El sensor fotográfico de 1" del Xiaomi 12S Ultra es más importante de lo que parece, aunque no haya sido el primero

La fotografía lleva años ocupando alguno de los primeros puestos en materia de innovación en lo que a teléfonos móviles se refiere. Los fabricantes, sobre todo en sus modelos de gama más alta, ponen mucho empeño en intentar hacer mejor fotografías que los demás. La captura de imágenes ha pasado a ser algo muy importante y ya no queda casi nada para las cámaras fotográficas compactas. Si acaso, y cada vez menos, para el sector más profesional.

Y dentro de todo el complejo equipamiento fotográfico de un teléfono móvil, el sensor ocupa una posición primordial. Xiaomi acaba de colocar uno de una pulgada a bordo de su nuevo Xiaomi 12S Ultra, un móvil para fotografía "profesional", así lo ha vendido la marca, que posiblemente no veamos en el mercado internacional. Pero aún así, ese sensor fabricado por Sony importa y mucho. A pesar de no haber sido el primero. Aunque con matices.

La luz lo es todo en fotografía

Es algo que llevamos mucho tiempo repitiendo porque es realmente importante que quede grabado en la mente de los usuarios. La luz, en fotografía, lo es todo. Es lo que capturaban las primeras cámaras analógicas, aquellas que necesitaban casi una hora para poder capturar un retrato (de ahí que no se sonriese para mantener más fácilmente el gesto). Es lo que desde hace años capturan los sensores digitales, los CMOS que ahora lo dominan prácticamente todo.

Una mayor capacidad para capturar luz redunda en que el teléfono móvil (en el caso que nos ocupa) dispone de más información para trabajar y, por tanto, en una fotografía que debería tener una mayor calidad. No mayor resolución, ojo, sino una mayor calidad. Luego, una vez la información cruza del sensor al ISP entran en juego los algoritmos de procesado y compresión, y los resultados pueden variar enormemente de unas marcas a otras.

El sensor es una pieza clave en el equipo fotográfico de un móvil, más que las lentes o el número de cámaras

Pero el origen, el sensor fotográfico, es tremendamente importante. En varias ocasiones hemos explicado cómo funcionan estos sensores, y no tiene sentido ahondar más en ello pero sí que merece la pena hacer un resumen rápido. Un sensor fotográfico es un panel de celdas capaces de capturar luz (fotositos o fotodiodos) organizadas en bloques de cuatro con filtros de colores. Cada filtro deja pasar una longitud de onda, un color, y luego esos colores se fusionan para dar origen a la fotografía final.

Teniendo esto claro es más evidente que contar con una mayor superficie para cada una de estas celdas es importante a la hora de disponer de una mayor capacidad de captura de información. Y como hemos dicho antes, la información (luz) en fotografía lo es todo. Así pues, la llegada del sensor fotográfico de una pulgada del Xiaomi 12S Ultra es todo un logro. No porque sea el primero, que no lo es, pero sí es el primero con una característica muy particular e importante: puede aprovechar toda su superficie.

El Sony IMX989 de 50 megapíxeles del Xiaomi 12S Ultra

Ése es exactamente el modelo que Xiaomi ha montado a bordo de su 12S Ultra. Un Sony IMX989 con 50 megapíxeles de capacidad y que, además, estrena el fabricante chino en el mercado. No es el primero de 1 pulgada pues ya habíamos visto llegar uno así a bordo del Sharp Aquos R6, por ejemplo, o del Xperia Pro-I de Sony. Pero sus características sí lo hacen único, y que su llegada suponga un gran avance en fotografía.

Este sensor cuenta con fotodiodos de 1,6 micrómetros. Los fotodiodos son esas celdas que captaban luz que comentábamos antes, así que su tamaño importa. En el mercado hemos visto fotodiodos de hasta 0,8 micrómetros de lado (se miden así, por la longitud de sus laterales), así que 1,6 micrómetros suponen un gran tamaño. Por ejemplo, si el Xiaomi 12S Ultra decide emplear pixel-bining para fusionar sus píxeles y obtener fotografías de 3,2 micrómetros podría obtener muchísima más información y calidad. De 12,5 megapíxeles en lugar de 50 megapíxeles, eso sí. Cuando se fusiona, se fusiona todo.

Este tamaño de fotodiodos se consigue gracias a que el sensor es grande, de 1 pulgada, y a que no cuenta con un número excesivo de megapíxeles. Hemos visto llegar al mercado ya sensores más pequeños, fracciones de una pulgada, y con hasta 108 megapíxeles a bordo. El resultado, fotodiodos mucho más pequeños y una menor capacidad para capturar luz. Pero además, el Sony IMX989 es capaz de emplear toda la superficie del sensor.

Esto último supone que toda la superficie del sensor está cubierta por fotodiodos, igual que se cubre un campo solar con placas fotovoltaicas. En sensores anteriores, los fabricantes tenían que recurrir a marcos que no permitían aprovechar el 100% de su superficie. Esto sí ocurre en el IMX989 y, por tanto, el Xperia 12S Ultra se va a aprovechar de ello.

Dejen paso a los expertos, llega Leica

Además de todo lo relacionado con el sensor y el hardware fotográfico, Leica también ha estado implicada en el software del Xiaomi 12S Ultra. Como contaron en la presentación, la firma alemana ha intervenido también en el procesado fotográfico, asegurándose de que el resultado de las imágenes del Xiaomi 12S Ultra respeta las características de sus propias cámaras. Leica ha ayudado a calibrar cada uno de los modos fotográficos del teléfono y también ha añadido cuatro filtros de su propia cosecha, clásicos de su catálogo.

Leica en el software y el hardware y el mejor Sony a cargo de un espectacular sensor

Así pues, tenemos un Xiaomi 12S Ultra que, únicamente hablando de su sensor principal, lo tiene todo para conseguir fotografías del más alto nivel, comparables quizá a las de cámaras DSLR de precios muy elevados. Ahora sólo resta esperar a poder hincarle el diente a este Xiaomi 12S Ultra para ponerlo a prueba y ver de qué es capaz. Sobre el papel, tanto el software como el hardware prometen una experiencia de altísimo nivel. ¿La mejor del mercado? Veremos.

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