Nuestro router es indispensable para que la conexión a Internet funcione de manera óptima, siendo en la mayoría de casos la opción predeterminada que instala el operador. Aunque si no nos convence, siempre podemos instalar un router neutro para sustituirlo.
En mi caso, he contratado una operadora en el nuevo domicilio donde ahora vivo, así que por el momento uso el router que me han proporcionado. Todo iba de maravilla, hasta que comenzó a fallar, imposibilitándome conectar algunos de mis dispositivos. Tras la visita por parte de los técnicos, me han cambiado el router totalmente gratis. ¿Qué tipo de magia he usado para conseguirlo? Te cuento mi experiencia y qué problemas debes tener para que la compañía actúe de la misma manera.
Una historia de un router defectuoso
Todo comenzó el pasado mes de marzo. Junto a la ilusión de estrenar un nuevo hogar, llegaba un dilema: ¿Qué Internet debo contratar? Finalmente, opté por un operador local que ofrecía buenas características a precios reducidos, pues quería velocidad por delante de cualquier cosa.
Al inicio, todo funcionaba como debía, la instalación por parte de los técnicos fue rápida y el router que me dieron era compatible con WiFi 6. Conecté los móviles, las consolas, un altavoz inteligente, el Chromecast... sin problemas en el horizonte.
Sin embargo, los problemas comenzaron cuando por alguna caída de luz o por apagados accidentales (tengo conectado el equipo en una regleta de las tradicionales) el router no volvía a ofrecer conexión. Tras varios reinicios, terminó volviendo la normalidad pero ya sentía que algo no iba bien.
Coincidiendo con la caída de las DNS de Google, y el consiguiente funcionamiento irregular de muchos servicios como Twitch o YouTube. El WiFi empezó a desconectar algunos dispositivos, como una tablet recién comprada. Pero ese no era el único problema, mi móvil no tenía ese comportamiento, pues permanecía conectado al WiFi de 5 Ghz, a pesar de esto, ni rastro de Internet. Al rato, sucedía lo mismo con mi portátil personal, pero le eché la culpa a la compañía de Mountain View.
La paciencia es una virtud, o eso fue lo que pensé. Dejé pasar el fin de semana usando el 4G de mi móvil a esperas de que el problema no tuviera nada que ver conmigo. Pero a la semana siguiente, necesitaba una conexión estable para trabajar, así que en pocas horas tenía de nuevo a los técnicos en casa.
Hicieron varias comprobaciones, y finalmente determinaron que el router estaba defectuoso. Algo fallaba cuando este equipo debía vincular los dispositivos mediante WiFi. Por ello, consideraron cambiarlo por uno nuevo, cosa que hicieron al instante.
Mis consejos: ante la duda, contacta con tu proveedor
Entonces, seguramente te estés preguntando... ¿Qué hago yo para que me sustituyan un router que no funciona bien? Te doy unos consejos para que sepas cómo actuar. Evidentemente, si quieres un router nuevo porque no te satisface el que han instalado, no lo sustituirán así porque sí. Será nuestra competencia adquirir uno nuevo para cambiarlo, porque igual necesitas WiFi 6 u otra característica esencial para ti.
Este debe presentar algún fallo o comportamiento no deseado para que la compañía actúe de la misma manera que en mi caso. Si notas desconexiones constantes de WiFi, una conexión que viene y va, o la velocidad que has contratado no te llega en ningún caso (siempre hay que comprobarlo desde un equipo conectado mediante Ethernet), será turno de darles un toque de atención.
Si ya puedes afirmar que tienes un router defectuoso, contacta con el operador, pero en este sentido te vuelvo a dar un par de recomendaciones: comprueba antes la conexión en varios dispositivos, prueba a restablecer de fábrica el router, y sobre todo reinícialo (no es nada descabellado que un reinicio solucione tus problemas de Internet). Toda esta información será valiosa para adelantarnos al soporte de la operadora, que seguramente insistirá en que hagamos estos procedimientos.
Como digo, la clave está en tenerlo todo atado y sin fisuras, para que lo traslademos al ISP y no tengan ninguna excusa para echarse atrás. Además, si verdaderamente tienes un router en mal estado, están obligados a cambiarlo siempre y cuando esté dentro del período de garantía. Esta garantía varía de un operador a otro, pero debe tener un mínimo de dos años (si la compra es anterior a 2022), aunque el router te lo hayan instalado gratuitamente.
Si nos movemos a las operadoras principales, Movistar por ejemplo, tiene un documento donde podemos ver las condiciones que nos prestan al adquirir el router Smart WiFi. Cabe destacar que en estos casos el router no es de nuestra propiedad, así que ellos se harán cargo de las averías e incidencias que puedas tener.
Vodafone, por su parte, da el mínimo de garantía legal que ahora es de tres años. Como detallan en su sitio web, la garantía cubre el caso de un dispositivo que "no puede destinarse para su uso previsto". Así, si tienes problemas similares a los mencionados, no tardes en contactarles.
Como hemos visto, hay problemas que afectan a nuestro router, dejándonos sin una conexión estable a Internet. Será en estas circunstancias cuando la compañía no ponga ningún impedimento a la sustitución gratuita. Por el contrario, si el router funciona con normalidad pero no nos satisface la cobertura, tenemos soluciones válidas como amplificadores WiFi, PLCs e incluso los nuevos equipos con WiFi de malla.
Imagen de portada | Pepu Ricca con Bing Image Creator
En Xataka Móvil | Las tarifas de solo fibra más baratas de 2023
Ver 2 comentarios