Parece que esta vez es la buena. El posible cambio de propietario de Yoigo lleva años en boca de todos. Su empresa matriz, TeliaSonera, tiene su sede en Estocolmo (Suecia) y sus principales mercados son los nórdicos y países del Europa del Este. Si situamos todos esos mercados en un mapa Yoigo está fuera de esos focos, muy lejos de hecho, por eso siempre ha sido el operador "raro" dentro del grupo.
En 2012 ya hubo un intento de venta serio, con Vodafone y Orange como principales candidatos, pero al parecer ninguno llegó a ofrecer los 1.000 millones de euros que exigían los dueños del negocio. Pero acuciada por las deudas TeliaSonera ha vuelto a las andadas, estando ya en negociaciones exclusivas con Zegona (dueños de telecable) que salvo sorpresa acabarán con la venta de Yoigo. Con la alta probabilidad de dicha operación toca preguntarnos, ¿qué implicaciones tendría la venta de Yoigo a Zegona para los usuarios?
Conozcamos Zegona
Tras este desconocido nombre se esconde una compañía comandada por Eamonn O'Hare y Robert Samuelson, que de operadores saben algo tras haber trabajado en Virgin. La compañía tiene como objetivo ganar presencia en el mundo de las telecomunicaciones en Europa, mediante inversiones que se moverán entre los 1.280 y 3.842 millones de euros, de los que ya se ha gastado unos 640 millones de euros en telecable.
Pero que nadie se piense que Zegona quiere realmente crear un gran operador en España (o cualquier otro país europeo) para pelear contra los grandes, no es ese su objetivo. Los británicos lo quieren dejar claro desde el primer momento, de hecho en su misma web lo dicen, su lema es buy-fix-sell (comprar, arreglar, vender). Vamos, que compran compañías para hacerlas crecer y una vez exprimidas las venderán, reportando beneficios a sus inversores. Lo mismo que hicieron varios fondos en ONO, aunque su presencia en la cablera se alargó más años de los previstos.
¿Qué haría Zegona con Yoigo?
Comprar, arreglar y vender sería la respuesta rápida desde luego. Pero es ese "arreglar" donde nos hemos centrar. Arreglar supone hacer crecer al operador, tanto en ingresos como en clientes. Al disponer ya de telecable el primer paso seguramente sería que la cablera pasaría a contar con la cobertura móvil de Yoigo (más Movistar), lo que supondría nuevos ingresos para el operador. Ese sería también el primer paso para buscar más virtuales que quieran dar ese mismo paso.
Además, por el lado de telecable también se podría reforzar sus tarifas convergentes, contando con una red "amiga" como sería la de Yoigo. Sobre el uso de ambas marcas, lo lógico parece que sería mantener las dos. Yoigo es muy conocida a nivel nacional y aparentemente cuenta con mejor fama que los operadores más veteranos, mientras telecable tiene un carácter local que no convendría desperdiciar, como ha hecho Euskaltel manteniendo R.
Pero vayamos a lo que nos interesa a los usuarios, las tarifas. Parece ser que Yoigo de nuevo devolverá su SinFin a los ocho gigas en abril, lo que probablemente le llevará de nuevo a perder clientes. Al fin al cabo, los actuales dueños del operador no buscan un crecimiento desmedido, quieren rentabilidad, por lo que prefieren modular la entrada de clientes con estos cambios, ya que con la actual cobertura si todos los clientes gastasen los 20 gigas la factura a pagar a Movistar se dispararía.
En el caso de Zegona su objetivo sería el contrario que el de TeliaSonera, aumentar la cartera de clientes aunque eso repercuta en la rentabilidad, sin pasarse tampoco. Para ello la primera medida debería ser dejar la SinFin con 20 gigas definitivamente, pero además el comprador también debería meter mano en las tarifas más bajas, donde Yoigo lleva tiempo sin apostar. Una rebaja de la del Cero y la aparición de alguna nueva tarifa más barata que la del Cero cinco gigas le iría muy bien para ganar más clientes.
Por tanto, el nuevo papel de Yoigo no sería otro que actuar como la "mosca cojonera", táctica que llevamos tiempo esperando a que adopte pero que TeliaSonera, centrada en la rentabilidad, ha frenado. Además hay que tener en cuenta que Zegona todavía tendría mucho dinero fresco para gastar y en la mente de todos habría dos nombres en los que se podría fijar tras hacerse con Yoigo: MásMóvil y Euskaltel. Con la primera se haría con los interesantes restos de Jazztel y con la segunda con una importante red de cable en Euskadi y Galicia. Pero eso ya es especular más todavía.
Y hay otra cosa cierta: buy-fix-sell. Zegona se encargaría durante unos años a engordar Yoigo (positivo para los usuarios) para luego vender, lo que de nuevo provocaría que más de uno se eche a temblar. Pero ante un futuro nuevo cambio de manos, que no llegaría antes de tres o cuatro años, no tenemos que temer, ya que cualquier operador con red propia lo tendría muy complicado, por las condiciones que le impondrían los distintos reguladores. Sería otra vez turno para alguien venido de fuera.
Para concluir. En ese proceso de arreglar parece claro que Zegona tendría que buscar ampliar la cartera de clientes de Yoigo y para ello solo hay una vía: mejores tarifas. La mayor duda es si para sostener la viabilidad de esas tarifas Zegona llevaría a cabo esa ampliación de cobertura prometida por TeliaSonera que con la previsible compra se queda en el alero. Parece que sería lógico, pero ese el mayor miedo que nos da este cambio de manos.
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