El roaming dentro de las fronteras europeas tiene los días contados. A partir del próximo 15 de junio ya no nos tendremos que preocupar a la hora de hacer una llamada o de si nuestro móvil se conecta al llegar a nuestro destino, ya que nuestra tarifa local tendrá validez en 28 países. Pero como ya se ha ido anticipando estos pasados meses, no todo serán beneficios con la llegada de ese roaming gratis.
Los operadores de países receptores de turistas perdieron la batalla por unos precios mayoristas, lo que unas compañías se pagan a otras, más altos y eso podría acabar teniendo consecuencias para los usuarios españoles, portugueses o italianos, entre otros. Altran ha presentado su informe sobre el fin del roaming y la conclusión no es nada positiva: para compensar el agujero que dejará el roaming las tarifas españolas podrían subir un 7%.
Aunque podríamos pensar en una posible subida de tarifas para compensar los ingresos que los operadores dejarán de ingresar por sus clientes viajeros, la razón es más o menos la contraria. Los operadores de los países que más turistas reciben tienen que adaptar sus redes para el verano, la época en las que más al límite se ponen sus antenas, lo que hace que el coste de producir un mega se eleve a algo más de un céntimo.
El problema es que esos operadores no ingresarán lo que se supone que cuesta producir un mega. A partir del 15 de junio el precio mayorista del mega, el que paga el operador del turista que visita otro país, pasará de cinco a 0,77 céntimos, por lo que se creará un déficit de 0,3 céntimos por cada mega consumido por un roamer. Y si el coste de producción no baja el déficit irá a peor, porque el precio mayorista descenderá año a año hasta alcanzar 0,25 céntimos en 2022.
Los locales podríamos pagar la fiesta
Parece obvio que si se produce un déficit alguien tendrá que pagar ese agujero y desde la consultora Altran apuntan a los usuarios domésticos. España recibió más de 40 millones de turistas europeos en 2016 que el pasado mes de agosto consumieron 1.108 millones de megas, bien pagados a los operadores españoles en su día pero que este año generarán unos ingresos más de cinco veces inferiores.
Esa multiplicación por diez del consumo de datos que se produce entre enero y agosto hace que sea necesaria una inversión para apuntalar las redes en las zonas más turísticas, con su coste. Y como el retorno de esas inversiones no será suficiente para cubrir la inversión Altran asegura que las tarifas móviles subirán en los países receptores de turistas, cifrando en el caso de España la subida en un 7%.
Ahora, la pregunta que nos hacemos es si de verdad serían capaces de algo así los operadores, virtuales incluidos, y cómo nos lo venderían a los usuarios. Las grandes compañías ya nos tienen acostumbrados a malas noticias, con subidas justificadas por la mejora de sus servicios, pero una subida con el roaming gratis como excusa ya son palabras mayores, y ya son varios los operadores que lo ofrecen gratis. Por tanto, la amenaza existe pero parece difícil que se lleve a cabo, de manera descarada al menos.
Foto de portada | Holgi
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