Del Black Shark 2 Pro al Black Shark 3 Pro: todo lo que ha cambiado

En 2018, Xiaomi lanzó en China el Black Shark, un terminal enfocado al sector gaming que finalmente terminó llegando al mercado internacional. Unos meses después, conocimos su renovación, el Black Shark Helo, aunque este modelo no aterrizó en Europa. Ya como marca independiente, fue anunciado el Black Shark 2, al que le siguió una versión Pro más potente y con mejores cámaras.

Ahora es el turno de la tercera generación, que nos ha traído no uno, sino dos modelos de golpe: el Black Shark 3 y el Black Shark 3 Pro. Ambos teléfonos comparten la mayoría de carcaterísticas, así que vamos a quedarnos con el más avanzado, la variante Pro, para compararla con su antecesor, el Black Shark 2 Pro. Veamos qué ha cambiado de uno a otro.

Ficha técnica del Black Shark 2 Pro y el Black Shark 3 Pro

Salto en pantalla, potencia y conectividad

Lo primero que ha cambiado respecto a la generación anterior, es la pantalla. La diagonal del nuevo Black Shark 3 Pro ha crecido hasta las 7,1 pulgadas desde las 6,39 pulgadas que tenía su antecesor, y aunque en los dos casos se trata de un panel AMOLED, también ha aumentado su resolución (de 2.340 x 1.080 a 3.120 x 1.440 píxeles) y su tasa de refresco (de 60 a 90 Hz).

El siguiente apartado en el que ha evolucionado es en el de la potencia: mientras que el Black Shark 2 Pro montaba el procesador Snapdragon 855+, su sucesor viene con el último cerebro de Qualcomm, el Snapdragon 865, con el módem Snapdragon X55 integrado, lo que le dota de conectividad 5G (NSA y SA) y soporte para WiFi 6, dos características que no tenía el modelo anterior.

El nuevo terminal llega en dos variantes en función de la memoria RAM y el almacenamiento interno, 8GB/128GB y 12GB/256GB, igual que su predesor, salvo que en ese caso, las dos versiones incluían 12 GB de RAM y sólo variaba la capacidad: 12GB/128GB y 12GB/256GB. El sistema operativo que cada uno trae de serie, obviamente, también ha evolucionado de Android 9 Pie a Android 10.

Más resolución por detrás, pero menos por delante

Al fijarnos en la cámara frontal de ambos dispositivos, llama la atención que Black Shark ha reducido la resolución de 24 a 20 megapíxeles. La cámara trasera, sin embargo, sí que ha aumentado tanto la resolución como el número de lentes. Y es que la compañía ha dado el salto a la triple cámara y la ha alojado en un módulo triangular ubicado en el centro.

Así, mientras que el Black Shark 2 Pro montaba un sensor principal de 48 megapíxeles y uno secundario de 13 megapíxeles, el Black Shark 3 Pro presume de un sensor principal de 64 megapíxeles, un gran angular de 15 megapíxeles y un tercer sensor de 5 megapíxeles destinado a la lectura de la profundidad.

En cuanto a la autonomía, la batería ha aumentado su capacidad de los 4.000 a los 5.000 mAh y ahora soporta la carga rápida por cable de 65 W (antes, de 27W) y la carga inalámbrica de 18 W. Sí se mantiene el habitual sistema de refrigeración líquida que la marca incorpora en sus teléfonos para evitar el sobrecalentamiento, pero el nuevo Black Shark 3 Pro ha añadido unos pequeños gatillos en su carcasa para jugar.