Son varios los dispositivos que utilizan la conectividad inalámbrica ofrecida por las redes de telefonía para el envío de datos a servidores centrales, desde instrumentos de monitorización hasta máquinas de venta de refrescos. Todos ellos disponen de ranuras para tarjetas SIM, como las que tenemos en nuestros móviles.
T-Mobile ha desarrollado una tarjeta SIM integrada, con un tamaño mucho más reducido, y pensada para este tipo de soluciones de comunicación entre máquinas. Su tamaño es similar al de la cabeza de una aguja, por tanto muy pequeño, además de estar fabricada en silicio en lugar de plástico.
Esto facilita la integración de la SIM desde la fase inicial y en su fabricación, además de hacerla mucho más resistente y duradera. Se prevé que este tipo de comunicaciones crezcan muy rápidamente, y que en los Estados Unidos lleguen a los 20 millones para 2012, lo que da una señal de la importancia que tendrán en un futuro.
Más información | T-Mobile.
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