Las redes 5G están llamadas a jugar un papel fundamental en el desarrollo de las comunicaciones móviles de la próxima década, con sistemas mucho más potentes, veloces y con latencias mínimas. Para conseguirlo, una de las tecnologías que más éxito parece estar teniendo es la de las small cells o miniestaciones base que se encargarán de mejorar la cobertura y hacer que la señal penetre mejor en edificios.
Empresas como Ericsson ya están apostando fuerte por este tipo de dispositivos. De hecho, hace unos días realizaba unas pruebas junto con la operadora SK Telecom logrando una red pre-5G un 215% más eficiente que las actuales. Sin embargo, las small cells se enfrentan a un serio problema: tienen que estar mucho más presentes en nuestras vidas que las tradicionales antenas de telefonía móvil.
Es decir, para poder ofrecer todas las ventajas que prometen será necesario desplegar densas redes con estas estaciones base que, gracias a un control preciso de las interferencias entre nodos serán capaces de ofrecer altísimas velocidades y retardos ridículos (se habla de 1 ms.)
Ponga una small cell en su salón
En este punto se nos abre la incógnita de si los usuarios estaremos dispuestos a tener una o varias de estas estaciones en casa o cerca de casa. Por ejemplo, ya hemos visto cómo las femtoceldas han fracasado estrepitosamente con las tecnologías 3G y posteriores, quedando relegadas a un segundo plano gracias a las mejoras de WiFi en los últimos años.
¿Sucederá lo mismo con las small cells? Bueno, en este caso tendremos que diferenciar entre los mercados profesionales y los domésticos. Por ejemplo, en el primer caso, probablemente asistamos a la instalación de estas estaciones base dentro de grandes edificios de oficinas, centros públicos de ocio, grandes tiendas, incluso en el mobiliario urbano para mejorar la cobertura en zonas muy saturadas.
Otra cosa será su instalación en las viviendas de los usuarios, históricamente reticentes a las antenas de telefonía móvil, que probablemente se conformen con tecnologías de conexión alternativas en sus casas. Qualcomm ya proponía hace un par de años antenizar todos nuestros hogares con miniestaciones base que complementen a las de las operadoras y que permitan una mejora general de 1.000 veces la cobertura y velocidad que tenemos ahora. Claro que este modelo parece no llamar la atención del gran público, ya que necesitaría de un "cacharro" más en casa al que dar de comer.
Sea como fuere, las operadoras y fabricantes ya están trabajando en soluciones que oculten o disimulen las formas tradicionales de estas small cells para hacerlas más discretas y que pasen desapercibidas. Por ejemplo, Ericsson lleva tiempo trabajando en modelos que se integren directamente en los cristales de nuestras ventanas, aunque seremos los usuarios los que tendremos la última palabra.
En Xataka Móvil | Small Cells, ¿la solución a los problemas de cobertura y ancho de banda móvil?
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