Cuando llamamos a cualquier teléfono móvil todos nos esperamos escuchar los aburridos tonos de espera. Ahora, hubo una época, hace unos años ya al menos en España, en la que muchas veces el esperar que nuestro contacto cogiese el teléfono no era tan aburrido, porque en vez de los tonos escuchábamos música. Otro punto a tratar sería el gusto de las canciones escogidas.
¿Quién no se acuerda de aquellos 'Yavoy', como Movistar bautizó al servicio? A día de hoy ya resulta bastante complicado encontrar quien tenga música como tono de espera, pero ello no significa que el servicio no sea contratable. Simplemente aquella moda ya pasó, para pesar de los operadores, que obtenían unos buenos ingresos gracias a este servicio.
Incluso antes de la llegada de los smartphones, cuando todavía pagábamos por aquellos SMS a precio de oro, Movistar y sus rivales encontraron una manera de hacer más amenas las llamadas, y ya de paso una vía de negocio. Se trataba de los Yavoy, un servicio que sustituía los tonos de espera que escuchamos al llamar a un contacto por una canción u otro tipo de audios (bromas y gags).
La cosa tuvo su gracia inicialmente. En vez de escuchar aburridos tonos podíamos conocer el último éxito de Estopa o los Café Quijano, por no hablar de aquel audio de un señor con un tono muy castellano que decía que ya iba a cogerlo, que esperases un momento. Si te gustaba el audio que escuchabas era tan fácil como pulsar asterisco para convertirlo también en nuestro tono de espera.
La pérdida de gracia de un servicio de pago
Tanto éxito tuvieron los Yavoy que llegó un punto en el que era difícil llamar a alguien y que no tuviese la canción de moda de tono, de hecho aunque el servicio sólo estaba disponible inicialmente en Movistar, pronto llegó también a Orange y Vodafone. Pero lo de sustituir los zumbidos del tono de espera por otro audio más entretenido pronto dejó de ser trendy.
Eran muchos los que al escuchar divertidos o amenos tonos de espera activaban también el servicio pero claro, luego venían los sustos. Inicialmente el servicio era gratuito pero, como ocurre mucho en estos casos, no eran pocos los usuarios que desconocían que a partir de cierto día pagarían una cuota mensual o incluso semanal por los tonos de espera personalizados o simplemente no se acordaban de desactivarlos. Venían los cabreos y sustos en las facturas.
Entre que perdieron la gracia o que dejaron de estar de moda y que muchos se dieron cuenta de que aquella música no era gratis, los Yavoy fueron desapareciendo poco a poco. Eso sí, que nadie se piense que el servicio se esfumó de la faz de la tierra de la noche a la mañana. Aunque ya apenas los escuchemos, tanto Movistar (1,49 euros por semana), como Vodafone (0,90 euros por semana) y Orange (1,95 euros al mes) siguen ofreciendo este servicio.
¿Volverán a estar algún día de moda los Yavoy o tonos de espera personalizados? No vamos a descartarlo del todo desde aquí, no vaya a ser que nos pillemos los dedos.
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