Que en lo que se refiere a Banda Ancha hay dos Españas (o más) es algo que bien conocemos muchos. Principalmente aquellos que viven alejados de las grandes urbes pero también aquellos que elegimos como lugar de veraneo uno de estos lugares.
Pero más allá de estar alejados de las grandes urbes existe otra importante razón que provoca que esa Brecha Digital de la que tanto hablamos siga existiendo a estas alturas, la distancia a la central de los hogares de los usuarios.
España cuenta con una amplia red de par de cobre, sobre todo la de Movistar, heredada de la época en la que Telefónica era el único operador de telefonía que existía, perteneciente al Estado en su día y que por su condición de servicio público llega a lugares donde otros operadores parecen no querer llegar nunca.
Pero más que la llegada del par de cobre, presente en prácticamente todos los hogares, lo que determina si un hogar puede disponer de una conexión de Banda Ancha fija decente es la distancia a la que sitúa de la central.
Tres kilómetros, la clave
Son muchos los operadores, Vodafone, Orange y Jazztel principalmente, que en su publicidad anuncian una conexión de hasta 20 Mbps, antes ni añadían del hasta, y es que usando el viejo par de cobre nada se puede prometer al 100%.
Estos operadores usan ADSL2+, que si, a una distancia muy cercana a la central telefónica ofrecen dicha velocidad pero según nos alejamos un poco de ellas van perdiendo capacidad de transmisión, igualando la velocidad con anteriores tecnologías de ADSL a partir del tercer kilómetro.
Pero el problema es que más allá de que la velocidad decrezca a un ritmo preocupante es que los usuarios que estén a más de cinco kilómetros de una central se pueden olvidar de contar con ADSL en su hogar, ya que a esa distancia es imposible una correcta transmisión de datos. Al gráfico deberíamos añadir el VDSL, a través del cual algún operador promete hasta 35 Mbps de bajada pero que pierde sus bondades a apenas 600 metros de la central.
Y claro, todo estas distancias en condiciones optimas, porque quien no ha visto en alguna ocasión en fachadas de edificios cajas repartidoras de par de cobre abiertas, con cables sueltos o con mal aspecto, lo que hace que la velocidad teórica sea aún inferior.
Atenuación por distancia
Pero visto los problemas que tienen las distintas tecnologías xDSL para llegar lejos nos puede surgir una pregunta ¿por qué no existe tal problema en conexiones HFC o FTTH? Básicamente por la atenuación que sufre unos y otros cable según la distancia.
Mientras que usando fibra, ya sea mediante HFC o FTTH, la atenuación ronda 1 dB por kilómetro a la central en el ADSL esa atenuación sube hasta los 10 dB por kilómetro, teniendo que tener en cuenta que la escala es logarítmica, la distancia a la central es el principal handicap de las conexiones xDSL.
Buscando soluciones
Y mientras aquellos que residen lejos de centrales de momento tienen que buscar alternativas para tener una conexión a Internet del siglo XXI la búsqueda de soluciones al problema de la distancia a la central los expertos buscan soluciones.
De hecho recientemente hablamos por aquí de un proyecto que busca que las centrales puedan llegar a ofrecer Banda Ancha a más allá de 100 kilómetros de distancia la solución, personalmente, parece no pasar por nuevas opciones cableadas.
La llegada del LTE a España, sobre todo cuando la banda de 800 MHz este liberada, podría suponer un empujón a la Banda Ancha en zonas menos pobladas, ya que las antenas adaptadas a la cuarta generación de telefonía móvil pueden tener un alcance de 50 kilómetros y ofrecer velocidades y latencias imposibles de conseguir hasta ahora inalambricamente.
Pero para profundizar aún más en estos asuntos os invitamos a seguir este mismo miércoles a las 18 horas el próximo Meet the Experts, en el que varios expertos nos darán su opinión sobre estos temas en el debate España, país conectado, país desconectado.