Meta, nombre que lleva la empresa propiedad de Facebook desde 2021, tropieza de nuevo con la misma piedra: la privacidad de los datos. De sobra es conocido el escándalo de Cambridge Analytica, el cual supuso destapar como la red social fundada por Mark Zuckerberg trató de forma indebida miles de datos con fines de influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Lo que ha sucedido ahora no tiene directamente nada que ver con eso, aunque de aquellos barros, estos lodos. La Unión Europea ha interpuesto una multa de 1.200 millones de euros a Meta por saltarse la normativa común en relación al tratamiento de datos personales.
La multa más alta de la historia en materia de protección de datos
Hace casi dos años que Amazon fue sancionada por Europa con una cuantiosa multa que ascendía a 746 millones de euros. Las causas derivaban del incumplimiento del RGPD (Reglamento General de Protección de Datos). La nueva sanción anunciada a Meta ahora viene por causas similares, pero haciendo que la sanción sea aún más elevada, de mil doscientos millones de euros.
Concretando algo más en el motivo de la sanción, la cual ha sido confirmada hoy por la EPDB (European Data Portection Board), nos encontramos con que Meta estaba enviando datos de usuarios europeos a Estados Unidos. Esto es algo que no se ha escondido en ningún momento, que es común a otras gigantes tecnológicas y que lleva ya tiempo coleando.
Las Big Tech han tratado de legalizar este envío de datos entre Europa y Estados Unidos mediante el conocido como Privacy Shield, acuerdo que ya fue anulado por la Unión Europea en 2020 a colación de una reclamación emitida por Maximiliam Schrems, ciudadano austriaco que se popularizó a raiz de sus duras críticas y reclamaciones ante este trasvase de datos entre el viejo continente y Estado Unidos.
Sin embargo, y al estar aquel Privacy Shield desarticulado a efectos legales, Europa ha jugado su papel sancionador con esta histórica multa. Como era de esperar, Meta presentará alegaciones ante esta sanción. Así lo han anunciado en un comunicado oficial en el que además advierten de que no habrá un cese inmediato en esta actividad.
Así, queda en el aire saber qué ocurrirá en próximos meses. Pese a las anunciadas intenciones de Meta de continuar enviando datos, Europa estableció un plazo de cinco meses para cesar en ello. No obstante, queda el resquicio de ver si prospera la alegación emitida por la compañía de Zuckerberg, algo que, viendo los precedentes, es probable que no acabe llegando a buen puerto. No al menos al puerto que quiere Meta, que es el de continuar con este trasiego de datos.
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