Hace unos días conocíamos que este realme despuntaba como el Usain Bolt de la carga rápida con 240W desplazando al Realme GT Neo 3, que hace lo propio 150W. Son la punta del iceberg de una tendencia: que la carga rápida sea cada vez más rápida. No os voy a mentir: esto está muy bien, pero yo sigo prefiriendo una batería en mi móvil que dure más.
Haciendo una generalización rápida del estado del arte de baterías y cargas, la horquilla de capacidades de las baterías de los teléfonos actuales se mueve entre los 4.000 y los 5.000 mAh. Si hablamos de cargas rápidas, cualquier smartphone modesto se carga a 15 - 20W, lo que resuelve el proceso en pocas horas, ya no hace falta dejarlos enchufados toda la noche. Subir de gama se traduce en aumentar considerablemente esas cifras de potencia, aunque aquí Apple va a su ritmo: sus teléfonos más modernos y avanzados (iPhone 14 Pro y iPhone 14 Pro Max) se cargan a 25W y 27W respectivamente, es decir, casi a ritmo de clase media baja. Sus mAh tampoco son para tirar cohetes.
La fiebre por las cifras es una estrategia de marketing que funciona, al menos para ganar titulares: la puntuación más alta de los benchmarks, unos herzios de impresión en la pantalla y una potencia que logre desplazar al resto y colocarte en el podio de teléfono con la carga más rápida.
Que sí, que la carga rápida es bien
Hablaba más arriba de que ya no tiene sentido dejar el teléfono durmiendo al lado del enchufe y eso representa un cambio de hábitos: puedes aprovechar la parada para comer en jornadas partidas, mientras te duchas por la mañana o incluso viendo una serie. Pero también para emergencias: poder cargar tu teléfono de 0 a 100% en menos de media hora es un puntazo que te puede dar la vida siempre y cuando tengas un enchufe y el cargador apropiado. La carga rápida está muy bien: cero sorpresas en esto.
Los "peligros" de la carga rápida. El principal problema de cargar una batería más rápido es el calor: si cargando tu teléfono a velocidad estándar puedes apreciar cómo se calienta, una carga más potente tiene potencial para generar más calor, lo que desgasta más la batería y reduce la vida útil. Por eso los fabricantes trabajan en sistemas para proporcionar más energía minimizando los incrementos de temperatura. De hecho, hoy en día los avances son tal que hace aproximadamente un año OPPO presentaba en el MWC de 2022 un sistema de carga rápida a 240W que, según la marca, causaba una degradación del 20% después de 800 ciclos de carga.
Eso supone que cargando tu teléfono una vez al día, no llegarías a ese 20% de deterioro ni en dos años. De ahí lo de las comillas en peligros. Obviamente depende de qué teléfono tengas y de la frecuencia con la que cambies de teléfono. En mi caso no es un problema: renuevo teléfono cada dos años y uso un lento iPhone (en estos momentos un iPhone 13 Pro con un cargador original de 20W que completa el ciclo en aproximadamente 1h y 45 minutos).
Si cambiase de teléfono cuando se cayera a pedazos y tuviera un teléfono con una carga rapidísima de esas, esa aceleración quizás sí que podría pasarme factura respecto a un teléfono con una carga estandarizada... aunque en general si tu teléfono tiene unos añitos, que tu batería dure poco es un mal endémico. Con todo, mi teléfono tiene 14 meses de uso y una salud de la batería del 90%, así que por el momento y en el plano teórico, las cifras que promete OPPO resultan convincentes.
...pero minimizar el deterioro de la batería es mejor
Hasta ahora (casi) todo han sido loas a la carga rápida, ¿por qué preferir entonces una batería que dure más? Cuando estrené mi teléfono, la batería me duraba un día completo sin problema y afrontaba la mañana siguiente con unas cifras respetables que me invitaban a aguantar al mediodía para pasar por el enchufe. Pero esa degradación inevitable de la batería en estos 14 meses del 10% se ha notado en que llego a la mañana siguiente buscando el cargador (porque lo recomendable no es llegar al estado de batería baja). Lo que quiero es cargar menos mi teléfono y eso pasa por que mi batería tuviera la autonomía del primer día o incluso más, por pedir, que no quede.
Quizás debería dar el salto al modelo Max. O, alternativamente si usara un Android, a esos modelos Ultra que tienen más batería. Pero eso tiene peajes: pagar más dinero, tener un terminal más grande y más pesado que no se ajusta con mi ideal. En un episodio de Los Simpsons Agnes Skinner está en la caja del supermercado y dice una frase que desencadena una huelga entre los mozos del súper: lo quiero todo en una bolsa y que no pese y yo quizás quiera lo mismo. ¿Será una quimera? Después de los éxitos alcanzados con la carga rápida, que los fabricantes inviertan sus recursos en investigaciones para minimizar la degradación progresiva de la batería y, por supuesto, en software y hardware más eficiente desde el punto de vista energético.
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