¿Recuerdas hace años la irrupción de los portales y proveedores de acceso a internet? Por todas partes te regalaban un CD de acceso gratuito a internet: en ferias, suplementos, tiendas, periódicos... no había empresa grande que no tuviese su propio portal y conexión a internet por módem. Poco a poco estas empresas fueron desapareciendo o fusionándose, y en la actualidad contamos con los dedos de una mano las empresas grandes de acceso a internet. Algo similar a lo que ocurrió con los cientos de operadores de telefonía fija, y parece que con los operadores virtuales ocurrirá algo parecido.
Ahora mismo, nos encontramos con un panorama en el que hipermercados, supermercados, agencias de viajes, medios de comunicación... tienen sus propios operadores virtuales, en un mercado saturado como el español (con 110 móviles por cada 100 habitantes). ¿Hay espacio para tantos operadores?
Los objetivos de cada uno son diferentes, por supuesto. Mientras algunas empresas, generalmente las de distribución, se plantean el lanzamiento de su OMV como un servicio más al igual que ofrecen agencia de viajes, compra por internet o tarjeta Visa propia; otras compañías dedicadas en exclusiva a las telecomunicaciones se vuelcan en sus virtuales, ya que son una manera de penetrar en nuestro país sin tener que ganar un concurso de licencia para operadores con red. Para unos y para otros, las necesidades de clientes son distintas.
Puede que un operador de una cadena de grandes almacenes (como Carrefour o El Corte Inglés) no necesite ofrecer tarifas tan agresivas como otros OMV, ya que lo que venden es imagen de marca, un servicio adicional más para quienes hacen sus compras allí o promociones especiales para este sector de clientes (una única factura, descuentos en las compras...). No olvidamos el peculiar caso de Eroski Móvil, que a pesar de estar enfocado como un operador de distribución da la batalla con promociones bastante originales. Por su parte, otros como Simyo, MásMóvil o Blau necesitan ser una alternativa a los grandes operadores con red, con tarifas nacionales atractivas, llamadas entre clientes ventajosas y tarifas de datos.
También podríamos contar con los operadores de cable regionales (como ONO o R), que han visto en los OMV una oportunidad para ofrecer servicios conjuntos, sin centrarse demasiado en las tarifas. Algo que ya adelantó hace años Euskaltel, cuando revendía en Euskadi los servicios de la recién nacida Amena. Incluso The Phone House ha creado una operadora para facilitar a las pequeñas empresas de cable la creación de sus operadoras móviles.
A todo esto tenemos que unirle lo complicado que resulta conocer las cifras de clientes de los operadores virtuales. La CMT sólo ofrece números globales, y los operadores no concretan mucho más. Simyo afirma ser el operador líder entre los virtuales ("Podríamos llenar varios estadios de fútbol con nuestros clientes"), y hace unos meses era Happy Móvil quien lo afirmaba. La falta de novedades en la segunda y la gran capacidad de reacción de la primera han podido explicar este vuelco.
Por otra parte, muchos no se dirigen al gran público, por lo que pueden tener más o menos garantizado su futuro. Bankinter, por ejemplo, es un servicio para sus clientes; MundiMóvil lo es para inmigrantes; y Jazztel, para usuarios de banda ancha móvil.
Por ahora no ha desaparecido ningún operador virtual, aunque algunos no han llegado a nacer (como el rumoreadísimo Flipamóvil), otros han estado en la cuerda floja (como Pepephone) y de otros prácticamente no tenemos novedades desde su lanzamiento (Diamovil, XL Móvil...). ¿Cuáles crees que están más capacitados para sobrevivir dentro de unos años? ¿Veremos fusiones? ¿Echas en falta algún tipo de operador?
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