Ocho meses después de presentar el Zenfone Max Pro (M1), ASUS decidió anunciar oficialmente su sucesor, así que a mediados de diciembre vieron la luz el ASUS Zenfone Max Pro (M2) y el Zenfone Max (M2). El lanzamiento confirmó la mayoría de características que se habían filtrado hasta el momento para el primero de ellos, como la pantalla FullHD+ y el Snapdragon 660.
Entre todas esas prestaciones, había una que destacaba por encima de las demás como ya lo hizo en su antecesor: una enorme batería de 5.000 mAh que prometía dos días de autonomía. Ahora que el Zenfone Max Pro (M2) ha pasado por nuestras manos, hemos tenido la oportunidad de comprobar tanto las virtudes de esa batería como el resto de características, y la verdad es que, en términos generales, no nos ha defraudado.
ASUS ZenFone Max Pro (M2), especificaciones técnicas
ASUS ZENFONE MAX PRO (M2) | |
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PANTALLA | 6,26 pulgadas IPS LCD 19:9 Resolución FullHD+ (2.280x1.080) |
PROCESADOR | Snapdragon 660 |
RAM | 6GB |
MEMORIA INTERNA | 64GB (más microSD) |
CÁMARAS | Trasera: 12MP+5MP Frontal: 13 MP |
SOFTWARE | Android Oreo 8.1 |
BATERÍA | 5.000 mAh |
DIMENSIONES Y PESO | 157,8 x 75,5 x 8,5 mm 175 g |
OTROS | Dual SIM, WiFi n, Bluetooth 5.0, microUSB 2.0, jack de 3,5mm, lector de huellas dactilares, reconocimiento facial |
PRECIO |
Diseño: acabados de gama alta
Ya solo el packaging de este terminal bien merece un notable, pero al abrir la caja nos vemos sorprendidos gratamente. En primer lugar, es de agradecer que ASUS haya incluido un pincho metálico para extraer la bandeja de las tarjetas, unos auriculares con tres pares de tapones y una práctica funda transparente de silicona. Pero lo más importante es que en el interior encontramos un terminal con unos acabados que bien podrían ser de gama alta.
Nuestra unidad de prueba era del color Midnight Blue (azul medianoche) y la verdad es que tiene una apariencia elegante, no solo por la tonalidad sino también porque da la impresión de que está construido en cristal cuando la trasera realmente es de policarbonato.
Por delante, tenemos una pantalla FullHD+ (de la que hablaremos más adelante) que, gracias al notch, a unos marcos muy finos y a la ubicación del sensor de huellas en la parte trasera, aprovecha la superficie frontal al máximo. Esa pantalla, además, presume de un cristal curvado 2.5D y protección Corning Gorilla Glass 6, de manera que, según ASUS, soporta caídas desde 1 metro de altura. Este dato no lo podemos corroborar, pero la mera presencia de esa protección ya es algo destacable en la gama media.
Por detrás, ASUS se ha decantado por un acabado que ellos denominan Wave y gracias al cual, al girar el terminal para verlo desde diferentes ángulos, puede apreciarse un juego de luces y sombras. Hay que reconocer que es atractivo, sí, pero no podemos negar que, como siempre sucede con estos acabados, es un imán para las huellas (ni más ni menos que la mayoría de modelos del mercado).
En cualquier caso, esta trasera ligeramente curvada en los bordes tiene su prolongación en unos marcos laterales redondeados de aluminio que aportan al conjunto un aspecto, como hemos dicho, más propio de la gama alta que de la gama media. Y seguimos en la parte trasera del teléfono porque ahí es donde encontramos la doble cámara dispuesta verticalmente en la zona superior izquierda, el lector de huellas dactilares en el centro y el logo de ASUS justo debajo. Esa cámara, por cierto, apenas presenta protuberancia.
Nos detenemos ahora en los bordes del teléfono: en el derecho se hallan el botón de encendido y los controles de volumen, mientras que en el izquierdo es donde encontramos la triple bandeja que aloja las dos tarjetas nanoSIM (ambas 4G) y la tarjeta de memoria microSD.
El marco inferior es el que queda reservado para el conector jack de auriculares, el puerto microUSB y un altavoz que entrega un audio óptimo para un terminal de esta categoría. Aquí, por poner una pega, echamos de menos el conector USB-C, que sí hemos visto ya en varios modelos de gama media y de entrada.
ASUS ZENFONE MAX PRO (M2) | XIAOMI MI 8 LITE | HUAWEI MATE 20 LITE | HUAWEI P SMART+ | OPPO RX17 NEO | SAMSUNG GALAXY A9 (2018) | |
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PANTALLA | 6,26 pulgadas FullHD+ | 6,26 pulgadas FullHD+ | 6,3 pulgadas FullHD+ | 6,3 pulgadas FullHD+ | 6,41 pulgadas FullHD+ | 6,3 pulgadas FullHD+ |
RATIO FRONTAL/PANTALLA | 82% | 82,5% | 81,7% | 82,2% | 84,4% | 80,5% |
DIMENSIONES | 157,8 x 75,5 x 8,5 mm | 156,4 x 75,8 x 7,5 mm | 158,3 x 75,3 x 7,6 mm | 157,6 x 75,2 x 7,6 mm | 158,3 x 75,5 x 7,4 mm | 162,5 x 77 x 7,8 mm |
PESO | 175 g | 169 g | 172 g | 169 g | 156 g | 183 g |
Esta tabla corrobora lo que hemos dicho antes: el ASUS ZenFone Max Pro (M2) aprovecha notablemente bien la superficie frontal, concretamente hasta un 82% según GSMArena (aunque ASUS afirma que es el 90%). Además, en la mano, no resulta pesado ni incómodo, pese a tener un panel de casi 6,3 pulgadas y el mayor grosor de la comparativa (8,5 mm). En definitiva, se trata de un terminal muy bien construido, con unos buenos acabados y una estética que agrada a primera vista. Y aquellos a los que les parezca algo frágil o resbaladizo, o simplemente quieran evitar las temidas huellas, siempre pueden usar la funda transparente incluida.
Pantalla: comportamiento correcto
El ASUS Zenfone Max Pro (M2) incorpora un panel LCD IPS de 6,26 pulgadas con resolución FullHD+ (2.280x1.080 píxeles) y formato 19:9 (la relación de aspecto habitual en los móviles con notch). En su ficha técnica, figuran también un brillo de 450 nits y una relación de contraste de 1.500:1.
En la práctica, esto se traduce en una calidad de visualización correcta, tanto en interiores como en exteriores. La resolución FullHD+ otorga un nivel de detalle suficiente sin elevar el consumo demasiado, mientras que la tecnología IPS se ocupa de proporcionar unos ángulos de visualización buenos. Incluso con la luz directa del sol y a pesar de los reflejos producidos, la calidad de visionado y lectura se puede considerar aceptable.
Cuando activamos el nivel automático de brillo, se queda algo por debajo de lo deseable, pero siempre podemos ajustarlo manualmente, igual que la temperatura de color en caso de que no nos agrade el valor predeterminado y prefiramos un matiz más frío o más cálido.
Entre el resto de opciones disponibles, destacan la posibilidad de establecer un modo de 'Luz nocturna' para dar un tono ámbar a la pantalla, de definir el tiempo de suspensión por inactividad (entre 15 segundos y 30 minutos) o el modo de 'Pantalla inteligente', que detecta cuándo miramos la pantalla y sostenemos el dispositivo en vertical para ampliar el tiempo de activación.
En cuanto a la respuesta táctil, también consideramos que es correcta, y gracias a la función ZenMotion de ASUS, es posible activar el gesto táctil para encender o apagar la pantalla con dos toques sobre ella. Por tanto, estamos ante una pantalla que ni sobresale ni suspende en ningún aspecto.
Rendimiento: Snapdragon 660 y 6GB de RAM para cumplir con soltura
ASUS ha equipado su Zenfone Max Pro (M2) con el Snapdragon 660 de Qualcomm, un procesador de 14 nanómetros que fue presentado en 2017 y que hemos visto a lo largo de 2018 en otros modelos de gama media como el Xiaomi Mi A2 e incluso de gama media-alta como el Samsung Galaxy A9 (2018).
En el caso de la unidad que hemos podido probar, además, venía acompañado de 6GB de RAM y 64GB de memoria interna, a lo que hay que añadir la posibilidad de utilizar una tarjeta microSD de hasta 2TB y 100GB de almacenamiento en Google Drive gratis durante un año.
¿Y en qué se traduce eso en la práctica? Muy simple: la combinación del Snapdragon 660 con los 6GB de RAM proporciona un rendimiento satisfactorio en el día a día, sin cierres inesperados de aplicaciones ni lags importantes y con una navegación muy fluida entre las diferentes apps. Hemos notado, además, que disipa muy bien el calor y el terminal no se calienta tras un rato jugando con él o usando de manera intensiva la cámara.
En multitarea también se desenvuelve con soltura, igual que en los juegos, tanto en los más sencillos como en los más exigentes. En estos últimos, sí que ha experimentado lentitud en momentos puntuales, pero nada que entorpeciera la experiencia de usuario ni que podamos echarle en cara a un terminal de gama media. Aquí dejamos, como siempre, la tabla comparativa con los resultados de los benchmarks más populares:
ASUS ZENFONE MAX PRO (M2) | SAMSUNG GALAXY A9 (2018) | XIAOMI MI A2 | BLACKBERRY KEY2 | BQ AQUARIS X2 PRO | NOKIA 7 PLUS | |
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PROCESADOR | Snapdragon 660 | Snapdragon 660 | Snapdragon 660 | Snapdragon 660 | Snapdragon 660 | Snapdragon 660 |
RAM | 6 GB | 6 GB | 4 GB | 6 GB | 4 GB | 4 GB |
ANTUTU | 128.558 | 141.346 | 127.610 | 126.375 | 141.550 | 141.522 |
GEEKBENCH (SINGLE/MULTI) | 1.465 / 5.470 | 1.584 / 5.772 | 1.626 / 4.286 | 1.618 / 5.755 | 1.642 / 5.763 | 1.645 / 5.909 |
3D MARK (ICESTORM UNLIMITED) | 24.271 | 25.820 | 22.461 | 18.342 | 26.415 | 26.348 |
También hay un aspecto en el que el Zenfone Max Pro (M2) destaca por su velocidad y precisión: el desbloqueo del terminal, ya sea mediante reconocimiento facial o con el sensor de huellas dactilares. Ambas opciones son tan rápidas en configurarse como en llevar a cabo su labor. En el caso del sensor, es capaz de detectar la huella parcialmente incluso cuando el móvil lleva la funda puesta; por su parte, el sistema de reconocimiento facial distingue rápidamente el rostro aunque el propietario se ponga gafas, mire el teléfono de lado o las condiciones de luz sean desfavorables.
Autonomía: olvídate de recargarlo cada día
Cuando ASUS presentó este modelo, hizo un gran hincapié en su enorme batería, y no es para menos, porque tiene una capacidad de, atención, 5.000 mAh. ¿Es suficiente para un terminal con una pantalla LCD FullHD+ de 6,26 pulgadas? Rotundamente sí.
En nuestras pruebas, con cada carga completa, ha aguantado más de un día y medio con el brillo automático y un uso medio que incluía reproducir algunos vídeos, navegar por Internet, consultar el correo electrónico, jugar de vez en cuando, actualizar las redes sociales, hacer alguna que otra llamada y sacar un número considerable de fotos. Por ofrecer datos más concretos, hemos comprobado que una hora de pantalla encendida con el brillo al máximo solo consume un 10% de energía, y que media hora de reproducción de vídeo apenas reduce un 6% la autonomía restante.
Además, ASUS nos ofrece varias opciones para getionar más eficientemente el consumo de energía. Entre ellas, tenemos el modo 'Ahorro de batería', que podemos configurar para que se active automáticamente cuando la autonomía descienda del 5% o del 15%. También tenemos la posibilidad de ajustar el tiempo de suspensión entre 15 segundos y 30 minutos, y de seleccionar el brillo automático, que optimiza el nivel de brillo (a veces en exceso) según la luz disponible.
El punto negativo en este apartado lo encontramos en la velocidad de carga. En nuestro test, utilizando el cargador de 10W que viene de serie y con el móvil apagado, ha tardado tres horas en completar una carga completa (del 0 al 100%). Y es que claro, 5.000 mAh tardan mucho en descargarse... pero también en recargarse.
Software: cuantos menos añadidos, mejor
Que a estas alturas de la película, un móvil nuevo llegue con Android 8.1 Oreo en vez de Android 9 Pie, es tan habitual que apenas nos atreveríamos a criticarlo, sino fuera porque la última versión del sistema operativo de Google sí que ha llegado ya a otros modelos de ASUS, concretamente a la familia Zenfone 5. Peor aún resulta el hecho de que, a finales de enero de 2019, el Zenfone Max Pro (M2) viene con el parche de seguridad de octubre de 2018.
Dejando todo eso al margen, nos encontramos un modelo que, sin pertenecer al catálogo de Android One, sí que ofrece una experiencia de usuario bastante pura, sin apenas bloatware y sin la habitual capa de personalización ZenUI del fabricante. Además de las apps propias de Google, solo lleva preinstaladas las redes sociales más importantes (Facebook, Facebook Messenger e Instagram) y un cajón denominado 'ASUS' en el que encontramos la calculadora, la radio FM y la grabadora de sonido. Nada de juegos ni de aplicaciones duplicadas.
Seguimos teniendo, por tanto, un Android reconocible, con un sistema de multitarea, cajón de aplicaciones y ajustes bastante similares a la idea de Google. En cuanto a las opciones de personalización, permite definir el fondo de pantalla y añadir/quitar/mover iconos y widgets.
También disponemos de un completo menú de ajustes rápidos para que podamos aumentar/reducir el brillo de la pantalla y activar/desactivar fácilmente las conexiones Bluetooth y Wi-Fi, los datos móviles, la linterna, la ubicación, el giro automático de la pantalla y los modos Avión, No molestar, Ahorro de batería y Luz Nocturna. Se pueden editar añadiendo algunas funcionas más.
En definitiva, el ASUS Zenfone Max Pro (M2) proporciona una experiencia de usuario limpia y fluida, con pequeños y útiles añadidos que no producen una sobrecarga al sistema ni duplican funciones, y sin olvidarse de las opciones de personalización, que en mi opinión son las justas y necesarias. Es cierto que, si ASUS pretendía lograr una experiencia pura (y ya de paso, mayor rapidez en las actualizaciones), podría haberse decantado por Android One, pero esta solución no resulta para nada molesta, incluso es posible que más de uno la prefiera.
Cámaras: amplias posibilidades sin gran calidad
ASUS ha apostado por tres cámaras para este modelo: dos en la parte posterior y una en la delantera. Comenzamos por la cámara trasera, que cuenta con un sensor Sony IMX486 de 1/2,9 pulgadas con 12 megapíxeles de resolución, un tamaño de píxel de 1,25 µm y una apertura de f/1.8. Le acompañan un sensor de 5 megapíxeles para crear el efecto "bokeh", un flash LED, un sistema autofocus por detección de fase (PDAF) y la estabilización electrónica de imagen (EIS).
Según ASUS, hay una actulización programada para principios de 2019 que habilitará la Detección avanzada de escena gracias a la Inteligencia Artificial y será capaz de reconocer 13 tipos de escenas diferentes. La unidad que hemos probado no dispone aún de ella, pero sí que incluye multitud de ajustes, efecto de profundidad regulable, varios niveles de embellecimiento en tiempo real y hasta nueve filtros diferentes. También cuenta con cinco modos de disparo: Automático, Pro, HDR, Deportes y Noche.
La aplicación de la cámara, tanto de la frontal como de la trasera, es muy intuitiva, fácil de manejar y cuenta con todos los botones y accesos que podríamos esperar, salvo el temporizador, que se encuentra dentro del menú de ajustes. El modo Pro es bastante completo y permite controlar la sensibilidad ISO, la velocidad de obturación, la exposición, el balance de blancos y el enfoque.
Las posibilidades que ofrece esta cámara son, como vemos, muy amplias. ¿Pero qué ocurre con la calidad de imagen? De día, con buena luz, el comportamiento de la cámara del Zenfone Max Pro (M2) es correcto, aunque sí que se aprecia cierto nivel de ruido, algo de subexposición y un rango dinámico algo pobre. De noche, y a pesar de contar con un modo nocturno específico, aumenta bastante el ruido y se pierde mucho detalle. Y el modo Pro no es suficiente para solventar estas carencias.
También hemos comprobado que le cuesta mucho procesar los cielos claros y los contraluces; aquí, si seleccionamos el modo HDR, mejora ligeramente, pero no lo suficiente y provoca una pérdida de contraste. Lo que sí funciona notablemente bien es el enfoque automático, rápido y bastante preciso. No sucede lo mismo con el zoom digital: directamente es mejor no superar los 2x.
En cuanto al Embellecedor y al Efecto de Profundidad, ambos resultan excesivos si los ajustamos al máximo, pero se agradece mucho la posibilidad de ajustar el nivel comprobando sus efectos en tiempo real. En el caso del primero, ofrece tres niveles (Bajo, Medio y Alto) y una cuarta opción en la que podemos ajustar el suavizado y el blanqueamiento para que no resulte tan artificial. El Efecto de Profundidad, por su parte, permite elegir el motivo que queremos enfocar y, a partir de ahí, desenfocar el resto de la imagen en mayor o menor medida.
Por último, como hemos mencionado antes, el ASUS Zenfone Max Pro (M2) permite aplicar un filtro antes de disparar y comprobar en tiempo real cómo sería el resultado, eso sí, solo en el modo Automático. Hay nueve disponibles: mono, sepia, negativo, solarizar, posterizar, agua, grabado, esbozo y neón. Hay que reconocer que son resultones, así que quien quiera dar un toque original a sus fotos, disfrutará alternando entre ellos.
En el apartado de vídeo, es capaz de grabar en calidad 4K con posibilidad de elegir el balance de blancos, activar la estabilización de imagen y aplicar uno de los nueve filtros disponibles. Pero únicamente cuenta con un modo de grabación y, en este sentido, echamos en falta recursos como el time-lapse o la cámara lenta.
Pasamos ahora a la cámara frontal, que tiene una resolución de 13 megapíxeles, apertura f/2.0 y una distancia focal equivalente a 26 mm en el formato de 35 mm. Además, incluye un flash LED, tres modos de disparo (Automático, Deportes y Noche) y los mismos nueve filtros que hemos mencionado en la cámara trasera.
La interfaz es idéntica a la de la cámara trasera, salvo el Efecto de Profundidad, que aquí no es posible modificarlo. El menú de ajustes también recoge las mismas opciones, pero añade una más, el Espejo de Selfies para sacar la foto invertida, es decir, tal y como te ves en un espejo.
Si hablamos de la calidad de los selfies... El resultado es el mismo que hemos comentado antes: aceptable de día, a pesar de que se aprecia cierto nivel de ruido, cielos claros quemados y colores algo apagados, pero de baja calidad en escenas nocturnas. Aunque echemos mano del flash o del modo noche, el ruido es considerable y la pérdida de detalle es muy acusada.
En cuanto al Embellecedor, sus posibilidades de ajuste (con tres niveles y una cuarta opción personalizable) en tiempo real y su resultado (demasiado artificial cuando lo llevamos al máximo) son los mismos, pero oye, nunca está de más un leve suavizado para quitarse alguna que otra mancha o arruga, ¿no?
ASUS ZenFone Max Pro (M2), la opinión de Xataka Móvil
La unidad que hemos probado, con 6GB de RAM y 64GB de almacenamiento, tiene un precio de 299 euros, lo que significa que, por menos de 300 euros, tienes un teléfono bastante equilibrado en términos generales. En el primer apartado, el del diseño, el ZenFone Max Pro (M2) presume de buenos acabados y proporciona un agarre cómodo, aunque algo resbaladizo quizá.
Tanto en lo que respecta a la pantalla como en lo referente al rendimiento, no podemos ponerle ninguna pega. Por un lado, ofrece una buena calidad de visualización en todos los ángulos y un brillo que no molesta cuando lo llevamos al máximo y que se desenvuelve en exteriores. Por otra parte, el Snapdragon 660 junto a los 6GB de RAM cumplen perfectamente cualquier tarea que podamos exigirle a un terminal de este tipo (hay que recordar que no estamos ante un modelo de gama alta).
Los otros tres apartados son los que ofrecen una de cal y otra de arena, sin que ninguno de ellos llegue a suspender el examen. Empezamos por la batería, que nos invita a olvidarnos de conectar el cargador todos los días, pero que, una vez conectado, el proceso de recarga no es precisamente rápido. Seguimos con el software, donde echamos en falta la última versión de Android y donde ASUS ha preferido añadir algunos aditivos a Android Stock en lugar de apostar por Android One. En cualquier caso, como hemos dicho, esos aditivos no son molestos ni excesivos.
Y por último, tenemos el apartado fotográfico. Aquí, este modelo de ASUS, tanto con su cámara frontal como con la trasera, propone un amplio abanico de posibilidades a todos aquellos que disfrutan jugando con los filtros, los modos de disparo, los ajustes manuales, el efecto de profundidad y el modo belleza. Sin embargo, los que busquen calidad de imagen o pretendan realizar alguna ampliación, se sentirán frustrados más de una vez. En cualquier caso, repetimos que estamos ante un modelo de gama media, por lo que tampoco le podemos exigir filigranas fotográficas.
8.0
A favor
- Autonomía superior cercana a los dos días con un uso medio
- Reconocimiento facial y lector de huellas muy efectivos
- Rendimiento y pantalla de notable alto
En contra
- Casi tres horas para una carga completa
- Carece de puerto USB-C
- Llega con Android 8.1 Oreo en lugar de Android 9 Pie
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