¿Recuerdas cuándo fue la última vez que usaste una cabina de teléfono? ¿Y el último sitio donde viste una? Llevan más cincuenta años entre nosotros pero está claro que son cosa del pasado. Actualmente, según datos de Telefónica, aún quedan en España unas 16.600 cabinas, y la mayoría de ellas, aunque nunca se utiliza, funciona perfectamente.
Sin embargo, esto está a punto de cambiar porque, según informa El Independiente, el Gobierno tiene previsto dejar fuera de la lista de obligaciones de servicio público universal tanto las cabinas como los listines a partir del 1 enero. Esto se traducirá en la desaparición progresiva de las cabinas o, como está sucediendo en otros países, en su reutilización para otros usos.
Crónica de una muerte anunciada
Actualmente, el servicio universal garantiza que tiene que haber como mínimo un teléfono público en cada municipio de 1.000 o más habitantes, a lo que se suma uno más por cada 3.000 habitantes. Hoy en día en España, según los datos de Telefónica, quedan unas 16.600 cabinas, una cifra bastante baja si la comparamos con los 55.000 teléfonos públicos que había en 1999.
De todas ellas, alrededor de la mitad no se utiliza nunca y casi dos terceras partes (12.000 cabinas) dejaron de ser rentables hace años. De hecho, se calcula que Telefónica pierde más de 3 millones de euros cada año por ellas. Se trata, por tanto, de un servicio deficitario cuyo uso ha caído en picado debido, principalmente, a que en nuestro país existen ya más de 53 millones de líneas de teléfono móvil.
Por otro lado, Telefónica está obligada a mantener la base de datos de números y a elaborar los listines de teléfonos, aunque cada vez son menos demandados. Actualmente, la compañía solo reparte guías en papel si un usuario lo solicita y el año pasado apenas entregó unas cincuenta guías impresas en toda España.
Esto ha provocado que la Comisión Europea considere la obligación de servicio pública obsoleta y haya recomendado su eliminacióna los estados comunitarios. Además, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha solicitado en reiteradas ocasiones al Gobierno que se replantee el mantenimiento de ambos servicios (el de las cabinas y el de las guías de teléfono) dentro del servicio universal dada su escasa utilización.
El 1 de enero como el principio del fin
Según informa El Independiente, el Gobierno ya tiene listo el real decreto para que la obligación de Telefónica de gestionar las cabinas y elaborar las guías de teléfonos finalice el próximo 31 de diciembre, después de varias prórrogas aprobadas por el anterior Gobierno. Solo queda el último trámite administrativo, pero el Consejo de Ministros tiene previsto aprobarlo de manera inminente.
Ya no se convocarán más concursos públicos en búsqueda de una empresa que se encargue de ellos (en los últimos años siempre quedaban desiertos ante el desinterés de las operadoras) y Telefónica tendrá plena libertad para ir desmantelando la red de teléfonos públicos y dejar de actualizar la base de datos de los listines.
No obstante, el desmontaje de las cabinas será progresivo y es probable que algunos centenares de teléfonos que sí son rentables se mantengan operativos en distintas ciudades de España.
Vía | El Independiente