Yoigo fue el pionero entre los grandes operadores españoles en lanzar un pago a plazos integrado en factura que por entonces convivía con las subvenciones hasta que estas desaparecieron o se integraron en el pago a plazos.
Pero algo parece que ha cambiado en Yoigo desde que su empresa matriz, TeliaSonera, decidiera cancelar el proceso de venta de la compañía y es que el primer movimiento va a suponer cambios en el pago a plazos más longevo que conocíamos hasta ahora.
Y es que desde hoy mismo todo aquel que opte por hacerse con un teléfono a plazos con Yoigo tendrá que abonar una comisión de gestión por aplazamiento solo en la primera factura adicional al primer pago a plazos que va desde los 3,6 euros para los teléfonos de pago mensual de tres euros hasta los 30 euros para teléfonos con cuotas mensuales de 25 euros.
Dicha comisión, que supone un 5,09% TAE, la pagará el cliente en la primera factura tras hacerse con el teléfono pero además ahora la operación no dependerá exclusivamente del operador, ya que en la operación además de Yoigo también participará Unoe Bank, que será quien decida si se concede el aplazamiento o no.
A falta de conocer las razones exactas por las que Yoigo ha cambiado las condiciones de su pago a plazos, pareciéndose ahora más a una financiación pura y dura, el cambio va a contracorriente, ya que sus principales competidores y algún que otro OMV ofrecen pago a plazos sin la intervención de un banco.
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