El calor es el principal culpable de que nuestros dispositivos móviles se dañen. Este afecta a todo el móvil, desde los materiales del cuerpo hasta los componentes electrónicos internos. La batería es una de las partes más perjudicadas por las altas temperaturas que se pueden generar en ciertos escenarios, como cuando jugamos o cargamos el móvil a la vez que lo usamos.
Ya sea un dispositivo Android o iOS, partimos de la misma base de que el calor puede estropear algún componente e incluso empeorar el funcionamiento. Por ello, vamos a contarte algunos trucos para esos momentos en los que notas que tu móvil va a salir ardiendo.
Que descanse... en el suelo a ser posible
Cuando notes que tu teléfono se ha calentado sobremanera, debemos dejarlo reposar para que recupere su temperatura habitual. En el caso de que haya sufrido una subida preocupante, apágalo para que el descenso se produzca más rápidamente.
Lo más aconsejable es dejarlo reposar sobre una superficie fría. El suelo es su mejor aliado, pero hay que ser cuidadoso pues podemos provocar una catástrofe si lo pisamos. Los materiales más fríos son el vidrio, el cristal, el metal, la piedra, el hierro y el acero. Si tienes en tu hogar un mueble en alguno de estos materiales, el móvil se enfriará antes.
Cuando hablamos de que el móvil necesita descansar, debemos fijarnos en un aspecto importante: los procesos en segundo plano. Hay algunas apps que mantienen procesos y es importante cerrarlos, pues puede ser el motivo de la subida de temperatura. Afortunadamente, iOS cuenta con una política más agresiva así que es menos común encontrarlo en los móviles de la manzana. En Android, el sistema es más flexible y una app puede quedarse bloqueada, provocando un aumento del consumo de CPU, en ese caso, deberíamos cerrarla.
Desenchúfalo si lo estás usando
Cargar el móvil a la vez que lo usamos no es del todo beneficioso. Las células de las baterías incrementan la temperatura al recibir la corriente de carga. Si a eso le sumamos que estamos usando el móvil con aplicaciones pesadas como juegos con una alta carga gráfica, la temperatura podría ascender de manera preocupante.
A no ser que sea estrictamente necesario, desenchufa tu teléfono del cargador. Verás como las altas temperaturas desaparecen inmediatamente. Más lo notarás si además la carga es rápida, en esos casos, te recomendamos encarecidamente no cargarlo a la misma vez. Estáis avisados, queridos lectores.
Quítale la funda (si la lleva)
Las fundas son necesarias para evitar mayores problemas si el teléfono se cae, ya sea de nuestras manos o desde cualquier superficie. Sin embargo, esto supone añadir una capa más a nuestro dispositivo. Esta capa extra aguanta la temperatura, impidiendo que el intercambio de temperatura entre el interior y el exterior del teléfono suceda.
Aunque quede un poco desprotegido, quítale la funda durante unos minutos, hasta que percibas como su temperatura se vuelve más adecuada. La funda no ayudaba a que el calor se disipara.
Mueve el aire con un ventilador, o ponle uno
Si tenemos una fuente de aire cercana, como un ventilador (menos probable en invierno), podemos ayudarnos del aire para refrigerar el móvil. Mantén el terminal en un lugar con una temperatura ambiente media. Si te encuentras en el exterior, puedes evitar que se caliente manteniéndolo en tus bolsillos, bolso o mochila.
Eso en el caso de que haga un tiempo cálido y soleado. Si es al revés, hace frío, tu teléfono lo agradecerá si estaba comenzando a sufrir por altas temperaturas. Ten en cuenta que el frío extremo también afecta a tu móvil.
Para algunos casos concretos, viene bien añadir un accesorio como un ventilador adherible al smartphone. Los hemos probado y hemos realizado un pequeño estudio sobre su utilidad. En ocasiones, pueden ayudarnos a mantener a raya el calor.
Revisa bien las aplicaciones instaladas, y abre las más exigentes en entornos frescos
Al igual que los procesos en segundo plano pueden calentar tu móvil, puedes evitarlo revisando las aplicaciones que llevas instaladas. Algunas apps incluyen malware o virus que pueden dañar tu dispositivo, además de mantenerlo encendido corriendo algún proceso, sin que te des cuenta.
Si observas alguna aplicación que no has instalado en la lista, desinstálala. De igual manera, puedes haber aceptado alguna sin darle mucha importancia, revisa bien todas tus apps.
Podemos evitar que el móvil se caliente si dejamos las aplicaciones exigentes, como juegos o aplicaciones de edición de vídeo, para momentos en los que la temperatura sea más fresca. Así favorecemos un equilibrio en la temperatura del interior del teléfono.
Aleja tu dispositivo de otros que sean una fuente de calor
Imagen: Wikimedia Commons
Otra manera de evitar el calor en nuestro móvil es dejándolo en algún lugar donde no comparta espacio con otros dispositivos electrónicos. Todos estos se calientan en mayor o menor medida, y pueden jugar un papel fundamental en la subida de temperatura de tu teléfono móvil.
Si llevas varios aparatos en tu mochila, intenta repartirlos en los distintos compartimentos. Así como cambiarlos de bolsillo si es posible. Todo lo que sea alejarlos de otras fuentes de calor, bueno es.
Presta atención a los avisos: tu móvil puede estar mandándote una señal
La mayoría de móviles actuales cuentan con algunas protecciones ante las altas temperaturas. Lo más seguro es que si tu teléfono se calienta, te mande un aviso para que detengas en ese momento toda actividad.
No recomendamos ignorar este tipo de advertencias, pues los fabricantes han programado tu dispositivo y saben qué temperatura pueden soportar. Los avisos por calor están calculados al milímetro, pues la marca tampoco quiere estropear la experiencia, en cuanto veas esta alerta en pantalla, préstale atención.
Hasta aquí hemos llegado con estos consejos para evitar que un móvil se caliente. Como sabemos, el calor no es positivo para los aparatos electrónicos, que ven como su funcionamiento se deteriora.
Las altas temperaturas pueden llegar a dejarte sin móvil, así que acuérdate de estos trucos para la próxima vez que te ocurra, sepas solucionar la situación.
