A por el oro azul: la guerra del cobalto ya no es solo cuestión de los grandes fabricantes de teléfonos o coches

Lejos aún de que llegue una revolución en el mundo de las baterías para dispositivos electrónicos, seguimos viviendo de cerca la guerra de los fabricantes por conseguir el suministro de algunos de los materiales presentes en ellas. Si bien el litio es uno de los que más presencia tienen en el planeta, otros como el coltán, el níquel o el cobalto, son mucho más escasos y en consecuencia, se encarece su adquisición a medida que crece la demanda.

Pero el encarecimiento de estos materiales es algo relativamente reciente, infundado por el crecimiento del mercado del coche eléctrico y sobre todo por sus previsiones de seguir creciendo. Solo el precio del cobalto ha crecido un 235% en 2017, pasando de 34.600 dólares por tonelada a 81.360 dólares. Pero parece que esto no va a parar, pues hay muchos intereses por medio en el que ya no solo están las grandes compañías.

¿Dónde está el cobalto?

En torno al 60% del cobalto que se extrae en el mundo procede de la República Democrática del Congo. Un 45% de este mineral ha sido utilizado durante el pasado año para la fabricación de baterías de iones de litio (las que montan los teléfonos móviles, tabletas y ordenadores portátiles).

Reservas mundiales de cobalto en toneladas métricas

Durante el pasado año 2017, la producción mundial de baterías para dispositivos necesitó un total de 123.000 toneladas de cobalto, toneladas de las cuales, según el Instituto de Desarrollo del Cobalto (CDI), solo el gobierno chino compró 5.000.

Estas cifras corresponden a un período en el que el mercado del coche eléctrico solamente ha supuesto un 1% del mercado automovilístico mundial, pero las previsiones apuntan a que éste será del 50% en el año 2040. Otro dato importante en este asunto es que cada coche eléctrico requiere entre ocho y doce kilos de cobalto (frente a los ocho gramos que necesita la batería de un móvil), por lo que si se cumplen las estimaciones, se demandarán 200.000 toneladas de cobalto más cada año.

Cada coche eléctrico requiere entre ocho y doce kilos de cobalto frente a los ocho gramos que necesita la batería de un móvil

Como vemos, las previsiones de demanda y la escasez del producto auguran una guerra encarnizada que disparará el precio de este material ya conocido como "oro azul", y sobre el que cierne un marco convulso debido a las condiciones de las personas que lo extraen en las minas, principalmente en la República Democrática del Congo.

Desde los medios de comunicación se ha estado dando visibilidad en los últimos meses a la situación política y social que ha provocado en esta región el interés por el coltán y el cobalto. Muchas de las minas son controladas por grupos armados que fuerzan a los habitantes a trabajar en ellas en condiciones que rozan la esclavitud.

Según Unicef, en 2014 la cifra de niños que estaban obligados a trabajar en las minas de explotación de cobalto del Congo era de 40.000, niños con edades que comenzaban en los siete años. Amnistía Internacional decidió llevó a cabo un informe para denunciar estos hechos, señalando a las principales compañías del sector como cómplices y forzándoles a tomar cartas en el asunto.

Valoración de las medidas tomadas por los principales fabricantes según Amnistía Internacional

Apple y el cobalto

Apple respondió rápidamente ante este asunto que se hizo eco en la opinión pública, y aseguró que comprarían el cobalto para sus baterías directamente a los mineros de las zonas, sin recurrir a intermediarios, para así evitar adquirir el material que alimenta a los grupos armados mediante la explotación de la población.

Paralelamente a las medidas tomadas por los de Cupertino para mejorar la situación en las explotaciones, y que otros gigantes como su rival Samsung, han suscrito, la compañía también planea acaparar en estos años todo el cobalto posible ante el miedo de al escasez futura que hemos comentado unas líneas más arriba.

Apple planea acaparar en estos años todo el cobalto posible ante el miedo de al escasez futura pero no será la única

Apple había delegado hasta ahora la tarea de comprar cobalto a los fabricantes de componentes que fabrican sus baterías, pero parece que su intención ahora es la crear sus propias reservas de cobalto para suministrarse. Según fuentes consultadas por Bloomberg, Apple pretende cerrar contratos que le permitan obtener miles de toneladas de cobalto anuales.

Esta situación enfrenta directamente a la compañía con los fabricantes de coches y de baterías. Entre los nombres de estos rivales en la guerra del cobalto están Volkswagen, Tesla, BMW o Samsung, pero no son los únicos que han puesto el ojo en este material.

La mayor reserva privada del planeta

Donde hay dinero no hay ley, y eso lo sabe muy bien Anthony Milewski, un multimillonario ruso que comenzó a comprar el metal a compañías mineras y lo colocó en depósitos en 2015. Por aquel entonces, el cobalto aún no había triplicado su precio (como hemos visto al comienzo del artículo) y la empresa de Milewski, Cobalt 27 Capital Corp., ha conseguido acumular casi 3.000 toneladas métricas, lo que la convierte en la mayor reserva privada de cobalto del planeta.

El valor de la reserva de Cobalt 27 asciende ahora mismo (con el precio actual del cobalto) a 250 millones de dólares, y su intención es la de seguir adquiriendo más cantidad, algo que tiene más complicado con las intenciones de firmar contratos a largo plazo de las compañías que hemos visto anteriormente.

Sin embargo, la estrategia de Milewski es la prescindir de las minas del Congo, y en su lugar está asegurándose producciones futuras en otras minas a base de regalías. El pasado 22 de febrero, Cobalt 27 firmó un acuerdo de regalía por 70 millones de dólares para asegurarse la futura producción de cobalto y níquel en la mina de Dumont en Canadá, que comenzará a extraer a partir de 2020. Una estrategia arriesgada pero que le asegura un pedazo del pastel (aunque no sepa claramente el tamaño).

El futuro es azul (y un poco negro)

Como vemos, la guerra por el cobalto no ha hecho más que empezar, ya que la especulación entorno al mismo aún se fundamenta en predicciones del mercado. Si éstas se cumplen, se demandarán 200.000 toneladas de cobalto más cada año, de modo que la extracción de este metal debería triplicarse para poder cubrir las necesidades de los fabricantes.

En todo esto no podemos olvidarnos de la tendencia alcista del precio del cobalto, ¿afectará esto al mercado de la telefonía móvil? Aquí el miedo está claro: subida de los precios en el producto final. Es posible que la escasez del material pudiera repercutir encareciendo los costes de producción de los teléfonos.

Sin embargo, expertos como CRU no contemplan una subida del precio del cobalto en este 2018 como en la vivida en los últimos 3 años. Es más, añaden que si el precio del cobalto siguiera subiendo de manera tan fulgurante, las compañías no tardarán en aumentarán los esfuerzos para disminuir su uso en las baterías, por lo que su previsión es que con el suministro asegurado que están llevando a cabo, se podrán mantener los precios en niveles razonables.

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