Los smartphones están cambiando, y algunas de estas modificaciones son más significativas que otras, pues impulsan el desarrollo de tecnologías paralelas. Como el caso de las pantallas de porcentajes imposibles, obligando a acelerar la llegada de los lectores de huellas tras las mismas. O, como parte del caso que nos trae ahora aquí, la evolución del Bluetooth como consecuencia de la fuga de los jacks para auriculares.
Apple decidió prescindir de su puerto para el iPhone 7, y no fue la primera pero es difícil restar a los de Cupertino su poder de fijadores de tendencias. Eso trajo los Airpods y pareció esbozar algo en el futuro de la compañía, y del resto del mercado. Como la aparición de la carga inalámbrica. ¿Un iPhone sin puertos físicos? Mark Gurman cuenta que en Apple ya se lo han planteado, y eso acarrearía muchos más cambios de los obvios.
El iPhone X y un futuro inalámbrico
Cuenta Gurman que la idea surgió en Apple durante el desarrollo del iPhone X. El teléfono que trajo el 'notch' al ecosistema de Apple y al resto del mercado pudo haber sido el primero en llegar sin ningún puerto físico. Ya sin jack para auriculares y confiando el sonido a adaptadores para su puerto Lightning o a la conectividad Bluetooth, quitar este puerto de carga era dar sólo un paso más, aunque con unas implicaciones aún mayores.
Tanto el iPhone 8 como el iPhone X pueden cargarse ya de forma inalámbrica, una tecnología que lleva ya años en el mercado y que empieza a recorrer el ecosistema de la compañía liderada por Tim Cook. Un nuevo paso hacia un futurible teléfono sin puertos, suponiendo que fuese el iPhone el que iniciase la retirada de conectores de su catálogo, y no el iPad. Pero este cambio acarrearía multitud de cambios paralelos, y tal vez fuese eso lo que frenó a Apple en un primer momento. Lo que no significa que haya borrado la idea de su cabeza.
Activaciones inalámbricas, adiós a las actualizaciones con cable y a los adaptadores para auriculares. ¿Y los periféricos?
Un iPhone sin puertos implicaría que Apple tendría que cambiar la política actual para sus activaciones. Por seguridad o por otro tipo de políticas, los iPhone actuales mantienen la posibilidad de activarlos conectándolos a iTunes, y esto acabaría con la ausencia de puertos. La activación con la tarjeta SIM se convertiría en la única posibilidad activa a partir de ese momento.
Otro sería, por supuesto, el de la carga del propio teléfono, aunque con la carga inalámbrica ya en funcionamiento, representaría sólo un pequeño empujón para sus usuarios, que tendrían que acostumbrarse a pasar siempre por el pad de carga para devolver energía a sus teléfonos. Como el caso de los auriculares y los adaptadores para el Lightning. Si no hay puerto físico, todo ha de ser Bluetooth y se acabaron las dualidades. Un cambio más traumático, qué duda cabe, pero que habría que aceptar sí o sí en pro de un futuro teléfono sin ningún tipo de conectores físicos.
Los problemas y el NFC abierto para datos con el iPhone apagado
También tendríamos las actualizaciones, que aunque ya cuentan con la OTA como método por defecto y preferido por muchos, aún se hacen por cable. Otro ligero empujón a los usuarios que mantienen los sistemas antiguos y que ahora tendrían que cambiar sí o sí. Pero en el extremo de los cambios radicales e importantes tendríamos el lado del mantenimiento del propio teléfono. Qué haríamos si un iPhone sin conectores físicos sufriese un problema que no le permitiese arrancar, o que forzarse un bootloop. Un fallo de hardware, una actualización mal instalada... y sin cables a los que acudir.
Éste sería, probablemente, el mayor cambio experimentado por el iPhone en sus diez años de historia
En un caso así, Apple necesitaría dejar un conector inalámbrico permanentemente alerta para recibir tanto energía como datos. El predilecto sería el NFC, claro está, al ser un conector pasivo que depende del cargador para activarse y comenzar a transmitir energía a la batería. Si este NFC se cambiase y permitiese también la transferencia de datos con el teléfono apagado, se solventaría este escollo de cómo reparar un iPhone apagado y sin posibilidad de conectarse físicamente a nada. Aquí Apple tendría que intervenir también en el apartado de seguridad, como recientemente hizo cuando la transferencia de datos del USB se desactiva a las pocas horas de haber apagado el teléfono.
Muchos inconvenientes sobre la mesa para retirar el que es, en la actualidad, el único conector físico que queda en los iPhone. El puerto Lightning implica muchas más cosas aparte de simplemente la carga, y ésta ya está solucionada con el pad inalámbrico de la compañía. Implicaría cambiar mucho en el seno de Apple y de su ecosistema de productos. Y no olvidemos tampoco a los fabricantes de periféricos para los teléfonos de los de Cupertino. Todo cambiaría por borrar el puerto Lightning de sus configuraciones y de su catálogo. Éste sería, probablemente, el mayor cambio experimentado por el iPhone en sus diez años de historia. Convendremos en que es una decisión que es mejor no tomar a la ligera. Por eso, tal vez "sólo" por esto, el iPhone X sigue teniendo puerto físico de carga.
Vía | Bloomberg
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