El concepto de teléfono modular suena cada vez más y el último en sumarse a la fiesta ha sido Lenovo con su recién presentado Moto Z. La compañía ha ideado un sistema de imanes para que podamos añadir distintos accesorios a la parte trasera y así ampliar las capacidades del teléfono.
Aunque es un sistema distinto, la propuesta de Lenovo sigue la línea de lo que LG nos mostró en la pasada edición de la feria Mobile World Congress con el LG G5 & Friends. Ambas marcas ofrecen un ecosistema de accesorios que se acoplan al teléfono y potencian algunos puntos clave como son la batería, el sonido o la cámara. Vemos las ventajas e inconvenientes que nos ofrece cada propuesta.
En la variedad está el gusto, pero queda mucho por hacer
Tanto LG como Lenovo proponen varios accesorios o módulos para acoplar a sus móviles estrella. Estos módulos tienen un espíritu funcional y prometen ampliar el potencial del disopsitivo, pero ¿qué es lo que nos ofrece cada marca?
LG lanzó una gama bastante limitada de módulos o "friends" como les gusta referirse a estos accesorios con la promesa de ampliarlos más adelante, pero de momento seguimos esperando. Los módulos que acompañan al LG G5 son LG Cam Plus, LG HiFi B&O PLAY y el módulo de batería que añade una unidad de 2.800 miliamperios.
Por la parte de Lenovo tampoco hay una gran variedad de Moto Mods, pero la apuesta parece a priori más sólida. Lenovo ha abierto el Programa de Desarrolladores de Moto Mods y ofrecen un millón de dólares al invento más ingenioso, un premio que sin duda atraerá a bastantes empresas y desarrolladores.
En el lanzamiento tendremos un Moto Mod de JBL con altavoz incorporado, el picoproyector Insta-Share y, por supuesto, la batería extra a la que han bautizado Power Pack.
En el caso de LG Cam Plus, se trata simplemente de una especie de empuñadura que añade un botón disparador y un dial de modos, pero no mejora la óptica. Lo que sí hace es añadir una batería de 1.200 miliamperios con la que ampliar la autonomía total, un punto necesario si vamos a estar haciendo fotos de forma habitual durante la jornada. Se había hablado de que el Moto Z podría contar con un módulo que añadiría una lente con zoom óptico de diez aumentos pero no hubo ni rastro de él en la presentación. Sin embargo no descartamos la posibilidad de verlo en un futuro.
Con el módulo HiFi del LG G5 pasa algo parecido al de la cámara, que se queda a medias. Lo que hace es mejorar la señal de audio con soporte para DAC de 32 bits, pero no trae un altavoz incorporado como sí sucede en el módulo de JBL para el Moto Z. La propuesta de Lenovo es más atractiva de cara al usuario medio que quiere un altavoz más potente, mientras que LG se dirige más a audiófilos.
El picoproyector es sin duda el módulo más interesante que nos propuso Lenovo. Nos recuerda a aquel Samsung Galaxy Beam, pero en este caso llega en forma de accesorio para poder proyectar una pantalla de hasta 70 pulgadas. Del precio no dijeron nada, pero no esperamos que este Mod sea precisamente barato.
La clave: el sistema de anclaje
El sistema mediante el que se acoplan los módulos es clave, y aquí Lenovo se anota un tanto al usar imanes en la parte trasera, una solución más cómoda que la que nos propone LG.
Lo bueno del LG G5 es que es un terminal en el que conviven el chasis unibody y la batería extraíble. Sin embargo tiene la pega de que para cambiar los módulos nos toca reiniciar el teléfono.
Los "amigos" del LG G5 se colocan en la parte inferior del teléfono como si fueran una especie de cartuchos. Cuando se extrae el módulo, la batería se va detrás, haciendo que el reinicio sea inevitable. Si por ejemplo queremos montar el módulo de la cámara para sacar una foto rápidamente, lo más probable es que nos perdamos el momento.
Los Moto Mods se acoplan a la parte trasera del Moto Z y se comunican con el teléfono a través del puerto trasero, mientras que su sistema de imanes los mantienen bien sujetos. El sistema apunta a ser mucho más cómodo ya que no obliga a reiniciar, pero habrá que ver si esos imanes son lo suficientemente fuertes.
Los módulos han llegado para quedarse, o no
Lenovo y LG han llevado el concepto de accesorios a un nuevo nivel y parece que la idea seguirá dando que hablar, aunque no sabemos por cuánto tiempo. El precio es decisivo y aquí sólo tenemos datos de LG. La batería adicional cuesta 60 euros, mientras que el módulo de la cámara sube a 99 euros y el LG HiFi se dispara a 149 euros.
El módulo de batería parece la opción más interesante de cara al uso diario, sobre todo en el Moto Z que con su diseño ultrafino sacrifica una batería más amplia. El problema es que ya hay muchas soluciones en el mercado como carcasas con batería incorporada y las power bank, que además podemos usar con cualquier teléfono.
El éxito de los módulos dependerá del grado de innovación y funciones que nos ofrezcan. Propuestas como el picoproyector o aquel rumoreado zoom de diez aumentos sí aportan un valor añadido que no encontramos en otros accesorios, pero insistimos en que su precio podría restarles atractivo.
Con todo, la propuesta de Lenovo pinta mejor que la de LG, empezando por su sistema de anclaje, pero sobre todo de cara a que veamos nuevos Moto Mods en un futuro. Sólo el tiempo dirá si calan entre los usuarios o se quedan como uno de tantos inventos que pasan sin pena ni gloria por el panorama.
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