El modo retrato de la cámara fotográfica que incluyen la inmensa mayoría de móviles de gama alta (y muchos gama media) se ha convertido en uno de sus mejores reclamos dentro del mercado. Y es que en una época en la que compartimos tantas fotos en redes sociales, tener un teléfono que haga buenos retratos es todo un placer.
Desafortunadamente no todos los teléfonos cuentan con modos retrato o bokeh que nos reporten unos resultado tan fabulosos como los de estos flagships, pero con una serie de pautas a la hora de ejecutar la foto y algo de edición posterior, podremos conseguir unos retratos bastante interesantes. Vamos a utilizar tres teléfonos completamente distintos y os vamos a mostrar cómo con cualquiera de ellos podemos hacer un retrato digno, cómo mínimo, de subir a Instagram.
Para acompañar a la teoría os mostraremos varias imágenes tomadas con cuatro teléfonos de gamas dispares y con ópticas completamente distintas. Estos terminales son el Nokia 8, el Alcatel 7, el iPhone 6s Plus y un rival muy fuerte, el iPhone 8 Plus. Dado que el último iPhone presume de un modo retrato que debería darnos unos resultados excelentes, hemos tomado con él las fotografías sin seguir las pautas que os vamos a dar a continuación, para de este modo, mostraros que tan necesario como tener una buena cámara entre las manos es saber utilizarla.
| iPhone 8 Plus | iPhone 6 Plus | Nokia 8 | Alcatel A7 | |
|---|---|---|---|---|
| Cámara principal | Cámara Dual 12 MP (Apertura f/1.8 + f/2.8) | 12 MP Apertura f/2.2 | Cámara Dual 13+12 MP Apertura f/2.0 | 16 MP Apertura f/2.0 |
La importancia del encuadre y por supuesto, de la luz
Una de las primeras cosas que pueden destrozar un retrato (y cualquier fotografía en realidad) es un mal encuadre. El encuadre, en fotografía, alude a la porción de la escena que vamos a capturar, algo así como un escenario. No importa si tomamos la fotografía de manera vertical u horizontal, lo importante es que nos tomemos unos segundos para darle un encuadre equilibrado, no cortarle la cabeza al modelo y que todo fluya dentro de la escena.
No estamos hablando de proporción aúrea ni de regla de los tercios sino de algo mucho más sencillo: el sentido común. Si estamos haciendo un retrato tenemos que darle protagonismo al modelo, no podemos cortar partes de su cara o cuerpo ni retratarlo rodeado de objetos que le quiten relevancia dentro de la escena.
Izquierda: foto tomada con iPhone 8 Plus / Derecha: foto tomada con Nokia 8
Pero más importante casi que el encuadre es la luz. Y es que la luz es la esencia de la fotografía (literalmente) y si no trabajamos bien con ella no importa la cámara ni el teléfono que tengamos, los resultados pueden ser desastrosos. A la hora de realizar retratos lo ideal (salvo que contemos con luz de estudio) es la luz natural, pero cuidado con ésta que también puede ser peligrosa.
Izquierda: foto tomada con iPhone 8 Plus en interior con luz artificial / Derecha: foto tomada con iPhone 6s Plus en exterior con luz natural
Y es que si vamos a realizar retratos a plena luz del sol no debemos hacerlo en las horas de sol más altas del día, pues corremos el riesgo de toparnos con sombras demasiado oscuras en los rostros. ¿Lo ideal? Los días un poco nublados, pues las nubes hacen de difusor de luz natural, suavizando maravillosamente las sombras.
Por supuesto, ni que decir tiene que el flash es el enemigo número uno de los retratos (por mucho que se empeñen en integrarlo en las cámaras frontales), si no queda otra podemos utilizarlo y después añadir algo de edición con software (ése será nuestro último apartado) para contrarrestar sus efectos, pero lo ideal es que evitemos en la medida de lo posible como si del demonio se tratase.
Fotografía tomada con iPhone 8 Plus en interior y utilizando flash
No al zoom, sí al enfoque
Otra cosa de la que debemos huir cuando realicemos retratos el del zoom. Por muchas mejoras que los teléfonos móviles hayan integrado, el zoom nos sigue haciendo perder calidad en el resultado final y lo único con lo que nos acabaremos topando es con un retrato lleno de ruido, así que acerquémonos nosotros, juguemos con los planos y de nuevo, cuidemos el encuadre.
Decimos no al zoom pero sí al enfoque. Lo ideal es que enfoquemos de manera manual y que busquemos qué queremos enfocar dentro del retrato, qué es lo que nos interesa resaltar. Además, el enfoque manual nos brinda la posibilidad de dar rienda suelta a nuestra creatividad, pudiendo jugar y disfrutar mucho más de realizar retratos.
Salpimentar con un poco de edición
En la foto anterior podemos ver las muestras tomadas con las cuatro cámaras distintas y vemos como por ejemplo, el Alcatel A7 nos deja una reproducción del color un tanto "triste". Sin embargo ésta y cualquier foto es susceptible de mejora con un poco de edición por encima.
Snapseed cuenta con un módulo específico para editar retratos
En las tiendas de aplicaciones nos encontramos con gran cantidad de editores fotográficos centrados en el retrato, pero en ocasiones cuentan con demasiados modos inservibles y nos dan resultados un tanto exagerados. Para este tipo de fotografía personalmente recomiendo Snapseed.
Y es que este editor, además de ser uno de los más completos que podemos encontrar actualmente, incorporó hace relativamente poco una función completa dedicada a los retratos que nos permite destacar y suavizar rasgos e incluso enfocar áreas concretas.
Arriba: foto pura / Abajo: foto editada con Snapseed
No sólo de la cámara vive el fotógrafo
Tras repasar algunos de los puntos clave para realizar retratos con el teléfono móvil llegamos a una conclusión clara: y es que a pesar de que las cámaras evolucionen y de que nos hagamos con el mejor smartphone fotográfico del mercado, la mano y el cariño con el que se tome una foto es siempre de vital importancia para obtener buenos resultados.
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