Desde que Nokia vendiese la división móvil a Microsoft y firmase una fecha tope para no dedicarse a su construcción, siempre quedó en latencia la esperanza o la impresión de que en algún momento los finlandeses decidirían reemprender aquellos móviles irrompibles, eso sí, adaptados al presente a nivel de software, sobre todo tras lanzar la N1. No obstante, hoy la compañía es noticia por haber comprado Withings, el conocido fabricante de wearables.
Según sabemos por Re/Code, la empresa estaría dispuesta a invertir 170 millones de euros para quedarse con el fabricante francés de dispositivos como el Activité Steel. Una compra que supone un giro a ese supuesto futuro de vuelta al smartphone que ahora se disipa aún más en favor al negocio del internet de las cosas en el campo de la salud.
El aliciente para los productos conectados
El acuerdo se cerrará en el tercer trimestre, momento en el que 200 empleados de Withings migrarán a Nokia. Un trato que se produce, como decíamos, dos años después de que la compañía vendiese la división móvil, dejando pasar un tiempo en el que se ha centrado en la conectividad y sin dejar demasiado claro si iban a dirigir su futuro a la electrónica de consumo, fuese en móviles de nuevo o en otros sectores.
Algo que en principio queda más claro tras este movimiento un tanto sorprendente. Aunque Rajeev Suri, CEO de Nokia, explica que la compañía ha manifestado de manera firme que el área de salud digital tiene un interés a nivel estratégico, pero que es ahora cuando han tomado la determinación de pasar a la acción con esta adquisición.
Con esta adquisición, Nokia fortalece su posición en el área del Internet de las Cosas con la ventaja que aporta la potencia y la confianza de nuestra marca. Encaja con nuestra intención de expandir las posibilidades del ser humano en el mundo conectado y nos coloca en el centro de un mercado que podemos encaminar hacia la creación de una diferencia sustancial en la vida de la gente.
Por su parte, explica Cédric Hutchings, CEO de Withings, en el comunicado que han publicado en su página web, que ambas compañías comparten la prioridad de maximizar la usabilidad de los productos, y que esta fusión será beneficiosa para que éstos se diferencien con el aporte que Nokia puede dar en cuanto a visión y diseño.
Nokia: healthy people
De este modo, la compañía finlandesa vuelve a subirse al ring de los productos de consumo. Hace unos meses hablábamos de los proyectos que la compañía tenía centrándose en las redes (concretamente en el 5G), algo que también fortalecía con la compra de Alcatel-Lucent.
Así, aunque también se habló de la realidad virtual tras la apuesta de Nokia con la cámara OZO de ocho sensores, con la compra de hoy queda más claro que es el Internet de las Cosas en lo que la compañía se centrará. Aún quedará para ver dispositivos de monitorización de la salud con el logotipo de Nokia, pero esto la vuelve a colocar en la electrónica de consumo, eso sí, desvaneciéndose aún más esa vuelta a los teléfonos.
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