Gracias al XXV Encuentro de las Telecomunicaciones de Santander estamos conociendo muchas de las opiniones que las operadoras y sus representantes tienen con respecto al sector de las telecomunicaciones español. En esta ocasión ha sido Francisco Román, el presidente de Vodafone España, quien ha realizado unas interesantes declaraciones acerca de los servicios de VoIP.
Román ha aprovechado sus intervenciones para repetir la queja de las operadoras de telefonía sobre lo que consideran una asimetría en el trato de los reguladores entre las compañías de red y los proveedores de contenidos:
Ahora en la cadena de valor hay muchos jugadores en cada eslabón pero la regulación se centra siempre en el mismo. Hay muchos jugadores que compiten sin ser tratados equitativamente.
El presidente de Vodafone se refería a la supuesta desventaja de las operadoras ante servicios de VoIP como Skype, ya que mientras ellas están obligadas por ley a una serie de controles de privacidad, registro de llamadas, etc., estas otras compañías que prestan sus servicios de voz y videollamada a través de Internet quedan exentas de cumplir dichas normas.
Quejarse de las reglas del juego a mitad del partido no parece que tenga demasiado sentido. Las operadoras han vivido muy felices durante décadas con unos modelos de negocio que ahora se están poniendo en peligro por la aparición de estos otros servicios, que pueden funcionar de forma completamente gratuita si por ejemplo se usa la conexión WiFi de los smartphone.
Al igual que la industria de contenidos, la misión de las operadoras debería ser la de adaptar su forma de hacer negocios, de obtener beneficios, a este turbulento a la par que interesante mercado en el que nos está tocando vivir. No deberían pretender que el resto de empresas que tiene una idea innovadora se vea obligado a seguir unos patrones de actuación ya obsoletos.
¿Que la voz tradicional y los SMS van perdiendo poco a poco usuarios en favor de otros servicios de VoIP y mensajería instantánea sobre Internet? Es lógico y normal. Lo que no parece lógico es imponer a estos nuevos servicios unas reglas de juego destinadas a favorecer a las telecos.
Una solución sencilla sería, por ejemplo, que las operadoras sacaran sus propios servicios de VoIP, tanto para voz como para videollamadas, y de mensajería sobre Internet, completamente integrados en los terminales móviles, fáciles de usar, cómodos, intuitivos y gratuitos. Esto ayudaría a fomentar la contratación de tarifas de datos, aunque claro está, en detrimento de las de voz y los SMS, las vacas lecheras de estas compañías.
Lo que está claro es que no pueden quedarse sin hacer nada, o de lo contrario verán como sus cuentas de resultados descienden considerablemente en los próximos años. Las operadoras deben adaptarse, renovarse o morir, no pretender que el resto de empresas y servicios se adapten a ellas para mantenerlas en sus pedestales gracias a modelos de negocio claramente obsoletos.
Vía | Público
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