A Qualcomm le ha salido un rival realmente «duro de pelar». Y, curiosamente, no se trata de MediaTek, Intel o NVIDIA, que son algunos de sus competidores naturales en el mercado de los SoC, sino de uno de sus clientes: Samsung. Durante los últimos meses la compañía estadounidense se ha visto obligada a lidiar, por un lado, con los rumores que aseguraban que estaban teniendo problemas con la disipación de calor de las primeras unidades de sus Snapdragon 810; y, por otra parte, con la decisión de Samsung de no montar en sus Galaxy S6 este SoC.
Esta situación provocó que a principios del pasado mes de diciembre Jon Carvill, el director de relaciones públicas de Qualcomm, diese la cara para asegurar que el Snapdragon 810 no se retrasaría y estaría disponible a tiempo para que marcas como LG, Xiaomi, Sony o Microsoft, entre otras, lo integrasen en sus nuevos «buques insignia». Sin embargo, hace unos días la consultora Bernstein Research hizo público un auténtico «bombazo»: Qualcomm podría prescindir de TSMC, la compañía que fabrica sus SoC, y recurrir a Samsung para que lleve a cabo esta tarea.
La litografía: la clave de todo
La razón por la que Mark Li, el analista de Bernstein Research, defiende que Qualcomm podría pedir a Samsung que fabrique sus chips en adelante no es otra que la capacidad de la compañía surcoreana de producir SoC utilizando la tecnología de integración de 14 nm. Los Snapdragon 810 están fabricados con litografía de 20 nm, pero, al parecer, el Snapdragon 820, del que ya tenemos algunos datos, y que aspira a ser el «cerebro» de los móviles de alta gama del año que viene, usará transistores FinFET de 14 nm.
Si finalmente se confirma que ambas compañías están planteándose llegar a este acuerdo se produciría una paradoja curiosa. En cierto modo Qualcomm se encuentra en una situación de desventaja debido a que los Galaxy S6 están batiendo todos los récords en los bancos de prueba gracias a su memoria LPDDR4, y también, por supuesto, al tremendo rendimiento de su SoC Exynos 7 Octa 7420, fabricado con litografía de 14 nm.
Nuestros compañeros de Xataka nos explicaron a finales del pasado mes de febrero que la microarquitectura de los dos SoC en liza, el Snapdragon 810 y el Exynos 7 Octa, es muy similar. Los dos incorporan cuatro núcleos ARM Cortex A57 y otros tantos Cortex A53, arquitectura big.LITTLE de 64 bits, compatibilidad con chips de memoria LPDRR4 y una conectividad muy parecida. La lógica gráfica no es la misma porque Qualcomm recurre a una GPU Adreno 430, y Samsung utiliza una Mali T760. Pero lo que realmente permite al Exynos aventajar al Snapdragon es, como todos sabemos a estas alturas, su tecnología de integración.
La litografía de 14 nm consigue que los SoC Exynos 7 puedan trabajar a una frecuencia de reloj algo mayor que los Snapdragon 810 manteniendo el índice de disipación de calor bajo control. Los primeros tests de rendimiento están dejando a los Galaxy S6 en muy buen lugar, lo que demuestra que esta mejora tiene un impacto importante en el rendimiento. No obstante, comprobaremos y matizaremos estos resultados cuando caigan en nuestras manos no solo el nuevo «buque insignia» de Samsung, sino también alguno de los móviles que incorporan un Snapdragon 810, como el G Flex 2 de LG o el Mi Note Pro de Xiaomi, algo que, probablemente, sucederá muy pronto.
Ha llegado la hora de «desembarcar»
Samsung no es ni mucho menos una recién llegada al mercado de los SoC. Lleva varias generaciones diseñando sus propios chips para algunos de sus móviles, y, además, es uno de los mayores fabricantes de semiconductores. De hecho, Apple ha sido durante años uno de sus clientes, y, aunque el SoC de los iPhone 6, el Apple A8, está siendo fabricado por TSMC con litografía de 20 nm, algunos analistas aseguran que es muy probable que los de Cupertino vuelvan a confiar a Samsung la fabricación de sus próximos SoC.
Lo que la compañía surcoreana ha hecho al integrar en sus nuevos «buque insignia» únicamente sus chips Exynos, y al no colocar en el mercado ninguna versión con un SoC de Qualcomm, puede ser considerado toda una declaración de intenciones. Es evidente que Samsung confía en la competitividad de sus chips. De lo contrario, no se habría decantado por esta estrategia. Además, si finalmente se confirma la predicción de Mark Li y Qualcomm encarga a Samsung la fabricación de sus próximos SoC quedaría bien claro que esta última se encuentra en un buen momento de forma en lo que tiene que ver con la tecnología de fabricación de semiconductores.
Quizás ha llegado el momento de que Samsung «desembarque» en el mercado como proveedor de SoC, y, por tanto, como competencia directa de Qualcomm, MediaTek y NVIDIA, entre otras empresas. No cabe duda de que podría representar una fuente de ingresos importante para la marca surcoreana, pero, a cambio, perdería la exclusividad sobre sus SoC Exynos. Pase lo que pase nos espera una etapa de lo más emocionante. Os seguiremos contando.
En Xataka Móvil | Samsung podría transformarse en el principal proveedor de SoC de Qualcomm
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