Una de las cosas con las que los malagueños estamos bastante mal acostumbrados -en el buen sentido de la expresión- es el modo con el que la Empresa Malagueña de Transportes ha adoptado de manera gradual todo tipo de recursos para eliminar cualquier excusa a la hora de subirse a sus vehículos.
Ahora mismo disponemos de autobuses concienciados con el medio ambiente, una buena infraestructura de paradas y estupendas opciones y plazas que fomentan la accesibilidad, aunque también es cierto que el precio del billete no es, ni mucho menos, tan asequible como lo era una década atrás. ¿El siguiente objetivo? Facilitar el pago del viaje gracias a la tecnología NFC y por ello vamos a probar qué tal funciona el servicio mediante Vodafone Wallet, para ver sus pros y contras.
Desde 2012, la EMT ha sido una de las empresas pioneras en ofrecer un servicio de pago de billete a través de la tecnología NFC de móviles, y esto le interesa especialmente a quien hace un uso regular de los servicios de transporte urbano, pero ¿qué es eso del billete por NFC y que tiene de especial?
Esta "magia" del NFC no es precisamente un invento nuevo. De hecho y a pesar de que le saca algunos años a algunas "maravillas modernas" como Youtube o Facebook, es ahora cuando más uso se le está dando. Este sistema de Near Field Communication, o Comunicación de Campo Cercano en la lengua de Cervantes, permite el intercambio de datos entre dispositivos sin que estos lleguen a hacer contacto.
Su uso ofrece una enorme variedad de posibilidades, que va desde la lectura de toys-to-life como las populares figuras de Amiibo con las consolas de Nintendo a hacer pagos de tarjeta bancaria a través de una especie de monedero virtual, y en nuestro caso concreto consigue que dejemos de hacer malabarismos a la hora de entrar en un autobús mientras intentamos escribir en Whatsapp y rebuscamos con la mano sobrante a lo largo y ancho de lo que llevemos puesto para hacernos con el abono trasporte, o en su defecto algo de efectivo que acredite nuestro viaje.
¿Un bonobús en el móvil? Mucho más que eso
En mi caso particular hice uso del sistema de Vodafone Wallet, la app de la compañía de telefonía en la que se habilita el uso del terminal para gestionar mis tarjetas de crédito, mi cuenta de PayPal, acumular puntos de fidelidad o ver algunas promociones que a veces me hacen desear que estuvieran más alejadas de mis cuentas bancarias. Una de las opciones que ofrece es precisamente la del acceso a servicios de trasporte que se hayan adaptado a este sistema y junto a los de la EMT actualmente se pueden ver los de Aulosa de Logroño, los urbanos de Albacete y Móvilis de Valencia.
Aprovechando que tenía que hacer unas compras en el centro de mi ciudad, quería sumergirme en la experiencia al completo y decidí poner en práctica la activación mientras esperaba a que llegara el autobús que me devolvería a casa.
Aquí me vi en el que posiblemente fue el gran error por mi parte, ya que el proceso de activación nos robará aproximadamente unos 5 minutos, los cuales se hacen mucho más llevaderos cuando el conductor no espera con la puerta abierta. Visto en aquellas decidí que sería mejor para él y los pasajeros no interferir demasiado en los horarios previstos y me apee para que el servicio estuviera completamente en activo.
Dicen que en el fondo todo se puede aprovechar de alguna u otra manera y precisamente esta experiencia, es un ejemplo perfecto de que no hay que dejar estas cosas para el último minuto. Desde Vodafone Wallet se nos sugerirá que bajemos la App especifica de la EMT y desde ella podremos validar el servicio y ver las ventajas que ofrece la iniciativa.
La primera impresión a la hora de estimar mi nuevo smart-bono-bus es que es la evolución lógica y natural de la clásica tarjeta de abono trasporte del mismo modo en el que el que el Wifi sustituyó a la conexión por cable: más autonomía, un mayor control de la gestión y una nueva remesa de posibilidades por aplicar.
Tradicionalmente en Málaga el bono-bus tiene unos precios mucho más asequibles que la suma de sus viajes de manera individual. Estamos hablando de un margen relevante, ya que son prácticamente 5 euros de diferencia entre sacar diez billetes de viaje desde el vehículo o recargarlos en una tarjeta a través de un estanco o punto autorizado.
El sistema de NFC de mi terminal me permite beneficiarme de ambas circunstancias, recargando cuando quiera los viajes en mi móvil, el cual hará de tarjeta interactiva, al precio más ventajoso. Las opciones disponibles de la App son de 10 o 20 viajes y de un abono mensual de viajes ilimitados.
Control absoluto en la palma de tu mano
Lo curioso del asunto es que, pese a mi escepticismo al usar por primera vez el servicio, al pasar mi móvil por el lector de abonos transportes éste lo leyó como uno más y en cuestión de segundos, no hizo un ruido diferente ni dio problema alguno. La curiosidad del día vino de la mano del conductor, al cual este sistema le pilló de nuevas y que en un principio no terminó de entender muy bien cuáles eran las intenciones de mi terminal apuntando a su cabina.
Durante el viaje aproveché para hablar sobre el nuevo método y efectivamente no se refleja en absoluto diferencia alguna con respecto al bono-bus tradicional. Sin embargo, el sistema es algo más interesante que tener el una tarjeta recargable de viajes entre la carcasa y mi terminal (o tenerlo adherido con celofán).
Podemos recargarlo de manera instantánea, ya que en todo momento tendremos acceso a comprobar los viajes que nos quedan, comprobar la hora, la parada y hasta el número de vehículo en el que fuimos (por si se nos quedara algo olvidado). De hecho, la propia tarjeta cuenta con numeración propia con lo que serviría para el servicio de préstamo de bicicletas municipal. Todo reflejado al instante y en la palma de nuestra mano.
Un dato importante es que al hacer la recarga se nos expedirá una factura digital, y ahora que estamos en la época de ajustar cuentas con la Agencia Tributaria es algo más que interesante. Además, el sistema de la EMT ofrece servicios más concretos para los viajeros, como el de la Tarjeta Más Joven, la cual ofrece una oferta de precios mensuales mucho más asequible a aquellos que por estudios o edad más necesitan hacer uso del bus y cuyo uso es completamente nominativo.
El único requisito para poder hacer uso de este servicio es disponer de un móvil y una tarjeta SIM adaptados al formato de NFC y que se pueden ver en los listados de terminales compatibles de Vodafone, Orange y Movistar, así como un numero de tarjeta asociada -en mi caso al Vodafone Wallet- para realizar las recargas.
Una apuesta de futuro y que todavía no ha despegado
Por lo que pude hablar con los conductores de autobús (no vivo cerca del centro de Málaga precisamente y en el sur todos hablamos con todos) no es frecuente el uso de este servicio en la actualidad pese a que pude ver que en distintos puntos de la cabina y el vehículo se daba a conocer esta alternativa, y eso que en mi ruta normalmente la frecuenta gente que por rango de edad no le tiene reparos a las nuevas tecnologías. Quizás en los campus universitarios el uso de móviles como bono-buses esté más extendido.
No es ninguna novedad que nuestros terminales de telefonía absorban cada vez más servicios y prestaciones cotidianas. Desde sustituir al propio reloj de pulsera como se podía ver al principio del filme 'Los Becarios' (The Internship, 2013) al periódico, pasando por la radio, la televisión y hasta la linterna. En lo personal, considero que el servicio no es sólo una alternativa interesante, sino que acabará imponiéndose conforme más confianza nos vaya generando el pagar y hacer transacciones desde nuestro propio terminal.
Dicho esto, ahora sólo espero que nuevos servicios de trasporte den el salto a este nuevo sistema y comprobar si a los conductores se les sigue quedando la cara de "¿Por qué me está tomando una fotografía?"
La conclusión del pasajero
Aquí es donde toca posicionarnos de manera técnica y objetiva para con la prestación, y en esta ocasión toca extrapolar a la oferta en sí. Los móviles se han convertido en auténticas navajas suizas y esta alternativa que ofrece Vodafone Wallet es precisamente una de las mejores incorporaciones conservando todos los principios de la revolución de la telefonía móvil: comodidad, sencillez, efectividad y que tenga un uso práctico. Hasta ahí estamos totalmente satisfechos con el servicio.
Sin embargo, el punto negativo se lo lleva el hecho de que actualmente sólo puede usarse en tres ciudades y bajo el convenio de tres empresas. Esto no es debido, ni mucho menos, a una limitación por parte de iniciativa sino a que en ciudades mucho más transitadas como Madrid o Barcelona, donde realmente podría instaurarse la idea, de momento no se ofrece el servicio.
Por otro lado, sería muy interesante ampliar el uso a otras líneas de transporte como el metro, los trenes de cercanías o larga distancia y ya puestos a apuntar alto a un sistema de interrail que aproveche las tarifas de roaming. ¿Será cuestión de tiempo?
Pero seamos realistas: todo gran viaje empieza por un primer paso, y el debut del servicio de Vodafone en el terreno de los smart-bono-buses no solo es un movimiento inteligente para el viajero, sino que es la mejor opción de aquellos Malagueños, Riojanos y Valencianos para los que el autobús forma parte de su día a día, al tiempo que ofrece una alternativa estupenda para que visitantes y turistas puedan darse un tour por su infraestructura de transporte urbano. El servicio de transportes de Vodafone Wallet no es el futuro, es el presente y esto sólo acaba de comenzar.
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