Angry Birds es uno de los juegos para móviles más reconocibles. Llegaba a las pequeñas pantallas hace ya más de un década como un juego sencillo de puzle y puntería, aunque con el tiempo llegaron incesantes continuaciones en todos los géneros posibles. El nuevo Angry Birds Journey, lanzado en un puñado de países, es una vuelta a los orígenes.
No hay realidad aumentada, burbujas ni carreras de minikarts, sino el mismo gameplay de siempre, gráficos renovados -aunque no muy distintos a los originales- y alguna que otra cara nueva. Es, en general, un juego accesible y fácil, para desestresarte a base de destruir estructuras usando aves.
El nuevo Angry Birds es como el viejo Angry Birds
Angry Birds es un juego que casi no necesita presentación, aunque es inevitable que las nuevas generaciones puedan no estar ya tan familiarizadas con el juego. Al fin y al cabo, la mayor popularidad de Angry Birds se corresponde con los primeros lanzamientos, allá por 2009.
Si Angry Birds Journey fuera una película, estaríamos hablando de un remake. Es, en esencia, lo mismo que los primeros Angry Birds, pero adaptado a las circunstancias de hoy en día, una década después. En la práctica, las adaptaciones que se han llevado a cabo son pocas: cualquier persona que haya jugado a algún Angry Birds con anterioridad se sentirá como en casa.
Y, quienes no hayan jugado en su vida a un Angry Birds, tampoco tendrán mucha dificultad. Es el mismo concepto sencillo de las primeras entregas: aniquilar cerdos usando pájaros y un tirachinas, con complicaciones, distintos tipos de pájaros y diversos objetivos secundarios que se van incluyendo progresivamente, para no agobiar al jugador con información.
Depende de los gustos, aunque Angry Birds Journey se presenta como un juego para quienes "quieran relajarse". Es un juego fácil, especialmente en sus primeros niveles. No es necesario pensar 30 minutos antes de cada jugada y hacer un disparo sencillo, pues en ocasiones la destrucción genera más destrucción, destruyendo a los enemigos (que, por cierto, son igual de flojos que en anteriores juegos) como rescatando a los pájaros presos.
La dificultad de juego radica en terminar el nivel antes de quedarte sin pájaros aunque, teniendo en cuenta que se incluye una guía visual con la trayectoria del pájaro, es fácil acabar con un buen arsenal de pájaros en la recámara. Como en entregas anteriores, cada pájaro tiene sus propios poderes de destrucción, de modo que deberás ajustar a dónde apuntas según qué pájaro tienes. Cuando un pájaro se cabrea, tiene un ataque especial, más poderoso.
Angry Birds Journey se divide en niveles que, a su vez, se encuentran divididos en episodios y capítulos. El primer capítulo tiene 160 niveles y, por el momento, hay otros dos capítulos disponibles, de modo que hay plataformas para destruir para rato.
Por supuesto, se trata de un juego Free to Play aunque, al menos la versión en este lanzamiento limitado del juego, no tiene publicidad. Sí hay monedas virtuales en la forma de corazones, que pierdes al fallar en un nivel y monedas, que se pueden usar para comprar movimientos cuando has gastado los pájaros. Las compras integradas van desde los 2,29 euros para 1.500 monedas a 7,99 euros, por 5.000 monedas y algunos power-ups adicionales.
Rovio ha lanzado Angry Birds Journey en las tiendas oficiales de Android y iOS como prueba en un puñado de países: EE.UU, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Canadá y Polonia. Fuera de esos países, lo puedes instalar en Android usando un descargador de APK como este, aunque la instalación requiere de una aplicación especial.
Angry Birds Journey
- Desarrollador: Rovio Entertainment Corporation
- Descárgalo en: Google Play
- Descárgalo en: App Store
- Precio: Gratis
- Categoría: Puzles
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