Los gobiernos empiezan a encontrar problemático el cifrado de las aplicaciones más populares de mensajería. Con la bandera del patriotismo bien alta, los distintos ejecutivos tratan de presionar a los responsables de las aplicaciones para que abran puertas traseras con las que "controlar" lo que ocurre en nuestros teléfonos, o directamente exigen que los datos se compartan con ellos para facilitar investigaciones. Y quién sabe qué más.
Ocurrió con WhatsApp en Reino Unido, que acusó a la app de Facebook de ser un nido de pederastas y delincuentes protegidos tras su cifrado. Ocurrió con China y WeChat, aunque estos últimos admitieron sin problemas que los datos de sus usuarios se compartían con el gobierno. Y ocurre en estos momentos con Telegram, cuyo pulso contra el gobierno del país presidido por Vladimir Putin ha empezado de la peor forma posible. La aplicación ha sido bloqueada en su propio hogar.
Telegram, la líder en Rusia, ya no funciona en el país
Todo arrancó en junio de 2017, cuando supimos que el Gobierno ruso amenazó a Telegram con bloquear su uso en el país si no cedía a sus exigencias. Éstas consistían en que la aplicación debía facilitar datos de usuarios y conversaciones al Gobierno en caso de que éste las reclamase para llevar a cabo investigaciones, pero la compañía dirigida por los hermanos Durov se mantuvo firme a su promesa de 2016 en la que afirmaban que no compartirían ni criptoclaves ni datos con terceros.
Hace tan sólo unos días, el 6 de abril, Rusia inició formalmente los trámites legales para prohibir el uso de Telegram en suelo patrio. Los hermanos Durov no habían cedido a las presiones del FSB, lo que les acarreó una multa, y todo apuntaba a que la postura de la compañía seguiría en la misma línea. Hoy, 13 de abril de 2018, el Gobierno ruso ha cumplido su palabra y el juez ha ordenado el bloqueo de Telegram en Rusia.
La noticia no es baladí, pues aunque Telegram no se encuentra entre las aplicaciones más usadas a nivel mundial, sí es muy fuerte en su propio país. Los 200 millones de usuarios que alcanzó hace poco están lejos de los más de 2.800 millones de usuarios combinados entre WhatsApp y Facebook Messenger, o de los 1.000 millones de WeChat, pero Telegram manda en Rusia y allí la aplicación se descarga más que la propia WhatsApp que gobierna con puño de hierro en bastantes partes del planeta.
Más de 30 millones de descargas avalan la popularidad de Telegram en Rusia que puede ver mermado su servicio con esta prohibición. La respuesta de Telegram aún no se ha producido pero el juicio aún está en marcha. Posiblemente haya pronto más capítulos de esta batalla entre los hermanos Durov y Vladimir Putin. Veremos qué sale de todo esto.
Vía | Reuters
Ver 31 comentarios