Vodafone acaba de presentar los resultados financieros para el año fiscal 2018, el periodo que abarca desde el 1 de abril de 2018 hasta el 31 de marzo de 2019. El cómputo final del año corrobora lo que hemos ido viendo trimestre tras timestre desde la guerra del fútbol y las nuevas tarifas de mayo de 2018: caída de ingresos mientras suben los clientes de fibra y TV.
La reestructuración de la oferta de Vodafone sigue pasando factura a corto plazo y supone una caída de los ingresos por servicio del 6,4% (o 5,3% si incluímos el impacto de las tarifas de terminación móvil). El cuarto trimestre fue especialmente duro, con un descenso de los ingresos por servicio del 8,9%.
El reposicionamiento estratégico pasa factura en los ingresos
Para ganar en competitividad, Vodafone llevó a cabo durante el pasado año un reposicionamiento estratégico con medidas como la decisión de no renovar los derechos del fútbol por su falta de rentabilidad o las tarifas que dan más por menos y que han terminado evolucionando en tarifas ilimitadas.
Tras unos últimos trimestres complicados, Vodafone cierra el año con unos ingresos por servicio de 4.275 millones de euros, 1.014 de los cuales se corresponden al cuarto trimestre. Los ingresos totales ascienden a 4.688 millones de euros, en este caso un 5,5% menos que el año anterior.
El cuarto trimestre reafirmó la tendencia del tercer trimestre donde los ingresos cayeron un 7% y, con unos ingresos por servicio de 1.014 millones, suponía un descenso del 8,9% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Las líneas de actividad que han logrado un crecimiento importante en este mar de números rojos fueron las de negocios de empresa -IoT, IPVPN, Cloud&Hosting y BigData, con un incremento de ingresos del 20,8% en el último trimestre y del 15% con respecto al año anterior.
Fibra bien. El resto no tanto
En cuanto al número de clientes, no hay tampoco muchas sorpresas con respecto a lo que hemos ido viendo en los resultados trimestrales. La reestructuración de la oferta era necesaria para mantener la competitividad a largo plazo, pero a un plazo más corto ha castigado a la compañía con una fuga de clientes de contrato móvil, de banda ancha fija y de TV.
Con respecto al año anterior, durante el año fiscal que cierra Vodafone ha perdido 115.000 clientes de contrato móvil, 123.000 de banda ancha fija y 49.000 de Vodafone TV. La única cifra que se mantiene en positivo son los clientes de fibra, con un importante incremento de 141.000 clientes en comparación al ejercicio anterior.
El cuarto trimestre supuso la pérdida de casi la mitad de esos clientes de contrato móvil, con un descenso de 56.000 clientes, aunque el resto de líneas lograron mantenerse en positivo. Los que más crecieron son los clientes de fibra (60.000 más), seguidos de los de Vodafone TV (36.000 más). Los clientes de banda ancha fija por su parte tuvieron un modesto crecimiento de 1.000 clientes.