargador pegado

Con las baterías se cumple ese famoso dicho de "cría fama y échate a dormir", pues la mayoría de mitos que las rodean tienen que ver con tecnologías que ya se han dejado en el pasado, como las anteriores baterías de níquel-cadmio. Con las generaciones actuales de iones de litio, e incluso con las de polímero de litio, no se produce nada de lo que ocurría en el pasado.

Entre otras falsas informaciones que hay que desterrar, una de ellas es la de las largas cargas. Las baterías no sufren en la actualidad por periodos largos de carga, como los que hacemos durante la noche, y el motivo de esto es que no se sobrecalientan como las anteriores pilas para dispositivos electrónicos. Las actuales son tan inteligentes que desconectan el flujo de entrada de energía en cuanto llegan al tope de su carga.

Tanto si disponemos de carga rápida como si nuestro teléfono carga a velocidad normal, la batería dejará de recibir energía del cargador en cuanto alcance el 100% de su capacidad y sólo volverá a iniciarla en cuanto este nivel de batería descienda. Por tanto, es común que a lo largo de la noche, la batería de nuestro teléfono tenga una carga larga hasta llegar al tope y luego pequeñas cargas. De ahí que, al despertarnos, la encontremos al 100% y fría.

Esto no implica que lo recomendable sea conectar la batería al cargador cuando sea estrictamente necesario, y que desconectemos el teléfono en cuanto hayamos obtenido el 100%. Pero de ahí a que la batería pueda dañarse por estar mucho tiempo conectada, hay mucho recorrido. No debemos temer por la vida de la batería si pasa largos periodos de tiempo conectada al cargador.

De hecho, este mito también desmonta otro que dice que debemos hacer una primera carga muy larga de la batería cuando desempaquetamos nuestro teléfono móvil. Si la batería deja de cargar cuando llega al 100%, realizar una primera carga larga es completamente inútil. Las largas cargas de batería durante el estreno son cosa del pasado, como también el mito de que no debemos cargarla hasta que llegue al 0% de su capacidad.

Cargar la batería cuando esté completamente descargada

Otro de los mitos heredados por las baterías en la actualidad es el relativo al efecto memoria de las mismas. Un efecto que se producía cuando cargábamos una batería que no estaba completamente descargada y que ocurría por la creación de cristales en el interior de la propia pila. Estos cristales se originaban por reacciones químicas al calentarse la propia batería durante el uso, y también a causa de las malas cargas.

Con las baterías de iones de litio o polímero de litio no se produce el efecto memoria, de ahí que no sea necesario esperar a que se descarguen al 100% para después conectarlas al cargador. Podemos cargar la batería cuando y como queramos, y la propia batería no sufrirá mayor desgaste que el producido por el propio tiempo de vida de las mismas.

Ahora, como comentábamos antes, que no se produzca efecto memoria no quita para que haya consejos útiles para la carga de nuestras baterías. Ponerlas a cargar cuanto se encuentran entre el 40% y el 80% de su capacidad sí es beneficioso, pues les restamos estrés y prolongamos su vida útil, aunque este truco tampoco produzca milagros en forma de baterías eternas e indestructibles. Descargar una batería por completo sólo es ya útil si vamos a calibrarla.

Así pues, como vemos, las nuevas generaciones de baterías que nos acompañan desde hace ya bastante tiempo han ido desmontando los mitos relacionados con tecnologías desfasadas o completamente desplazadas. Larga vida al litio, sobre todo ahora que puede hacerse sólido y aumentar desde su duración hasta su eficiencia. Y no os preocupéis tanto por las baterías, la tecnología asociada a ellas también evoluciona, aunque no se le preste tanta atención de los departamentos de marketing.

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