Que la actual oferta convergente de Yoigo tiene poco que hacer contra la de sus rivales es bien conocido, e incluso su CEO, Eduardo Taulet, nos confesó en una entrevista que no están nada satisfechos ni con el producto ni con el rendimiento que están sacando de él, por lo que trabajaban en mejorarlo, ya sea mejorando su acuerdo con Movistar o negociando con otros operadores.
Y parece que al gran operador móvil sin red fija propia se le puede allanar el camino en su objetivo de dar guerra también en el terreno de la convergencia. Yoigo habría mantenido contactos con Europa para quedarse con parte de la red, tanto fija como móvil, de la que se tendría que desprender Orange al comprar Jazztel, lo que de paso reforzaría la competencia.
Desde Yoigo ya se habían mostrado interesados en hacerse con las licencias de espectro que podrían pasar a estar disponibles como efecto por la compra de ONO por parte de Vodafone y la de Jazztel por parte de Orange. Los operadores objetos de compra disponen de licencias para usar los 2.600 MHz, que podrían ayudar a Yoigo a aumentar la velocidad de su red móvil.
Yoigo necesita una red fija para seguir dando guerra
Pero más allá de mejorar su red móvil lo que necesita como agua de mayo Yoigo es poder competir de verdad en el mercado convergente. El operador está actualmente atado de pies y manos, ya que sin una red fija propia lo máximo que han conseguido hasta ahora es un acuerdo con Movistar para acceder a su red, aunque la oferta de Yoigo es claramente peor que las de los otros grandes operadores.
Es por eso que desde el operador necesitan bien o un mejor acuerdo o tener una red propia. Y esa posibilidad se abre, casi de rebote, con la compra de Jazztel por parte de Orange. Desde Europa están analizando con lupa esa transacción, ya que como muchos creen que la competencia se vería amenazada al reducirse el número de operadores en España.
La solución partiría de que Orange tendría que hacer concesiones, como vender la fibra que le sobra al solaparse su despliegue con el de Jazztel en ciertas ciudades. Incluso también cabría la posibilidad de que los franceses tengan que dar un acceso mayorista allá donde no haya solapamientos, de manera que otros operadores pudiesen acceder a ella con condiciones interesantes.
En esa venta o acceso mayorista es donde entraría Yoigo. Ellos, con MÁSMÓV!L que también se ha mostrado interesada, son los compradores perfectos, los más capaces de poder forjar un operador que de guerra en la convergencia, al contar con una gran red móvil propia.
Por tanto ahora cabe esperar que Europa entienda y acepte este canje de cromos, que llevaría a la desaparición de Jazztel pero a la creación de un Yoigo más fuerte que pueda seguir plantando cara a los operadores de siempre. El veredicto final debería llegar antes del 30 de abril, y de él también depende la decisión de la CNMC sobre la fibra de Movistar, así que toca esperar impacientes.
Vía | elEconomista
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