Análisis del Xiaomi Pencil: indispensable en el día a día y a juego con el resto del ecosistema

En Xataka nos caracterizamos por traer siempre la información más actual sobre dispositivos y tecnologías del día a día. También pasamos muchas horas probando dispositivos para poder hacer análisis muy completos, pero a veces conviene pasar mucho más tiempo con un dispositivo para poder probarlo en profundidad.

Eso es, precisamente, lo que hemos hecho con un periférico de Xiaomi. Y es que, tras cinco años de pruebas continuas y exigentes, ya tenemos el análisis del bolígrafo de Xiaomi.

Diseño sencillo, pero genial en mano

Como es habitual, vamos a empezar hablando del diseño y aquí tenemos un dispositivo que sigue a pies juntillas el lenguaje visual de la compañía china. Está fabricado por Mijia, responsables de buena parte del ecosistema de Xiaomi, y lo más interesante es que no desentona en absoluto.

Como puedes ver, tiene el mismo enfoque que dispositivos como la cámara de seguridad, el cepillo de dientes de la marca o hasta que la freidora de aire, por lo que si tenemos que anotar algo al lado de uno de esos dispositivos, no notamos que desentone.

Xiaomi cuida mucho su diseño en los dispositivos del ecosistema y eso es algo que agradezco. De hecho, uno de los principales motivos por los que he elegido a lo largo de los años dispositivos de la marca es porque quería que encajaran con el diseño del boli. Puede parecer absurdo, pero cuando escribes en un entorno así, las ideas fluyen de otra manera.

Está fabricado en plástico -aunque ya hay un modelo superior que lo ha sustituido y está fabricado en aluminio-, pero me gusta la elección del material porque es resistente y muy agradable en la mano. Tiene un tacto sedoso, casi cerámico, que le sienta genial, pero resiste bien los golpes.

En cinco años se me ha caído mucho, los gatos han jugado con él y hasta ha rodado por el suelo. Aunque tiene algunas señas de uso y algún que otro bollo en la parte superior, sigue funcionando como el primer día.

Considero que es muy elegante dentro de su minimalismo gracias a la patilla metálica para sujetarlo en el bolsillo de una camisa (no tengo camisas con bolsillos, así que es algo que no he podido probar) y al ribete cromado que separa el cuerpo de la zona superior.

Si quieres desmontarlo, es facilísimo desenroscando en el sentido de las agujas del reloj. Esto nos da acceso al cartucho de tinta y podemos ver que no hay muelles que puedan perderse: todo está integrado en la parte interior del cuerpo en un diseño muy funcional.

Sin HyperOS, pero un dispositivo como los VeryDumbPen no lo necesitan

Más allá del diseño, que es importante en un bolígrafo, hay que hablar de la experiencia. Aquí tenemos que diferenciar entre tres tipos de 'pen'. Por un lado, tenemos los SmartPen como los de Samsung -el S-Pen- o el de Apple -el Apple Pencil-. Éstos cuentan con conexión Bluetooth y funciones enriquecidas, pero la desventaja es que sólo se pueden usar en la pantalla de un iPad o un Galaxy S Ultra.

Luego tenemos los DumbPen, esos bolis con puntita de goma que podemos usar en casi cualquier pantalla táctil y que no están mal, pero carecen de precisión. Dispositivos como la Nintendo 3DS tienen lápices de plástico que podemos usar en pantallas resistivas. Y, por último, tenemos los VeryDumbPen.

También podemos llamarlos "bolis analógicos" o referirnos por la traducción directa al castellano: boli de toda la vida. Son muy útiles debido a su versatilidad. Lo primero es que se pueden convertir en un DumbPen gracias a puntitas de goma que podemos pinchar, directamente, en la punta del boli para poder usar pantallas táctiles capacitivas.

También podemos usar la propia punta del boli para pantallas resistivas, aunque no te lo recomiendo porque puedes estropear el panel. Y, evidentemente, su uso nativo como bolígrafos. Aquí, el Xiaomi Pen me encanta porque tiene una punta de tungsteno muy, muy delgada, de menos de 0,5 milímetros, y eso significa que es extremadamente precisa.

El boli se desplaza genial en el papel, pero hay que tener cuidado cuando lo usamos en superficies rugosas porque está tan afilado que puede no deslizar correctamente. Te recomiendo para ello un papel de dureza media o estándar. El típico folio o libreta, no te pongas en un bloc Guarro para carboncillo porque la experiencia será… mala.

Y la conectividad con el papel es excelente: no tienes que sincronizar nada de nada ni esperar a que se empareje: simplemente sacas la puntita y listo, te pones a escribir. El tiempo de respuesta de este bolígrafo en eventos es tres segundos menor que el de bolis como el Apple Pencil (que tienes que despegar del lateral del iPad) y de 4,7 segundos inferior que el del S-Pen del Galaxy S23 Ultra.

¿Echo en falta HyperOS o cualquier cosa medianamente 'smart'? Sí, no te lo voy a negar. Me gustaría salir de casa y tener el la app de 'Buscar' la ubicación del boli. También sería muy útil contar con un chip UWB para encontrar el boli cuando se nos cuela por los cojines del sofá, pero hay que analizar un dispositivo por lo que ofrece, no por lo que nos gustaría que tuviera.

Autonomía que depende del uso, pero que se recarga en 15 segundos al 100%

Y llegamos al punto más polémico del análisis de este Xiaomi Pen porque… prácticamente está descatalogado. Hemos querido probar tan, pero tan bien el dispositivo que, en estos cinco años se han retirado los cartuchos de tinta oficiales. Puedes encontrar algunos compatibles y vendidos por vendedores externos, pero que sepas que pueden ser los del modelo nuevo y no los del que estamos analizando.

Además, cuando cargamos un móvil, no nos cuesta más que la luz. Sin embargo, si queremos cargar el boli, tenemos que pagar la luz para encender el PC y encargar los recambios, que a su vez cuestan dinero. Está claro que la marca ha ido a cautivarnos con un excelente bolígrafo, pero luego hay que pagar los recambios para poder usarlo.

¿Lo bueno? La duración es extremadamente alta. El primer año escribí muy poco, pero a partir del segundo lo usé muchísimo y la tinta me duró bastante. No muchísimo, pero sí bastante. Esto depende del uso, puede que a ti te dure muchísimo, pero no fue mi caso.

Lo mejor es que, cuando se gasta la tinta, tardas 15 segundos en abrirlo y recambiar el cartucho. Ya quisieran los móviles tener un sistema tan optimizado.

El Xiaomi Pen, la opinión de Xataka Móvil

Y, al final, el Xiaomi Pen es un dispositivo que se hace indispensable en el día a día. No tienes que ser un estudiante ni nada parecido para usarlo, ya que está enfocado a cualquier usuario que quiera escribir algo y encaja en cualquier ambiente.

Yo lo uso mucho para anotar recetas, pero también para apuntar cualquier dato que me digan por teléfono si no tengo una pantalla delante, así que cumple su papel a la perfección. A veces lo enseño a las visitas en plan "mira qué bolígrafo tan bonito". Y es que, no tiene que ser un Mont Blanc para resultar elegante.

El problema es el comentado: no tiene un sistema inteligente con conexión con el resto del ecosistema (del que sí comparte el diseño) y puede que encontrar recambios sea complicado, pero si quieres un VeryDumbPen resistente, que escriba bien y esté bien acabado sin pedir una hipoteca, es muy buena elección.

Dicho esto, si has llegado hasta aquí, espero que este análisis del bolígrafo de Xiaomi te haya sido de ayuda y que hayas disfrutado con esta 'broma' del 28 de diciembre, Día de los Inocentes en España. Y también tengo que añadir que, aunque sea una broma, llevo cinco años usando el boli y me parece muy bueno. De verdad.

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