De cuatro en cuatro, así ha pasado Apple a presentar sus iPhone tras años con un solo lanzamiento anual. 2020 ha sido el año de los iPhone 12 mini, iPhone 12, iPhone 12 Pro y iPhone 12 Pro Max, siendo los iPhone 12 y su versión Pro los primeros en salir a la venta. El modelo "no Pro" recorta más distancias que nunca respecto a su hermano más caro, siendo el protagonista de este análisis.
Sucede al iPhone 11, uno de los responsables del récord en ingresos para Apple en 2020, comparte resolución y tecnología de pantalla con el modelo Pro, y viene para ser uno de los móviles de Apple más vendidos. Pasa por nuestra mesa de análisis este aspirante a superventas por debajo de los mil euros.
Ficha técnica del iPhone 12
iPhone 12 | |
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Pantalla | OLED Retina
|
Procesador | Apple A14 Bionic, 5nm |
VERSIONES | 64 / 128 / 256 GB |
Dimensiones y peso | 146,7 mm x 71,5 mm x 7,4mm |
Software | iOS 14 |
Cámaras traseras | Principal: 12MP, f/1.6, OIS, QuadLED flash
|
Cámara frontal | 12MP, f/2.2, TOF 3D, slow-motion |
Batería | Carga rápida 18W e inalámbrica MagSafe 15W |
Otros | WiFi 6, 5G, BT 5.0, NFC, GPS, dualSIM, eSIM, altavoces estéreo Dolby Atmos, reconocimiento facial, resistencia al agua IP68 |
Precio | Desde 909 euros |
Nuevo Apple iPhone 12 (64 GB)
Diseño: menos marcos frontales y vuelta a los bordes planos
Desde el iPhone XR no había cambios notables en el diseño de los iPhone "no Pro", viniendo este iPhone 12 a cambiar la tónica. Los bordes redondeados que llevamos viendo desde el iPhone 6 desaparecen tanto en este modelo como en su variante Pro, dando lugar a cantos planos al estilo de los iPhone 4 o iPhone 5s. Las esquinas siguen siendo redondeadas, pero la sensación general es bastante distinta respecto a la generación anterior.
Volver a los bordes planos, por más que pueda pesar a los nostálgicos, es un claro paso atrás. Retrocedemos en ergonomía con un móvil que, si bien no llega a ser incómodo, lo es menos que su generación anterior. Los cantos planos hacen que sea algo más difícil agarrar el teléfono desde superficies planas y, una vez en mano, son algo más incómodos que los bordes redondeados, que se adaptan mejor.
El punto positivo de estos bordes planos viene a manos del acabado que les ha dado Apple. Están rematados en mate y fabricados en aluminio, por lo que no se llenan de huellas y suciedad, al contrario de los bordes brillantes de acero de los iPhone 12 Pro.
Pasa justo lo contrario con la parte trasera del dispositivo. El iPhone 12 está acabado en un cristal brillante que se llena de huellas y grasilla de los dedos. Bastan unos pocos segundos con el móvil en la mano para que quede lleno de huellas. Una combinación completa en mate, con la trasera del modelo Pro y estos marcos hubiese sido casi perfecta, pero tan solo podemos seguir soñando con ella.
Pese a estos dos claros puntos negativos, suciedad y ergonomía, la sensación en mano con el iPhone 12 es muy buena. Se siente sólido, premium, con una botonera bien rematada, un botón de encendido bastante grande y accesible al dedo pulgar, todo ello sin tener un peso excesivo. Del mismo modo, tenemos una nueva paleta de colores entre los que destaca este azul, que cambia de intensidad conforme le incide la luz ambiente.
Apple ha aumentado tamaño respecto a la generación 11 Pro y disminuido respecto al iPhone 11, resultando este iPhone 12 en un híbrido entre estos dos modelos. Para poner en contexto, el iPhone 11 tiene unas dimensiones de 150.9 x 75.7 x 8.3 milímetros con un peso de 193 gramos, mientras que el iPhone 12 baja hasta los 146.7 x 71.5 x 7.4 milímetros, con un peso 31 gramos menor.
Más pequeño, más estrecho y más delgado, a pesar de tener una pantalla con la misma diagonal. Comparado con el resto de la familia iPhone 12 queda igualado en dimensiones (que no en peso) con el iPhone 12 Pro, aunque bastante lejos, tanto por arriba como por debajo, de las variantes mini y Max.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
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iPhone 12 mini | 131,5 | 74 | 6,42 | 133 | 5,4 | 2.227 | 97,31 | 62,47 |
iPhone 12 | 146,7 | 74 | 7,15 | 162 | 6,1 | 2.815 | 108,99 | 77,62 |
iPhone 12 Pro | 146,7 | 74 | 7,15 | 187 | 6,1 | N. d. | 104,89 | 77,61 |
iPhone 12 Pro Max | 160,8 | 78,1 | 7,39 | 228 | 6,7 | 3.687 | 125,58 | 92,80 |
Si lo comparamos con algunos de los móviles actuales con diagonal de pantalla similar, vemos que queda bastante por debajo a nivel de volumen, siendo uno de los móviles de gama alta más compactos del mercado. A nivel de peso es más ligero que prácticamente toda su competencia, algo que se agradece cuando tenemos el móvil en la mano durante bastante tiempo.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
iPhone 12 | 146,7 | 71,5 | 7,4 | 162 | 6,1 | 2.815 | 104,89 | 77,61 |
iPhone 11 | 150,9 | 75,7 | 8,3 | 194 | 6,1 | 3.110 | 114,23 | 94,81 |
OnePlus Nord | 158,3 | 73,3 | 8,2 | 184 | 6,57 | 4.160 | 115,96 | 95,09 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Samsung Galaxy S20 | 151,1 | 69,1 | 7,9 | 163 | 6,2 | 4.000 | 104,41 | 82,48 |
Pixel 4 XL | 160,4 | 75,1 | 8,2 | 193 | 6,3 | 3.700 | 120,46 | 98,78 |
LG V60 ThinQ | 169,4 | 77,7 | 8,9 | 219 | 6,8 | 5.000 | 131,62 | 117,15 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Xiaomi Mi 10T Pro | 165,1 | 76,4 | 9,33 | 218 | 6,67 | 5.000 | 126,13 | 117,69 |
A pesar del paso atrás en ergonomía, el ejercicio de compactación con el iPhone 12 es de primer nivel. Mantenerse en poco más de 160 gramos marca un punto diferencial, y el grosor de 7,4 milímetros lo convierte en un terminal más ligero que sus alternativas.
Si retomamos el resto de elementos a nivel de construcción, observamos que el puerto Lightning, así como los micrófonos y altavoz principal quedan en la parte inferior del dispositivo. La botonera se ubica como en la generación pasada: botón de desbloqueo en la derecha, volumen y conmutador en la izquierda.
Respecto al módulo de cámara, sobresale muy poco, lo que facilita que el móvil no baile en exceso cuando está sobre una superficie plana. El propio módulo está rematado en un cristal mate, que contrasta en diseño con el acabado brillante del resto del terminal. Un año más, el logo se sitúa en el centro y, como novedad, tenemos el marcado CE ubicado en el lateral derecho. Al menos en nuestra unidad azul es muy discreto y apenas se ve.
Si hablamos del frontal, llegan los grandes cambios. El salto a la tecnología OLED permite a Apple aprovechar la flexibilidad de este panel para doblarla ligeramente y ocultar parte de la circuitería bajo el panel. De este modo, se logra un mayor aprovechamiento frontal. Los iPhone XR y 11 tenían un panel IPS, por lo que esta práctica no era posible y los marcos eran bastante más notables.
Este año tenemos el mismo frontal que en el iPhone 12 Pro, con marcos bien aprovechados y simétricos, aunque con un más que generoso notch en la parte superior. Sigue ocupando el espacio de siempre, el precio a pagar por una tecnología de reconocimiento facial de la que hablaremos más adelante.
En líneas generales la construcción es excelente. Se ha cuidado la elección de materiales, el remate del terminal no deja puntos flacos a la vista y, si bien el terminal es menos ergonómico, no es para nada incómodo cuando lo sostenemos en mano.
Pantalla: más cerca que nunca del modelo Pro
Cada vez que me preguntaban el año pasado cuál era la diferencia más importante entre el iPhone 11 Pro y el iPhone 11, servidor no dudaba en responder que la pantalla. A pesar de la buena calibración, la tecnología IPS y una resolución 1792 x 828 píxeles se antojaban escasas para un gama alta. Con el iPhone 12 se recortan diferencias frente al iPhone 12 Pro, y es que esta vez se integra un panel Super Retina XDR de 6.1 pulgadas con resolución 2.532 x 1.170 píxeles y tecnología OLED.
La única diferencia con el panel del iPhone 12 Pro es que dicho modelo queda en 800 nits como pico máximo, mientras que el iPhone 12 queda en 600 nits. En otras palabras, el iPhone 12 tiene ligeramente menos brillo que el modelo Pro. En reproducción de contenidos HDR ambos tienen un pico máximo de 1.200 nits, por lo que la diferencia, al menos sobre el papel, es minúscula.
Pese a no apostar por la resolución Quad HD, la nitidez del panel es sobresaliente, aunque lo que más destaca es el trabajo con la calibración, precisa y sin estridencias de ningún tipo. El balance de blancos es más que correcto y los ángulos de visión excelentes, sin variación excesiva al inclinar al máximo el dispositivo.
A nivel de ajustes de pantalla iOS sigue siendo bastante restrictivo. Tan solo podemos escoger el ajuste de True Tone para variar la temperatura del panel en base a la luz ambiente, así como activar el modo Night Shift, que la tiñe de amarillo para evitar la fatiga visual.
Lo que más se echa en falta, independientemente del debate en autonomía, es una tasa de refresco mayor. Apple ha apostado por los 60Hz en este iPhone 12, quedando por debajo de alternativas AMOLED con 90 y 120Hz. Poniendo el foco en el público genérico, no es una decisión de tanto impacto como pueda parecer, pero en un gama alta de este rango de precio se hubiese agradecido la implementación de esta tecnología.
Respecto al aprovechamiento frontal, tal y como adelantamos en el apartado del diseño, tenemos menos marcos, por lo que la superficie ocupada por el panel es mayor. Pese a esto, los marcos siguen siendo grandes y, según GSMArena, la superficie frontal del panel es de un 86.0%, cifra no demasiado destacable en gama alta. Face ID sigue ocupando mucho más espacio que agujeros y demás soluciones, algo que tampoco ayuda a que el panel del iPhone 12 sea el mejor aprovechado. Tras cuatro generaciones con notch, el resumen es el de siempre: te acabas acostumbrando a él, pero ojalá no estuviese ahí.
Otro punto a destacar en el panel es que este año contamos con un panel completamente plano, sin curvatura 2'5D. Se trata de un cambio menor que apenas se nota. Un salto lateral que ni aporta beneficio ni nos trae contrapartidas, simplemente, acerca el iPhone a ese diseño neo-clásico que Apple parece haber querido darle.
El resumen es que el panel es sobresaliente, pero los 60Hz dejan con ganas de más. Las mayores tasas de refresco son mainstream en la gama alta de 2020 y, siendo Apple la principal precursora de los 120Hz con el iPad Pro (en un panel LCD, como aclaración), choca que signa sin dar el salto. Más adelante veremos, eso sí, que quizás haya sido la mejor decisión de cara a preservar autonomía.
Rendimiento: cinco nanómetros para un rendimiento de diez
El Apple A14 Bionic es el primer procesador comercial con cinco nanómetros, seguido de cerca por el recién presentado Kirin 9000 del Huawei Mate 40 Pro. El procesador estrenado en el iPad Air 2020 llega con mejoras tanto en CPU como en GPU y acompañados, según datos de Xcode, por 4 GB de memoria RAM.
El rendimiento es muy similar al visto el año pasado con el iPhone 11 Pro. La fluidez es absoluta en juegos pesados, edición de vídeo, uso de multitarea y cualquier tipo de tarea exigente. Pese a la escasa memoria RAM no hemos tenido problemas de cierres de apps, y el iPhone sigue teniendo ese intangible en velocidad, fluidez y consistencia en rendimiento (ayudado todo esto por las animaciones de iOS) que tanto convence. Para los que toman los benchmarks como referencia, os dejamos la correspondiente tabla comparativa.
iPhone 12 |
iPhone 11 Pro |
Xiaomi Mi 10T Pro | Samsung Galaxy Note 20 Ultra | Sony Xperia 1 II | Black Shark 3 Pro |
OnePlus 8 Pro |
Huawei P40 Pro |
Asus ROG Phone 3 |
Xiaomi MI 10 Pro |
|
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Apple A14 Bionic |
Apple A13 Bionic |
Snapdragon 865 |
Exynos 990 |
Snapdragon 865 |
Snapdragon 865 |
Snapdragon 865 |
Kirin 990 |
Snapdragon 856+ |
Snapdragon 865 |
RAM |
4 GB |
4 GB |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
8 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) |
1.594 / 3.932 |
1.331 / 3.333 |
905 / 3.341 |
872 / 2.463 |
905 / 3.330 |
906 / 3.316 |
885 / 3.136 |
943 / 2.527 |
900 / 3.296 |
892 / 3.224 |
3D MARK (SLING SHOT) |
5.402 |
- |
- |
6.311 |
8.885 |
7.330 |
8.726 |
4.074 |
8.747 |
- |
PCMARK WORK |
- |
- |
10.694 |
10.012 |
9.994 |
9.878 |
13.414 |
9.476 |
12.656 |
9.929 |
El punto más débil del iPhone 12 en lo que respecta al hardware es su memoria base, de 64 GB. En este rango de precio empezamos a exigir como mínimo 128 GB, cifra que hasta la gama media está adoptando. En nuestro caso hemos probado la unidad con 128 GB, pero tener que hacer un desembolso extra para tener una memoria digna no es el movimiento más limpio. En el caso de los modelos Pro sí que se parte de los 128 GB, memoria base que le pedíamos a este modelo.
Respecto a la temperatura, el iPhone 12 no se calienta en exceso. Tan solo si lo forzamos con tareas de realidad aumentada puede llegar a sentirse algo más caliente, pero en ningún caso llega a quemar. Se agradece que, pese a ser un terminal pequeño, el ejercicio de disipación y eficiencia del procesador en lo que respecta a la temperatura sean de sobresaliente.
Software: los widgets como principal evolución
iOS 14 llega de la mano de algunas novedades bastante continuistas respecto a la versión anterior. Al iniciar el iPhone 12 seguimos teniendo una buena cantidad de aplicaciones de Apple pre-instaladas, las cuales se pueden desinstalar sin menor problema desde el propio launcher si no las queremos usar. Los ajustes del sistema son los mismos, con pequeñas novedades como la integración de "notificaciones de exposición" para Radar COVID como principales novedades.
Como es costumbre en iOS, tenemos el listado de apps del sistema dentro de los propios ajustes, desde donde podemos configurar las opciones de las mismas. Seguimos sin entender del todo por qué Apple no permite configurar los ajustes de las apps desde las propias apps, como en el caso del resto de aplicaciones de terceros, sin obligar al usuario a dar más pasos de la cuenta.
El launcher tiene algunos cambios importantes, como la nueva biblioteca de apps y la posibilidad de añadir widgets. La biblioteca de apps es como ese cajón que tienes por casa donde metes todo lo que no quieres que esté a la vista. Básicamente, las apps que no queramos que se muestren en el escritorio se van ahí, ordenadas de forma automática en carpetas por categorías.
Los widgets ya no solo pueden estar en la pantalla 'hoy', sino que pueden ubicarse en la pantalla de inicio. Hay widgets tanto de apps nativas como de apps de terceros y, si bien se trata de una función con varios años en la espalda, la implementación que ha hecho iOS con ellos es sobresaliente. Podemos escoger tamaños, los hay dinámicos, se adaptan al tema que tenga el móvil, se integran bastante bien con la cuadrícula de apps, etc.
Siri ha tenido una gran renovación en iOS 14, ahora con una voz mucho más natural y sin ser intrusiva en pantalla. Cuando la invocamos ya no ocupa toda la pantalla, sino una pequeña porción de la misma. También hemos notado que funciona bastante más rápido que en iOS 13, aunque sigue bastante lejos de alternativas como Google Assistant, debido en gran parte a la menor recolección de datos que hay en iOS.
Biometría
Face ID sigue siendo el mismo respecto al año pasado. Pagamos el notch, pero nos llevamos a cambio el sistema de reconocimiento facial más completo, tanto a nivel de hardware como en lo que respecta a la integración con el sistema operativo. Contamos con un emisor infrarrojo, un proyector de puntos, un iluminador y la propia cámara frontal.
El resultado aquí es que Face ID funciona bajo todas las condiciones de luminosidad (incluso en oscuridad absoluta) aunque, por motivos de seguridad, no nos reconoce con mascarilla. Tras hacer un doble registro de nuestro rostro, Face ID va aprendiendo poco a poco (registrando cada vez que introducimos la contraseña si ha fallado al reconocernos), por lo que su rendimiento va mejorando conforme pasan los días.
Como apuntábamos, la integración a nivel software es bastante profunda. Face ID no solo sirve para desbloquear el iPhone, sino que permite pagar con Apple Pay, descargar aplicaciones en App Store, autorellenar contraseñas y demás.
Apple no indicó mejora alguna en la presentación, aunque tampoco se ha echado en falta. Es un método rápido, seguro y eficaz, aunque viendo la implementación del lector de huellas lateral (Touch ID) en el nuevo iPad, cabe plantearse si, en tiempos de pandemia, al iPhone no le hubiera sentado bien esta tecnología como complemento al reconocimiento facial.
Autonomía: un día de uso sin mayores pretensiones
Según dejó ver la certificación de Anatel, tanto el iPhone 12 como el iPhone 12 Pro cuentan con 2.815mAh, un pequeño downgrade respecto a los más de 3.000mAh de la generación anterior. No obstante, el procesador de 5 nanómetros es más eficiente, así que nos quedamos como estábamos, incluso un punto por encima comparando directamente con el iPhone 11.
La autonomía del iPhone 12 es muy similar a la del iPhone 11 Pro: unas 6 horas de pantalla en un día de uso. Es bastante complicado llegar a los dos días salvo que lo usemos muy poco, llegando en nuestro caso a las 22:00 de la noche con aproximadamente un 20% restante. Destacar que estas 6 horas de pantalla son con uso intensivo, abusando de la cámara, bajo conectividad 4G en la calle y con brillo alto. Si rebajamos el uso a conectividad WiFi y brillo más bajo, podemos aumentar el tiempo de pantalla.
Este año los iPhone 12 vienen sin cargador, incluyendo en la caja un cable tipo C a lightning. Apple dice que "hay más de 2.000 millones de cargadores en el mundo" y aquí no les falta razón. El problema viene en que para tener carga rápida necesitamos un adaptador de tipo C, no nos vale con el cargador clásico USB A que incluía, sin ir más lejos, el iPhone 11 del año pasado.
Esto quiere decir que, o pasas por caja y compras un adaptador tipo C para el cable tipo C o no podrás cargar tu iPhone. Más allá del debate que esto genere, es un engorro para el usuario a día de hoy, máxime teniendo en cuenta que el salto al iPhone 12 puede venir desde móviles Android y iPhone más antiguos, más que de un iPhone 11 Pro que sí que incluía ese cargador tan específico.
La carga a 20W, la capacidad máxima de este iPhone, demora cerca de hora y media en cargarlo por completo. Si utilizamos la carga de 5W (cargador de los clásicos del iPhone), el iPhone tarda más de tres horas de cargar, cifras malas para un gama alta con menos de 3.000mAh.
El iPhone 12 es compatible con cualquier cargador inalámbrico, y en nuestro caso lo hemos cargado por las noches con el Google Pixel Stand. Apple aprende sobre nuestros hábitos para adaptar la carga, haciendo que el paso del 80% al 100% se realice unas horas antes de despertarnos, para preservar la batería. En definitiva, una autonomía suficiente para el día a día, acompañada de una carga rápida con muchos peros, trabas y dinero de por medio.
Sonido: subiendo un nivel que ya era alto
El sonido del iPhone 12 es nítido, rico en graves y muy equilibrado. En nuestras pruebas hemos superado los 100 decibelios, con una distorsión mínima en los picos más altos de volumen. Contamos con doble altavoz estéreo en este caso, uno frontal y otro ubicado en el marco inferior del dispositivo. A nivel de software no podemos ecualizar el sonido ni personalizarlo, aunque todo funciona tan bien que no se echan demasiado en falta opciones extra.
Conectando auriculares, tanto Bluetooth como Lightning, la experiencia también es sobresaliente. El audio vuelve a brillar en graves y matices, encontrándonos muy cómodos sin subir del 60% de volumen, ya que el sonido es bastante alto.
Cámaras: mayor nitidez, mucha más luminosidad y un gran cambio que ha pasado desapercibido
Apple reserva la configuración más versátil para los modelos Pro, quedando los iPhone 12 y 12 mini con tan solo dos sensores de cámara: el gran angular y el ultra gran angular. En concreto, estas son las configuraciones a nivel técnico:
- Sensor de 12 megapíxeles con lente de 7 elementos, apertura f/1.6, estabilización óptica y longitud focal de 26 milímetros.
- Sensor de 12 megapíxeles con lente gran angular con 5 elementos, apertura f/2.4, campo de visión de 120 grados y focal de 13 milímetros.
La apertura de la lente ahora es mayor, lo que se traducirá en una mayor entrada de luz en el sensor. Del mismo modo, dicha lente tiene ahora siete elementos en lugar de seis. No tenemos cambios a nivel de sensor, pero sí que ha habido mejora en lente y, como veremos más adelante, a nivel de software.
Del mismo modo, los iPhone 12 son los primeros smartphones en grabar en Dolby Vision HDR, un estándar que aún no se ha alcanzado en Android y que se reservaba, principalmente, a equipos profesionales de grabación.
App de cámara
Apple sigue apostando por una app de cámara sencilla, que no abusa de opciones y que trata de transmitir una clara experiencia: abres la app, disparas y tienes prácticamente la mejor foto que el iPhone pueda darte (con algunas excepciones que más adelante comentaremos). Muchas de las opciones de la cámara se controlan desde los ajustes del teléfono. Entre ellas, la configuración para ver o no ver el área fuera del marco (lo que ve el ultra gran angular cuando disparamos en gran angular), priorizar la velocidad sobre la calidad al hacer fotos, corrección de lente, ajuste del HDR, etc.
La opción que más destacamos aquí es la detección de escenas, una opción que ha pasado muy desapercibida (en parte porque Apple ni la mencionó en la presentación), pero que cambia la forma de hacer fotos en el iPhone 12. Este modo detecta la fotografía que estamos haciendo y ajusta nitidez, balance de blancos y demás en base a ello. Más adelante veremos lo importante que es esta opción, que viene activa por defecto.
No obstante, desde la propia app de cámara tenemos acceso a todos los modos necesarios, así como a la activación o no del modo noche, live photos o flash, entre otros. La app del iPhone sigue siendo una de las más rápidas, sin saltos a la hora de cambiar de lente (gracias a la alineación de las cámaras) y siendo prácticamente instantánea a la hora de escoger cualquiera de las configuraciones. Destaca asimismo el buen comportamiento e integración con 'Fotos', la app para editar las fotos y galería del iPhone.
Del mismo modo, destacar que el iPhone sigue teniendo una de las mejores vistas previas del mercado. Lo que vemos en la pantalla es lo más cercano a la foto final, procesándose el HDR en tiempo real, así como las pertinentes correcciones de la escena.
El principal punto negativo de la app de cámara (más bien de la integración de esta función) es que el modo noche, al estar pensado para ser automático, es algo engorroso de desactivar. Tenemos que pulsar sobre su icono (o sobre la flecha que abre las opciones desplegables) y desactivarlo o ajustar manualmente los segundos que queremos que use. Sería mucho más cómodo que el toggle activase y desactivase sin tanto engorro, ya que a veces no queremos que actúe el modo noche. Por lo demás, la app cumple con nota, siendo muy fácil encontrar cualquiera de las opciones que queremos usar.
Cámaras traseras
Los iPhone 11, con el mismo sensor principal y ultra gran angular de sus hermanos Pro, dejaron una muy buena base de la que partir el año pasado. Este año vemos tres principales cambios: se ha aumentado el sharpening, la cámara capta bastante más luz y el balance de blancos ya no tiende excesivamente al cálido.
La cantidad de detalle este año es bastante alta. Apple ha optado por un sharpening (aumento de la nitidez mediante software) bastante agresivo, restando algo de naturalidad respecto a la generación pasada, pero dando un look bastante llamativo. Vuelve a sorprender la naturalidad con la que el iPhone interpreta los colores: sin sobresaturación, sin dejarlos pálidos, sin salirse de la gama cromática correcta. La interpretación es precisa al milímetro.
Tener mayor apertura no se traduce tan solo a nivel de luminosidad. Ahora disfrutamos más haciendo fotografía de cerca a objetos, arrojando un bokeh bastante bonito gracias a la f/1.6. En este tipo de fotografía nos olvidamos del modo retrato, ya que la lente se encarga de todo.
Smart HDR 3 trata de rescatar toda la información posible, sobre todo a nivel de levantar las sombras. A veces se pasa de frenada, siendo incapaz de exponer los cielos correctamente si, por otro lado, tiene bastante trabajo que hacer con las sombras en la escena (en el ejemplo de arriba podemos ver que ha rescatado todas las sombras de los árboles y ha expuesto a la persona correctamente).
Y hablando de personas, Apple obtiene un sobresaliente interpretando las pieles. Este año el balance de blancos por fin es correcto, sin tintar de amarillo las caras, respetando la naturalidad del color y, lo más importante, preservando toda la textura del rostro, sin algoritmos de suavizado.
A pesar de los quemados puntuales, Smart HDR cumple su trabajo. Por lo general se encarga de mantener las altas luces a raya (salvo en casos extremos, como el que hemos visto anteriormente), haciendo que las escenas estén mucho más balanceadas.
Respecto al ultra gran angular, es nítido de día, aunque queda muy por debajo de lo que se espera de un móvil con esta cámara principal. Necesita bastante luz para poder ofrecer detalle, recoger bastante menos luz que el sensor principal y, a pesar de ser bastante consistente a nivel de color respecto al gran angular, es uno de los ultrawide más flojos en comparación a la competencia.
En el caso del iPhone 12 el ángulo de visión es de 120 grados, por lo que el gran angular lo es y mucho, mostrando bastante más contenido respecto al sensor principal. De forma automática se corrige la distorsión del sensor, aunque dicha corrección no es demasiado agresiva. El look del ultra gran angular es inconfundible en este teléfono.
Modo retrato
El modo retrato parece haber mejorado a nivel de recorte, incluso en este iPhone 12 sin sensor LiDAR. Puede hacer retrato a personas objetos y animales, todo a través del sensor principal 1X. Con el ultra gran angular no podemos realizar retratos.
Con animales también se comporta bastante bien, aunque sigue lejos de ser perfecto. Es bastante gradual, a veces en exceso, suavizando algunos bordes que deberían quedar más marcados. No obstante, destaca lo rápido que logra enfocar y generar el mapa de profundidad, a pesar de no tener sensores de apoyo.
Fotografía nocturna
Cuando cae la noche la luz no cae tanto como podría esperarse. El iPhone 12 recoge bastante luz con su sensor principal, por lo que tenemos algo más de margen para disparar en cuanto empieza a anochecer. Esto resta realismo a las fotografías, pero en caso de servidor agradezco tener el extra de luz, a pesar de que no se ajuste exactamente a lo que estaba viendo en persona.
Aunque el HDR trabaja bien de noche, no nos libramos de algún quemado. De nuevo Smart HDR trata de sacar luz hasta de donde no la hay, siendo incapaz de exponer bien las altas luces en momentos puntuales. La solución a esto es tan fácil como bajar ligeramente la exposición pulsando en la pantalla, pero un teléfono en este rango de precio debería hacerlo por sí mismo.
El modo noche rescata bastante luz, reduce el ruido y nos puede salvar la fotografía en más de una ocasión. Por defecto y de forma automática dispara entre 1 y 3 segundos, pudiendo llegar hasta los 30 segundos si montamos el móvil sobre un trípode.
Detección de escenas
Antes de despedirnos de las cámaras traseras, es obligatoria la mención al modo 'detección de escenas', activo por defecto. Por primera vez el iPhone ajusta el balance de blancos y la nitidez en base al reconocimiento de la escena. Es algo similar al modo 'IA' de muchos teléfonos Android, aunque el iPhone lo trabaja de forma algo más discreta.
En la mayoría de fotografías no notaremos apenas diferencia, pero si la imagen tiende mucho al cálido o al verde, la detección de escenas es capaz de corregir el balance de blancos. Al igual que los rivales directos del iPhone, Apple por fin apuesta por calibrar hacia el neutro.
Cámara frontal
El selfie es similar al del año pasado, mejorando sobre todo en lo referente a detección de bordes para el modo retrato. El pelo de servidor siempre ha sido un infierno para este modo en cualquier móvil, y el iPhone 12 logra separarlo bastante bien del fondo (con algún que otro problema, pero nada grave).
Al igual que el año pasado, tenemos un sensor que, por defecto, viene con un recorte. Si queremos que se expanda al máximo obtendremos una fotografía algo más amplia. Uno de los puntos más fuertes del selfie viene cuando cae la luz. Este año tenemos modo noche en la cámara frontal. Si a esto le sumamos que con escasa luminosidad la cámara se comporta mejor de lo previsto, tenemos un selfie de nivel.
Vídeo
A nivel de vídeo el iPhone 12 es capaz de grabar hasta 4K 60 FPS y Dolby Vision en 4K 30 FPS. La definición en 4K es muy alta, aunque de nuevo destaca que el trabajo con la colorimetría es muy preciso. El ultra gran angular también brilla a nivel de vídeo diurno, sobre todo por el trabajo de estabilización digital que se logra con el mismo. La cámara principal, con estabilizador óptico más las ayudas electrónicas también lo hace muy bien.
En vídeo frontal, como vimos en el apartado del HDR, encontramos algunos quemados si no tocamos el punto de exposición en la pantalla. Es curioso cómo en fotografía selfie las altas luces se controlan sin problema, pero en vídeo la cosa cambia. Pese a esto, el rango dinámico es bastante bueno.
iPhone 12, la opinión de Xataka Móvil
El iPhone 12 a nivel de mercado es un déjà vu respecto a lo que vimos el año pasado. Es el iPhone más equilibrado en relación calidad-precio, a nivel de especificaciones no brilla en prácticamente nada, pero la experiencia de usuario es sobresaliente. El principal punto a favor este año es que las diferencias con el Pro son mínimas. Básicamente, esto es lo que ofrece la variante Pro respecto a este modelo.
- Distinto acabado (ni mejor, ni peor)
- Sensor teleobjetivo (zoom 2X óptico)
- Sensor LiDAR
- Grabación Dolby Vision 4K 60 FPS (4K 30 FPS en el caso del 12)
- Apple ProRaw
- 6 GB de RAM
- 200 nits extra
Las diferencias con el iPhone 12 Pro, salvando el teleobjetivo (en caso de que lo eches en falta), son mínimas y demasiado técnicas. Perdemos el Apple ProRaw, pero apps como Halide permiten el disparo en RAW con tecnología Deep Fusion y Smart HDR 3. No tenemos sensor LiDAR, pero podemos hacer retratos de todo lo que queramos. Los 200 nits no son diferenciales cuando el brillo máximo ya es alto, amén de que el pico máximo de brillo en contenido HDR es el mismo (1200 nits).
El año pasado el iPhone 11 Pro era "el de la pantalla buena", el que nos alejaba del LCD HD. Este año tenemos un panel de flagship, una cámara que no prescinde de mucho y un rendimiento clavado al de su hermano mayor. Otro cantar sería apostar por el modelo Pro Max por el sensor un 47% más grande, pero en comparación con el modelo Pro, el iPhone 12 se plantea como el hermano que viene a devorarlo.
Echamos en falta los 120Hz, nos hubiese gustado que venir de la mano de la conectividad 5G no trajese un recorte en batería y, como todos los años, el iPhone 12 aceptaría encantado un hardware más ambicioso (RAM, batería, cantidad de cámaras, un cargador en la caja, etc.), pero la experiencia final sigue siendo tan excelsa que, si bien no se le perdonan los errores, estos se diluyen cuando usamos el teléfono unas pocas horas. Para bien o para mal, sigue siendo un iPhone.
9
A favor
- La cámara no es la más versátil, pero se sube al podio en cuanto a consistencia
- La nueva pantalla es sobresaliente en brillo y calibración
- El rendimiento es excelente, fluidez absoluta
En contra
- No tiene cargador y el cable de la caja solo vale con ciertos cargadores
- Los 120Hz se echan de menos, mucho
- El ultra gran angular sigue estando muy debajo de su competencia directa
Nuevo Apple iPhone 12 (64 GB)
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