El pasado viernes 250.000 usuarios de la operadora vasca se quedaron sin red, al parecer porque operarios de Vodafone hicieron cambios en algunos equipos de conmutación sin avisar a Euskaltel, empresa a la que presta la red de antenas. Por ello, desde las 3 de la tarde y hasta aproximadamente las 11 de la noche, miles de usuarios estuvieron incomunicados.
Sin embargo, la reacción de la operadora ha sido bastante rápida, y la verdad es que muy acertada: regalará las llamadas entre sus clientes los fines de semana del mes de julio, siempre que se hagan en territorio nacional. La verdad es que me parece una buena forma de pedir disculpas, reaccionando rápido. En otras ocasiones, como el fallo de Vodafone de 2003, al operadora ofrecvió un 50% de descuento en una jornada, aunque cuatro años después fue obligada a pagar 8 millones de euros.
Vía | El País